8. Huyendo a un nuevo pais.

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-¡Hola Jenn! ¿recuerdas cuando tu y Jisoo me pidieron irnos a Nueva Zelanda

-Recuerdo que yo te lo pedi y Jisoo hacia señas que no.- Dice mi amiga haciéndome reír, Jisoo es lo menos discreta del mundo.

-¡Exacto! Bien tengo un pequeño pueblo, con una población de unas cincuenta personas, tiene biblioteca, cafeteria y una pequeña clínica, solo hay un doctor, ¿Les gustaría irse con nosotras a vivir allá?- Preguntó dejando en shock a mi mejor amiga.

-¡Claro, claro que si!- La escucho gritar.

-Supongo lo debes hablar primero con Jisoo.

-Ella dirá que si, es lo de menos, ¿donde viviremos?

-Por lo pronto, llegaran a vivir con Rosé y conmigo, tenemos una casa y tiene suficientes habitaciones creo que son seis o cinco, estoy segura son mas de cuatro, así que tendremos completa privacidad, aparte tiene casa de huéspedes, mandaré construir su propia casa, pero estamos en junio, es invierno así que por seguridad tendrán que esperar para iniciar la construcción.
-Si nos adaptamos podríamos quedarnos, quizás.

-Lili, ¿Me estas diciendo que me ire con mi esposa, con mi mejor amiga y su esposa, a vivir a Nueva Zelanda, en una casa, en pleno invierno, y mi esposa y yo trabajaremos en una clínica?- Su forma infantil de hablar me hace reír.

-Así es Jenn- Jenn.

-¿Bien cuando salimos?

-Tenemos que comprar unas cosas, pero si pueden salir hoy, saldremos en unas 6 horas, así nos iríamos todas juntas.

-Bien, nosotras también empacaremos, ¿nos encontramos en el aeropuerto?

-Si claro.

-¡Esto es emocionante, es como estar huyendo!- Dice mi amiga emocionada.
-Espera, ¿estamos huyendo?

-Nos vemos Jenn-Jenn.- Digo cortando la llamada, tomo a mi alfa de la cintura y camino hacia el elevador.

-¡Llamare al piloto!- Le digo a mi alfa mientras beso su mejilla, y marco el numero.
-¡Hola, hoy salimos a Nueva zelanda en 6 horas, te quiero descansado, gracias, nos vemos Cheng!- Llegamos al primer piso, y veo a 4 recepcionistas y dos botones.

-Ustedes dos y tu, vienen con nosotras, nos ayudaran a preparar el equipaje.- Les explico, mientras asienten y nos siguen con la cabeza baja.

-Tranquilos, Lisa es un amor.- Explica Rosé creo que huele el miedo en los omegas, un olor que yo no siento.

-Ademas, solo les daremos las cosas para que los metan a las maletas y llevarlas al avión.
Y llegamos, ¡Muchas gracias por acompañarnos!
Llegamos y paramos primero en una tienda a comprar maletas, ya que estaríamos como mínimo un año, ocuparíamos unas 10 maletas, aunque Rosie se negaba. Pasamos a cada tienda y me entretuve en la ropa de embarazada y aunque Rosé se negó, acepto completar lo de una maleta de ropa de maternidad.

-Lili, ya me aburrí.- Se queja mi hermosa Alfa.

-Ya nos falta poco, ¿cuantas maletas tenemos disponibles?- Pregunto viendo a los chicos.

-Tres a cada una.- Responde una de las chicas viéndome de los pies a la cadera sin subir mas y Rosé me abraza posesiva, cubriendo mi cadera, reconozco a su alfa actuando.

-Bien, lleven esas al aeropuerto, y nosotras buscaremos lo ultimo antes de irnos.Les explico a los chicos, de cualquier manera estamos a 5 minutos del aeropuerto y a cinco horas antes se partir.
-Busquemos ropa caliente y la ropa interior.- Le digo a mi Rosie, y ella asiente, comienza a tomar boxers, sin siquiera ver la talla.

-Roseanne, ni siquiera ves la talla.

-Claro que si, son los mas grandes que hay.

-Rosie, estoy viendo que no estar revisando la talla.- trato de revisar la talla, pero Rosé no me deja.

-Rosie, ¿y si no son los que me gustan?

-¡Si no te quedan yo me los quedare, no puedo creer lo bebe llorona que eres! ¡Espero que así no sean nuestros cachorros!- camino frente de ella imitándola sin que se de cuenta.

-¡Hey! ¡Lalisa! ¡Te estoy viendo!- Me regaña mi alfa.

-Lo siento, es que no me escuchas y estoy cansada.

-Entonces apresúrate y nos vamos a dormir un rato.- me dice abrazándome de la cadera, cual niña pequeña.

-Si, vamos.- Le respondo estirándome, terminamos las ultimas compras y aun tenemos suficiente tiempo, para descansar. Subimos las cosas al carro y los chicos nos acompañan.

-Cuando lleguemos chicas ¿ustedes pueden terminar de empacar las últimas cosas que compramos? Y tu ¿llevarlas al avion?-Les pregunto lo mas amable posible, mientras todos asienten.

-¿Se irán varios días parece que se irán años?-Pregunta una de las chicas que parece ser la coqueta pero sin mirarme.

-Solo en lo que nacen los cachorros.- responde Rosé poniendo los ojos en blanco, sigue sin creerme que tendremos cachorros muy pronto, tomo su mano y la beso.

-Quizas nos guste allá para criar a nuestros cachorros, es un pueblo prácticamente en dónde viviremos.- Cuando llegamos tomo de mis bolsillos varios fajos de billetes, se que son como trescientos o cuatrocientos dólares, y le entrego un fajo a cada uno, mientras me agradecen. En el elevador siento el cansancio de tanto caminar y abrazo a Rosé por la espalda, recargando mi cabeza en su hombro y abrazándola por la espalda.

La ultima enigmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora