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Apo se encontraba preparando un delicioso desayuno, había hecho huevos, tocino y una gran torre de panqueques para su marido y hijo.

—Buenos días—Hablo Mile entrando a la cocina con dos corbatas en sus manos—Huele bien.

—Gracias—Dijo Apo mirándolo—Tengo cita para la primer ecografía, ¿Quieres venir?

—No puedo, Tengo una reunión importante—Hablo sentándose—Sírveme el desayuno.

Apo suspiro tomando el plato del desayuno para dejarlo frente a su esposo, vio a su pequeño hijo Mos bajar contento y con su mochila de dinosaurio.

—Papá, ¿Irás a mi partido de béisbol?—Sonrió subiéndose a las piernas de su padre.

—No cariño, Papi se ocupará hoy pero no estes triste este fin de semana te llevaré al parque de diversiones—Dijo viendo a su hijo con un puchero y sus ojitos llorosos.

—Mos te lo dijo con tiempo Mile, no puedo creer que no puedas hacer un tiempo en tu agenda para tu familia.

—No empieces Apo, Sabes que no tengo tiempo para estupideces—Bufo dejando la servilleta en la mesa—Iré a terminarme de arreglar.

Suspiro ayudándole a su hijo a tomar su desayuno, odiaba ver a su hijo triste pero así era su padre.
Mos y Apo se encontraban platicando de la escuela cuando escucharon un lloroso de la parte alta era su pequeño Fort se había despertado hambriento.

—Cariño, come con cuidado si, iré por tu hermanito—Sonrío besando la coronilla de su hijo para subir a la habitación por su bebé que se encontraba rojizo por el llanto reciente.

—Hola cariño—Sonrió cargándolo mientras lo mecía entre sus brazos, una sonrisa se formó en la boquita de su hijo.

Escucho a su esposo hablar por teléfono iba a pasar de largo pero algo llamó su atención.

—Estoy libre esta noche, si yo también quiero verte—Dijo Mile mientras sonreí—No, ya le dije que no podía que tendría una reunión hoy.

Sintió su corazón partirse, no solo le había mentido a él, sino también a su pequeño hijo de cinco años, bajo con su bebé en brazos y casi unos segundos después bajo el totalmente arreglado.

—Ya me voy—Dijo en la puerta de la cocina.

—¿Llevarás a Mos?, o tienes algún pendiente con alguien—Dijo sin darle la cara

—ahora que estás inventando, estas loco Apo solo harás que Mos piense mal—Dijo con molestia.

—Olvídalo, ya vete—

Mile se sentía tan molesto que por una vez pensó en darle una lección a su esposo, pero prefirió irse antes de que cometiera un error.

(...)

Apo Bajo del auto junto a sus dos hijos, con Mos de la mano y Fort en sus brazos, ellos siempre llamaban la atención no solo por su apellido sino por la belleza que poseía cada miembro de su peque familia.

—¡Mos!—Una pequeña voz llamó la atención de apo y su hijo quien soltó su mano para abrazar al otro niño.

—¡Ta!—Ambos habían empezado a jugar mientras reían—Mira Ta es mi mami.

—Así que tú eres el pequeño Ta el mejor amigo de mi bebé—Sonrió al ver al niño asentir sonriente—Bueno entonces te parece venir a su fiesta de cumpleaños este fin de semana.

Ta asintió mientras abrazaba a Mos, sonrió al ver a su padre acercarse junto a su hermano mayor.

—Buenos días, lamento que Ta lo moleste se soltó de mi mano y no lo veía por ningún lado—Sonrió el hombre frente a Apo—Me llamó Bible Summetikul.

—Apo Nattawin—Sonrió estirando su mano para saludarlo.

—Tienes un nombre precioso—Sonrió Bible tomando la mano de Apo para besar el dorso de su mano.

—Muchas gracias, Ta es un niño muy tierno a propósito, Mos tendrá una fiesta este sábado por su cumpleaños y esperamos que nos puedan acompañar.

—Por supuesto ahí estaremos, ¿me dejas invitarte un café?—

—Claro porque no—Sonrió dejando un beso en la mejilla de Mos—Ta, cuídalo por favor.

El menor asintió y Mos lo miró con un puchero y enojado.

—¡Yo me sé cuidar solito!—Ta lo tomo de la mano y se adentraron en el colegio.

Ambos adultos rieron.

—Vamos conozco una cafetería que te encantará—Sonrío abriendo la puerta de su auto.

—Está bien—Sonreí.

(...)

Apo veía con asombro el lindo lugar, desde que se había casado no había vuelto a pisar un restaurante o alguna cafetería pero el rico aroma a café despertó su hambre.

Ambos tomaron asiento en una mesa alejada y dejó a Fort en su carriola mientras lo mecía despacio.

—Entonces eres esposo del gran Mile Phakphum, es un gran empresario había escuchado de él—Dijo reposando sus brazos sobre la mesa.

—Si, la verdad evita que salgamos mucho en cámaras o en sus entrevistas dice que prefiere que mantengamos un perfil bajo.

—Lo entiendo, tal vez teme a que otros puedan enamorarse de ti—Sonrió bebiendo su café.

—Que dices—reí mientras probaba mi pastel de chocolate—Puedo preguntar, ¿Que paso con tu esposa?

—Cuando Ta nació empezamos a tener problemas, nos separamos poco después pero lastimosamente tuvo un accidente automovilístico y perdió la vida.

—Lo lamento creo que no debí preguntar—Dije apenado.

—Está bien digo ya es cosa del pasado y lo hemos superado—Sonrió con calidez.

—Debo irme, fue un gusto platicar contigo—Sonreí—Dejare lo de mi pastel.

—No, yo te invite yo pago—Sonrió—Nos vemos el sábado entonces.

(...)

Caminé hasta la escuela donde había dejado mi auto, pero vi a mi esposo recargado en el mirando su teléfono con el ceño fruncido al parecer estaba en problemas.

—¿Mile?—Hable viéndolo levantar su mirada viéndome con molestia.

—¿Se puede saber con quién estabas? —Bufo tomándome del brazo con fuerza.

—Salí a tomar un café, quería distraerme un rato--Dije alejándome un poco--¿Qué haces aquí?

—Me dijeron que te habías ido con alguien así que vine a comprobarlo y mira que tenían razón eh—Dijo empujándome dentro de su auto no me dio tiempo de acomodarme cuando me había soltado una bofetada.

Solloce tocando mi mejilla ardía por la fuerza que había puesto solo me quede callado mirando por la ventana en todo el recorrido a casa.

—Eres un fácil, ¿lo sabias no? —rio con amargura—No respetas ni siquiera porque él bebe está contigo.

—No podre ir al partido de Mos con la mejilla roja—Susurre

—Te merece eso y más Apo, entiende una sola cosa eres mío y no puedes hablar con otros—Hablo cerrando la puerta de golpe.

Me quede asustado dentro del auto no quería moverme tenía miedo jamás pensé que el sería capaz de levantarme la mano.

•••Dɪᴠᴏʀᴄᴇ••• (Mɪʟᴇᴀᴘᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora