Buenos días!!!
Un nuevo capítulo y un nuevo viernes, les recuerdo que actualizo cada semana y que esta idea es de uno de mis seguidores jejejejeje yo solo la desarrolle.
Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.
Capítulo 2.
Seiya había decidido alejarse del santuario, lo suficiente para que ninguno de sus habitantes sintiera el cosmos de su hijo, tenía miedo de que se lo quitaran para entrenarlo, luego pensó que nadie quería al hijo de un desterrado, así que dejó de alejarse del lugar.
Estuvo buscando varios lugares para vivir, pero en todos se sentía inseguro, después de todo él había sido el culpable de que muchos dioses no pudieran cumplir su cometido, así que sentía que el peligro lo asechaba en cada esquina… no sabía a donde moverse, no podía dormir y estaba seguro que esa vida errante no era lo mejor para su hijo, así que decidió resguardarse bajo los dominios de otro dios para así evitar que lo mataran.
Sabía que los dioses griegos no le brindarían protección, así que recordó el día que salvaron a Asgar, iría con Hilda y le rogaría protección, sólo hasta que pudiera dar a luz a su bebé y pudiera enseñarle a protegerse, una vez supiera que estaba a salvo de iría sin causar más problemas.
Al llegar al pueblo de Asgard, Seiya buscó hablar con Hilda, la chica lo recibió y sorprendida notó que no venía con la caja de su cloth y tampoco podía sentir la protección de Athena sobre él.
- Seiya de Pegaso – empezó a hablar Hilda.- Solo Seiya… he sido desterrado del santuario y ya no porto la armadura de Pegaso – la chica quedó impactada, ese niño había sacrificado mucho en las guerras para lograr la paz y había sido desterrado con tanta facilidad.
- Seiya… pasa siéntate y cuéntame el motivo de tu visita – el caballero fue rápidamente acogido por las doncellas que servían a Hilda y lo sentaron en una mesa para que pudieran beber algo caliente.
Seiya le contó todo lo que había pasado en ese año, desde que los caballeros de oro habían revivido, hasta como había sido exiliado del santuario, le juró a Hilda por cuanto dios conocía que los rumores no eran ciertos, pero que su palabra no había valido nada en el santuario y al final nadie había confiado en él. Hilda vio como el pobre niño se desmoronaba en su presencia, se sintió mal e impotente por no poder ayudarlo, pero entonces el castaño llegó a la parte importante del por qué estaba ahí.
- Se que estoy pidiendo mucho, pero necesito un lugar seguro para poder tener a mi bebé, pero se que los dioses que he vencido podrían aprovechar la situación para matarnos a ambos… sólo busco un lugar donde poder criar a mi hijo hasta que se pueda defender, sólo hasta ese momento ruego la protección de Odín – la chica sonrió con dolor, de verdad solo buscaba tener a su hijo sano y salvo.- No tienes que rogar, te debemos mucho desde el día que liberaste a Asgard del poder de Poseidón, tal vez tu diosa, tus amigos y tu pareja no hayan creído en ti, pero yo sí confío y se que jamás serías capaz de hacer tales actos indecentes – Seiya la vio con mucha esperanza, era la primera que le creía – así que mientras exista Asgard tu y tu familia serán protegidos por Odín, así que tu tranquilo, podrás quedarte el tiempo que quieras – el castaño quedó de piedra y abrazó a la mujer con mucha felicidad, ya que jamás pensó que serían tan amables con él.
Y así Seiya fue guiado a una habitación donde podría quedarse, Hilda le ofreció asilo en lo que daba a luz para que su bebé saliera sano, después de tenerlo se comprometió a ayudar en lo más posible para pagar el favor de darle asilo, al inicio él se sentía incómodo de estar ahí sin hacer nada, así que le pidió a Hilda que le diera aunque sea una tarea pequeña para no sentirse inútil, pero ella se negó argumentando que estaba en una etapa delicada de su vida y que debía de cuidarse más. Ese día que Seiya llegó se sentó a la mesa con todos los miembros del castillo.
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Lejos del Santuario. Saint Seiya (Yaoi18+)
FanficSeiya es un buen chico que siempre ha tenido el respeto de sus compañeros, pero todo cambia después de una misión con Death Mask donde no solo perdió la confianza de sus amigos, sino también a su pareja y terminó en el exilio. Sin protección divina...