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Wil

No estaba muy seguro de lo que estaba haciendo justo ahora o si era un increíble sueño, pero, al sentir los labios de Joy, me aseguran que estoy en la vida real y que en verdad lo estoy besando.

Cinco horas antes

Eso es todo por hoy chicos.

Hoy es un día pesado.

Era el día de San Valentín, donde todos los estudiantes están más que revueltos con sus hormonas de enamorados, y así es donde más vigilados estan de que no estén dejando sus espermas por doquier.

No he dejado de pensar en Joy, y más porque aun no esta resuelta su incomodidad hacia mi.

Extraño a Joy, carajo, lo extraño pero de una manera diferente, ahora parte de su ausencia hacia mi me pone incómodo. He estado de mal humor hoy, incluso llegue a exaltarme con un estudiante cuando jamás he gritado o sido así.

Joy definitivamente me esta afectando.

Luego de un día duro en el trabajo, al fin llego a casa.

Mis princesas siguen donde mi hermana, le avisé que en un par de horas las iría a recoger para que vayamos a la cena de San Valentín, a mis niñas les encanta jugar con Percy, el hijo de mis amigos.

Voy hacia mi habitación y despojo mi ropa de mi cuerpo, estoy cansado y lo único que quiero es tomar un baño relajante.

Entro a la ducha y siento como el agua fría recorre cada centímetro de mi cuerpo.

Me permito cerrar los ojos un momento para relajarme y unos ojos grises se me cruzan por la mente.

Maldito Joy y sus hermosos iris.

Joy es un hombre grande en estatura, pálido y con unos hermosos ojos.

Cuando está nervioso o apenado, su sonrojo lo delata y se me es más fácil de leer y siempre lo tomé como ventaja.

Sin darme cuenta, mi mano ya estaba en mi miembro erecto.

— Joder.

Quité mi mano y seguí duchandome, porque ya parecía un adolescente.

Cuado salí de la ducha, estaba en una pelea interna de si ir a casa de Joy para aclarar las cosas o esperar a que él decida contarme qué pasa en realidad.

Al final mi curiosidad me ganó y ya estaba en mi auto en dirección a la casa de Joy.

Yo tengo llaves, pero justo ahora no era apropiado entrar así cuando las cosas con nosotros estan raras.

Empecé a tocar el tiembre de la casa y por un segundo pensé en irme de aquí pero un Joy en toalla me abrió.

Dios mio.

Él sabe que es hermoso y no duda en lucir su cuerpo.

— Lo siento, no sabía si venir o no.

— No hay porque disculparse, y no sé por qué tocas si tienes llaves. Pasa.

Entro y sin mirarlo voy directo a la sala.

— Quiero preguntarte algo y sé totalmente sincero conmigo. —dije algo nervioso.

Él solo asintió

— ¿Te gusto? —así, sin tapujos.

Él dio un paso hacia atrás y fue tan rápido que él ya estaba en el suelo con su cuerpo totalmente desnudo.

— Mierda. —dije al ver su gran miembro.

— ¡Mierda! Joy se tapó rápidamente y su rostro era como el de un tomate.

— Ahora vuelvo. —fui directo al baño porque sentí mi miembro que comenzó a despertar.

Una vez ya en el baño, no sabía qué hacer, me dolía la polla a más no poder y la imagen de Joy desnudo no se iba de mi mente.

Así que desabroché mi pantalón y lo bajé junto a mi bóxer y empecé a masturbame.

Bastó solo un par de minutos para correrme en grandes chorros imaginándome a Joy.

Salí del baño sintiéndome como un chiquillo y con un bulto que no quería bajarse.

Fui a la habitación de Joy al no encontrarlo en la sala. Toqué su puerta y entré.

— Discúlpame, en primer lugar no debí de venir, y en segundo, no debí preguntarte algo tan estúpido.

Dio un vistazo rápido a mi miembro y con eso di por concluida esta visita. Estaba seguro que mi cara estaba de mil colores.

— ¡Wil Jonhson! ¡Ni se te ocurra irte así! —gritó a mi espalda.

— Joy… no sé qué me pasa, solo he venido aquí porque hace meses tú estas extraño conmigo cuando antes parecías chicle pegado en mi zapato.

Él comenzó a reír con eso último.

— Wil, es complicado, ahora soy un adulto, pienso diferente a cuando éramos unos chiquillos, y hemos cambiado. Tú eres papá ahora y yo soy solo un mujeriego de mierda. Y no es que no me guste que seas papá, sabes que amo a las princesas, así como te amo a ti.

— Joy…

— Se nos hará tarde Wil, sabes que Asher nos matará si no llegamos.

— Joy.

— Me cambiaré rápido para que nos vayamos.

— ¡Cierra la puta boca y déjame hablar carajo!

Él no dijo nada más y eso me impaciento.

— ¡Di algo!

— Pero me acabas de decir que cerrara mi puta…

Sin siquiera pensarlo, solo lo besé.

Sus labios eran tan suaves, tan gruesos y tan exquisitos.

Nos separamos del beso todos agitados.

— Wil.

— No digas nada.

— Nunca estuve seguro de nada en mi vida, pero ahora estoy seguro de que quiero estar contigo, Wil.

— Joy. —no estaba seguro de lo que quería, solo me ponía a pensar en mis hijas y si esto sería lo mejor.

— No tienes que responder ahora, Wil. ¿Vamos a esa cena?

— Vamos.

Yes, daddy (Gay) +18 || 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora