Bienvenido Olaf.

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Buenos días!!!!

Un viernes más, que emoción!!!! Quiero agradecerles a todos los que han pasado a leer, comentar y votar por mi historia, les agradezco mucho que la sigan y que les esté gustando, la hago con mucho cariño para todos ustedes.

En fin como ya es costumbre en mi, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 7.

 
Era el día, al fin Seiya tendría a su bebé, todos en el castillo estaban nerviosos e Hilda se dedicó a rezarle a Odín por su protección para que todo saliera bien, Fenrir se encargó de todo lo necesario para llevar a Seiya con el médico y podía ver como el castaño estaba más nervioso que nunca, se veía pálido y estaba caminando por la habitación como si tratara de hacer un agujero en el piso.

 
-       Seiya el médico dijo que deberías de calmarte, que será algo rutinario y que no te pasará nada – Fenrir lo decía tranquilo, pero por dentro se estaba muriendo de nervios, pero no podían estar los dos en pánico, alguien debía de guardar la compostura.

-       Ya sé, pero tengo miedo… no quiero que le pasé nada a Olaf – Olaf era el nombre que le puso Fenrir y todos conocían a su bebé por ese nombre y era el nombre que quería darle a su hijo, ya que después de todo el Dios Guerrero se había esforzado mucho en ponérselo y a Seiya le había encantado.

-       Seiya, no les pasará nada malo, te prometo que estaré en todo momento contigo, nada les pasara – el castaño lo vio con lagrimas en los ojos y lo abrazó.

-       Jura que no te irás de mi lado – dijo mientras lo abrazaba.

-       No me separaré de ti en ningún momento – mientras estaban abrazados Syd entró para ayudarlos a llegar con el médico y al ver la escena se sonrojo.

-       Ay… perdón yo no quería… los espero afuera – el Dios Guerrero salió y afuera esperó a que salieran, cuando al fin lo hicieron todos iban en un silencio incómodo, él ya había notado que a su amigo le gustaba el ex caballero, pero no estaba seguro hasta que punto habían empezado a interactuar, así que ahora que los había visto abrazados pensaba que todo se “había acomodado”, pero ya después le preguntaría con más calma.

 



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Llegaron con el médico y empezaron a preparar a Seiya para el procedimiento, una vez tuvo la batita especial notó que se le veía todo por atrás, así que avergonzado estaba pegado a la pared, no era precisamente la imagen que quería dar a Fenrir, pero para el Dios Guerrero ver al castaño semidesnudo enfrente de varios desconocidos lo estaba matando, quería dejarlos a todos ciegos, pero eran los únicos que podrían ayudar a Seiya en esos momentos.

Así que sin medir sus celos puso su capa blanca en la espalda del castaño y se colocó detrás de él asegurándose que nada de él se viera más de lo necesario, cosa que hizo que Seiya se sintiera más protegido y que Syd quisiera vomitar, desde que su amigo se había enamorado tenía acciones tan románticamente vomitivas que no podía creer que Seiya no se hubiera dado cuenta de los sentimientos que tenía el peli blanco por él.

Para ese día en la tarde Seiya ya era papá, pero solo había podido disfrutar de su nuevo título hasta entrada la madrugada ya que tardaron en pasaron los efectos de la anestesia y no tenía todas sus habilidades motrices, cuando el castaño despertó eran las 3 de la mañana y vio que junto a él estaba dormido Fenrir, al parecer se había quedado ahí esperando a que él diera señales de vida.

Lejos del Santuario. Saint Seiya (Yaoi18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora