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Mis años a lado de mi marido han sido de los mejores juntos hemos vivido muchas experiencias, buenas o malas siempre nos hemos procurado el uno por el otro.

De nuestro matrimonio han nacido dos hermosos niños Mos de 5 años y Fort de apenas dos meses aunque desde que supe de mi embarazo todo había cambiado con Mile.

Cuando conocí a Mile supe al instante que él era el amor de mi vida, un hombre guapo, inteligente y sumamente cariñoso me sentía acomplejado cuando lo conocí y como no si él vestía un Traje de marca bien planchado y yo iba en unos shorts cortos y en sandalias pero todo cambió cuando intercambiamos miradas y unas cuantas palabras para saber que éramos almas gemelas.

El es un hombre de familia adinerada es educado y muy fino le gusta poner atención a los pequeños detalles y cuando nos casamos compro todo un armario de ropa fina para mi, sabía que quería decir con eso, quería que fuera un esposo que siempre estuviera arreglado para cuando él llegara.

La cosa es que cuando tienes dos hijos traviesos todo se complica más.

-Mos, hijo deja de correr vas a botar el jarrón favorito de papá-Hable desde el sofá de la sala y es que no podía ir tras él mientras tenía mi bebé lactando.

-¡Mamá quiero ir al circo!-Sonrió sentándose a mi lado.

-Le diremos a papá que nos lleve cariño, ahora levanta tus juguetes del suelo o papá podría molestarse-Sonreí acariciando sus cabellos.

Mos era travieso pero a la vez era muy obediente y respetuoso con sus mayores.

El sonido de la puerta llamó nuestra atención ahí estaba el, con su traje bien planchado y su cabello perfectamente peinado.

-¡Papá!-Sonrió el pequeño corriendo hacia su padre abrazándolo.

-Campeón-Sonrió revolviendo su cabello.

-Amor, ¿Como te fue?-Sonreí acercándome a él.

-Apo, ¿que es esa forma de recibirme?, ¿aún sigues en Pijama?-Dijo viéndome .

-Lo siento cariño, Fort hoy no me dejo arreglarme no se que tiene está muy intranquilo no quiere dormir y tampoco quiere estar en su cuna-Dije excusándome y es que tampoco había podido tomar un baño.

-Sabes que me desagrada que tengas esas cosas pegadas a tu pecho-Dijo viendo los extractores de leche.

-Lo se Mile pero si no lo hago mi pecho dolerá toda la noche.

-Sabes que no digas nada últimamente te me has hecho demasiado desagradable, no te vistes bien y sigues usando esas cosas.

Suspire frustrado no quería empezar una pelea frente a mi hijo de 5 años no merecía vernos pelear.

-Entonces puedes tomar por favor a Fort para darme un baño y arreglarme para ti-Hable acercando la carriola a él.

-Bien, ponte el traje de seda rosa que me gusta.

Asentí subiendo a la habitación estaba agotado todo el día estuve arreglando la casa, cuidando de mis hijos y preparando la cena lo mínimo que quería era un beso de mi marido pero ni siquiera eso.

Me sentía más obligado a arreglarme que por gusto propio antes de tener a mis hijos era común que me encontrara arreglado y bien a perfumado pero ahora era distinto, incluso le desagradaba la idea de que amamantara a sus hijos.

Y no lo mal entiendan amo a mis hijos pero de vez en cuando desearía tener un tiempo para mi también como el.

Ese fue el primer rose entre ambos.

-Listo-Susurre terminando de aplicar un poco de brillo labial.

-Apo apresúrate Fort quiere que lo cargues-Dijo desde la planta baja.

Suspire bajando rápidamente para cargar a mi bebé, este Gimoteaba en sus brazos no les gustaba la manera en que Mile lo cargaba.

-Te prepare la cena en un momento te sirvo-Dije entrando a la cocina para servir en dos platos de cerámica la cena, era curry uno de sus platillos favoritos.

-Listo-Susurre con dificultad y es que ni siquiera se levantó para ayudarme con el plato sabiendo que tenía en brazos al bebé.

-Gracias.

-Mos, ven a comer tu sopa de verduras-Sonreí ayudándole a sentarse y colocarse su delantal porque si, también le molestaba ver si los niños se ensuciaban sus ropitas.

-¿Y como te fue?-Dije mientras seguía dándole de comer a Mos.

-Bien, saldré al casino más tarde.

-Deberías quedarte Fort no me ha dejado descansar y realmente necesito tu ayuda Mile.

-Apo, no entiendo de qué te cansas los niños no son tan traviesos como dices además ya quede con los demás.-Dijo limpiando las comisuras de sus labios para levantarse e irse.

Suspire levantando los platos sucios, que obviamente yo tenía que lavar, era cansado pero me estaba acostumbrado a su indiferencia también.

•••Dɪᴠᴏʀᴄᴇ••• (Mɪʟᴇᴀᴘᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora