Capítulo 11

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KARA soltó a Lena tan rápido como la había sujetado y se alejó. -Eso no tiene sentido.

- ¿No lo tiene? -ella sacudió la cabeza y se frotó las muñecas doloridas-. Estoy de tu parte, Kara. La mujer de Clark traicionó su confianza y mintió porque quería el dinero de la familia.

-Pero dijiste que deseabas que su matrimonio funcionase.

-Y así era, al principio. Por esa época estaba embarazada. Pensé que si Clark, heredero de la familia, podía sobreponerse a un matrimonio basado en un hijo inesperado, entonces quizás nosotros también tuviéramos una oportunidad. Yo no tenía la menor idea de que ella estaba mintiendo. Y vi lo que su traición le hizo a tu familia. Lo leí en tu carta. Y lo sentí en tus palabras. Cada vez me resultaba más difícil confesártelo. Odiabas a esa mujer. La odiabas porque había engañado a tu hermano para que se casara. Y había entrado en la familia utilizando un embarazo más que sospechoso. Hablas de la verdad. Claro que deseaba compartir contigo la noticia de mi embarazo, pero, ¿habrías podido anunciar otro embarazo inesperado en esas circunstancias? ¿Una familia dividida por la desconfianza, rota por el dolor y la tragedia? Lo dudo. La persona que yo conocí en Creta hubiera hecho cualquier cosa para ahorrarle a su familia más disgustos.

Lena hizo una pausa para tomar aire y para comprobar si sus palabras habían tenido algún efecto. Comprendió que había adoptado un tono demasiado noble.

-Además, me acobardé -Kara levantó la mirada hacia ella, pero Lena lo mandó callar hasta que hubiera terminado-. Me asustaba la reacción de tu familia. Temía que me odiaran por lo que había pasado. Temía que me acusaran de mentirosa, interesada y que me prohibieran volverte a ver.

Lena se encogió de hombros y suspiró.

-Así que elegí el camino más fácil. Guardé en secreto el nacimiento de Liam porque sabía que era tuyo. Había disfrutado las vacaciones en Creta y siempre tendría a Liam conmigo para recordarlo.

-No eres ninguna cobarde, Lena -dijo Kara con sus ojos azules clavados en ella con intensidad-. Nunca he conocido una mujer más valiente que tú.

-No lo creas -hizo caso omiso de su comentario-. Me acobardé cada vez más cuando Liam creció. Quería que lo conocieras, pero temía que lo alejaras de mí. Y tenía motivos para temerlo.

-Pero vas a dejarlo marchar -apuntó Kara.

-No quiero hacerlo -asintió a regañadientes-. Pero es lo más justo. Tienes derecho a disfrutar de nuestro hijo. Al fin y al cabo, es obra de los dos.

El silencio se adueñó de la habitación mientras ambas permanecían quietas. Finalmente, Kara lanzó un suspiró y cruzó la estancia hasta situarse frente a ella, acariciándole la mejilla con la mano.

- ¿Te das cuenta de lo que digo? Nunca he conocido a una mujer con tanta fuerza.

Lena apoyó la cara contra su mano en un gesto instintivo y aceptó la caricia.

-Has luchado en solitario para educar a nuestro hijo a lo largo de estos años -añadió Kara-. Y ahora vas a entregármelo.

Se formo un nudo en su garganta en otro momento, esas palabras habrían sido una acusación. Pero ahora parecían más próximas al respeto. Algo había cambiado, algo que le dio esperanza y ánimo para continuar.

—Estaba equivocada -dijo con la voz entrecortada-. Creía que hacía bien al ocultártelo, pero eso sólo complicó las cosas. Lo siento tanto, Kara...

Hundió la cabeza mientras las lágrimas acechaban en sus ojos verdes y Kara la estrechó entre sus brazos contra su pecho.

Frotó la espalda de Lena mientras le acariciaba la mejilla con la otra mano. Sintió la humedad en las yemas de sus dedos mientras Lena sollozaba entre hipidos.

Secretos de Amor y PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora