💜La historia de dos chicos que buscan amarse entre ellos y alejar a los demonios de sus mentes para poder amarse a si mismos y perdonarse entre ellos💙
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* AUTOCONCLUSIVA
*BL, representación LGBTIQ+
*Comedia romantica, juvenil.
💝...
No sé cómo fue que me dejé convencer de este trío de idiotas para venir a un lugar con mucha gente.
—¿Trajiste los megáfonos, Anny? —Karen hablaba un poco fuerte porque había mucha gente.
—¡Sí, sí! —vi como Anna sacaba dos grandes megáfonos y le daba uno a Karen—. ¡No vayas a dañarlo, son de mi papá!
—Ya ya, ni que dañara todo lo que toco
—Justamente porque dejaste caer mi celular en el baño de la escuela es la razón por la que te lo advierto —Anna fulminaba a Karen, quien solo sonrió nerviosa.
Jeremías y yo estábamos sentados simplemente mirando la conversación... Bueno, yo lo estaba haciendo porque Jeremías estaba mirando todo con ojos grandes y como si estuviéramos en Marte.
Y no lo juzgo, es la primera vez que viene a Colombia así que es normal jajaja.
—Aquí la gente está medio apagada a veces —suelta un bufido—. ¿Cómo dijiste que se llamaban los de esta región?
—Rolos —le respondí mientras me llevaba un sorbo de Coca cola, hacía un poco de calor— y eso porque no ha llegado tanta gente, porque aquí todos se ponen a gritar y a maldecir por un estúpido partido de fútbol.
Vi cómo mi primo ponía una sonrisa burlona. ¿Le habrá dado risa la palabra "Rolos"?
—¿Y tú de qué te ríes?
—Nada, nada —se empezó a reír entre los dientes—. Es que sigo sin creer que estés tan poco emocionado por un partido que va a jugar tu novio.
Puede jugar hasta el mismísimo Messi pero no me gusta el fútbol.
—Tu primo tiene razón, rulitos —Karen interviene—. El amor de tu vida va a jugar y tú estás aquí rogando que se cancele el partido.
—Cállate, sapa —le metí un puño en el brazo para que se alejara y volviera con Anna (cosa que hizo después de pegarme con el megáfono), volví a Jeremías—. La verdad es que no entiendo el fútbol ni porqué se vuelven tan locos por unos atembados que corren como idiotas detrás de un balón.
Jeremy soltó una que otra risa, pero no intentó llevarme la contraria, solo se quedó viendo a la cancha esperando a que empezara el partido.
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No sabía que para unas interdepartamentales se tenía que hacer una ceremonia como si estuvieran en un mundial.
Estaban los respectivos equipos en el centro de la cancha, los árbitros, y una chica no mayor a Jeremías estaba con un papel dispuesta a leer.
—Programa de ceremonia de las interdepartamentales nacionales dos mil veintitrés... —la chica leía como si todo eso ya se lo supiera de memoria—. Primero, himno nacional de la República de Colombia.
