Amor en bruto © (En curso)

💚 19: A veces quisiera....

DICIEMBRE 1 (Tres meses después)

6:00 PM

—No, no... No es lo que quiero.

Agh, escribir es más difícil de lo que pensaba.

Hoy es el día de nuestra graduación, por fin salimos de ese colegio del demonio y podremos ir a nuestras respectivas universidades (o hacer lo que nos convenga al futuro, ya que no todo es la universidad). Estoy en la habitación de Ashton sentado en su escritorio escribiendo la carta que hace meses me prometí escribirle.

Hoy será el día en que le diré lo que siento, no pasará de hoy. Quiero decirle lo muy importante que ha sido para mi en este año.

—Pero se ve bien escrita —Karen estaba al lado mío ayudándome (Porque no soy capaz de hacer nada sin ella).

—No quiero entregarle cualquier cosa... —Solté un ligero suspiro—. Solo quisiera poder decirle lo que siento en una carta.

—Anda, no te desanimes. ¿Cómo me queda? —Volteé a verla, Karen estaba con el uniforme de gala del colegio, en estos meses se dejó crecer un poco su cabello y le queda muy bien.

De pensar que la conozco desde hace años solo me hace tenerle fe a que ella conquistará el mundo, y yo también quisiera formar parte de esa conquista.

—¿Estoy muy linda como para que me mires como bobo? —No pude evitar la vergüenza y mi mirada se puso en la carta, la escuché reírse intensamente.

—¡No digas eso! —sentí que mi voz se agudizó un poco—. Te queda bien, estás presentable...

—Aaay, gracias, mi maruchan —sus brazos se envolvieron alrededor de mi cuello y me abrazó, mantuvo sus brazos apoyados sobre mis hombros—. Tú también te ves bien, pero te falta la corbata y en unos minutos nos vamos.

—Sí —No se ponerme esa cosa, quien haya inventado las corbatas era un chiflado—. ¿Podrías?

—A ver, levántate.

Hice lo que me dijo, me levanté y le extendí la corbata, ella era notoriamente más baja que yo (me llega hasta la barbilla). Karen toma la corbata y empieza a ponerla, desde que conozco siempre me ha ayudado a acomodarla ya que nunca supe cómo ponerla, lo hacía cada vez que teníamos izada de bandera en la escuela o cuando en algunas ocasiones iba con ella a la iglesia con su familia, cosa que deje de hacer por mucho tiempo.

Y esta será probablemente la última vez que me ayude.

A veces quisiera que la escuela nunca se acabara.

—Listo —dijo ella con una leve sonrisa y bajándome el cuello de la camisa—. No te la vayas a molestar, por favor, estás muy alto para poderte seguir ayudando.

Lo único que pude hacer es reírme. En eso escuchamos que abren la puerta. Era Ashton, tenía puesto también el traje manga larga del colegio al igual que yo, su cabello estaba más o menos peinado (El mío no lo estaba, digo, ¿cómo peinas unos rulos como los míos?). En ese momento doblé la hoja de papel que tenía en el escritorio y puse la carta en una esquina sin que él lo notara.

—Están muy bien los dos —Ashton sonreía, y mientras decía eso él y yo nos mirabamos fijamente, sentí mis mejillas arder por un momento pero me contuve—. Hoy es nuestra graduación...

—Gracias a Dios —suspiró Karen—. Ya no soportaba un año más en ese colegio, ya me tienen harta los profesores y todo eso, me siento mal por las promociones futuras.

—La verdad yo también estaba agotado de tantas cosas de la escuela —Ashton le seguía la corriente, yo me limitaba a escucharlos—. Aunque lo malo es que tendremos que ir a la universidad y probablemente allá sea más difícil todo —él voltea a mirarme, sentía su mirada fija en mí y yo solo estaba concentrado en que no viera el papel—. ¿Y tú qué opinas sobre este día, Henry?