01

1K 79 3
                                    

Joy

Estoy viendo qué ponerme para la cena de San Valentín que Nil y Asher han organizado, es algo estúpido que celebren ese día pero como son mis amigos y hay comida, no puedo negarme.

Y Wil.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al pensar en él.

Es difícil querer admitir que la persona con quien has compartido casi toda tu vida sea ahora la que tenga revuelta mis hormonas.

Me siento un chiquillo de quince años.

Wil es padre de dos hermosas niñas. Su madre murió en un accidente automovilístico. Aun puedo recordar a la bella Cataleya, era una mujer llena de vida y esperanza y fue muy triste cómo terminó su vida.

A Wil le costó sobrellevar la muerte de Cata, y más por sus hijas, era ahora un papá soltero de dos pequeñas de las cuales no tenía ni la menor idea de cómo ser el mejor padre para ellas sin su madre.

Con terapias fueron superando la muerte de Cata, claro, ahora solo está en nuestros corazones como un bello ángel.

Y me siento terrible al sentir cosas por Wil, sé que le prometí a Cata cuidar de él y las niñas por si ella llegaba a faltar, y lo haría aunque ella no me lo hubiera pedido porque ellos son mi razón de vida, la única familia que me queda.

Nunca creí poder sentir algo por el que creí mi hermano de otra madre. Nosotros prácticamente nos criamos juntos, nuestras madres eran íntimas amigas y ellas querían lo mismo para nosotros y así fue. Desde que tengo memoria, Wil y yo hemos estado para el otro, en cualquier momento, siempre nos hemos contado nuestros problemas y solucionarlos juntos, pero ahora yo tengo un problema.

Y es él.

El timbre de la casa suena y yo aun sigo con una toalla alrededor de la cintura, el timbre insiste así que voy así a ver quién puede ser tan tarde.

Al llegar y abrir, me sorprende ver el cuerpo corpulento de Wil en mi entrada.

Él me repasa de pies a cabeza y puedo ver cómo traga fuerte como si estuviera algo nervioso, y para ser sinceros, yo estoy igual que él.

— Lo siento, no sabía si venir o no.

— No hay porque disculparse, y no sé por qué tocas si tienes llaves. Pasa.

Él entra y va directo a la sala y yo lo sigo dudoso si ir así como estoy o irme a cambiar.

— Quiero preguntarte algo y sé totalmente sincero conmigo. —me veía con una mirada nerviosa y eso me ponía más nervioso a mi.

Solo asentí dándole seguridad.

— ¿Te gusto?

Carajo.

Su pregunta me tomó por sorpresa y al querer dar un paso hacia atrás, no ubiqué mi pequeña mesa y sentí que caí de culo al suelo.

— Mierda. —dijo Wil.

Pensé que lo decía porque me había caído, pero no, fue porque mi toalla se soltó de mi cintura dejando así mi miembro al descubierto.

— ¡Mierda! —me tapé como pude rápidamente y estaba seguro que mi cara era ahora un tomate.

Debí irme a cambiar antes.

— Ahora vuelvo. —y salió disparado de la sala directo al baño.

Si no me equivoco, iba acomodando su pantalón.

No quise darme ideas y solo subí a mi habitación para poder cambiarme. Me puse un bóxer y un pantalón formal color negro.

Estaba por ponerme la camisa cuando la puerta de mi habitación fue tocada y luego entró Wil algo sudado.

— Discúlpame, en primer lugar no debí de venir, y en segundo, no debí preguntarte algo tan estúpido.

Discretamente fui al bulto que tiene entre sus piernas y al parecer se dio cuenta porque rápidamente se dio la vuelta para irse.

— ¡Wil Jonhson! ¡Ni se te ocurra irte así!

— Joy… no sé qué me pasa, solo he venido aquí porque hace meses tú estas extraño conmigo cuando antes parecías chicle pegado en mi zapato.

Me reí un poco por eso último, porque es cierto, antes era él el que no soportaba que estuviera solo a su lado molestándolo.

— Wil, es complicado, ahora soy un adulto, pienso diferente a cuando éramos unos chiquillos, y hemos cambiado. Tú eres papá ahora y yo soy solo un mujeriego de mierda. Y no es que no me guste que seas papá, sabes que amo a las princesas, así como te amo a ti.

— Joy…

— Se nos hará tarde Wil, sabes que Asher nos matará si no llegamos.

— Joy.

— Me cambiaré rápido para que nos vayamos.

— ¡Cierra la puta boca y déjame hablar carajo!

No dije nada más.

— ¡Di algo!

— Pero si me acabas de decir que cerrara mi puta…

Sin siquiera verlo venir, solo juntó sus labios a los mios.

Yes, daddy (Gay) +18 || 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora