Lejos del Santuario. Saint Seiya (Yaoi18+)

Regresando al santuario.

Holaaaaaa!!!

Lamento no haber actualizado la semana pasada, mi Wattpad se puso de reina y no me dejaba escribir y tampoco me permitía corregir y luego ni me dejo tocarlo, bueno fueron un sin fin de problemas que acabaron haciendo que quisiera aventar la computadora por la ventana, así que bueno ya quedó así.

En fin esta semana actualizo este primero para que no quede pendiente, espero que la app no me sigua odiando... porque ya le agarre la onda y detestaría tener que mudarme a AO3 que ni le entiendo a la mentada plataforma... mi vejez me impide entenderle.

En fin, como ya es costumbre en mi espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 12.
 

Seiya se encontraba dormido cuando tuvo una visión del santuario, veía a la gente sufriendo, veía a muchos niños llorando y a todo el santuario cubierto por una bruma negra, veía a todos arrodillados con sangre en sus cuerpos y parecía que sus cuerpos no poseían almas.

Asustado Seiya se levantó a la mitad de la madrugada, él había sido expulsado del santuario así que por más preocupado que estaba por la gente que vivía en los alrededores no podía ir a ver que pasaba, él no podía perdonar a Athena o a los demás, pero cuando lo exiliaron las personas que vivían alrededor del mismo le ofrecieron comida y refugio para que no se quedara en la calle, así que quería devolverles un poco de la amabilidad que le había brindado, pero para él era imposible pararse ahí, mucho menos ahora que tenía a Olaf con él.

-       Lamento no ser de ayuda… pero sí me acerco a ustedes solamente me pondré en peligro – el pobre se sintió culpable, así que solo pudo quedarse recostado en su casa sin poder dormir.

 

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Mientras tanto con Aioros y Aioria, estaban dormidos cuando sintieron el llamado de Athena, era un llamado urgente para que fueran al santuario, al parecer algo muy malo estaba pasando para que la diosa los llamara de esa manera, después de todo hacía muchos años que ella no los requería en ese lugar.

Los dos con mucho pesar en su corazón tuvieron que regresar a Grecia para ver que pasaba, pero de cierto modo Aioria no quería irse sin avisarle a Olaf porque, así que le pidió de favor a los aldeanos que le entregaran una nota donde él le explicaba el motivo de su partida.

Ambos tomaron todas sus cosas la gente de ese pueblo les agradeció la ayuda que les habían brindado en tan poco tiempo y los vieron partir bastante rápido a la mitad de la noche.

Justo cuando se alejaron del pueblo se escuchó a los lobos de Fenrir aullar por toda la enorme zona que pertenecía a Asgard así que los Dioses Guerreros e Hilda suspiraron aliviados al saber que al fin los caballeros dorados se habían ido.

 

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Hilda por su parte en su palacio se sintió aliviada de saber que al fin se habían ido ambos caballeros, ellos pensaban que al fin se habían dado cuenta que Seiya no estaba ahí y que jamás volverían, pero ninguno de ellos estaba enterado que Olaf incluso había convivido con ellos.

 
-       Señora ahora que se han ido Seiya estará a salvo – decía Thor sonriendo, habían estado tan estresados cuidando Asgard que ni dormir bien habían podido, así que ya se les notaba el cansancio en el rostro.

-       No bajaremos la guardia aun, por el momento se han ido, pero haremos rondas todas las noches para asegurar que no hayan vuelto – ordenó la peli plateada, todos estuvieron de acuerdo y al menos por esa noche los dejó descansar bien.

 
La mujer se levantó del lugar donde estaba su trono y caminó al lugar donde siempre le rezaba a Odín para que mantuviera a Asgard congelado, extendió los brazos hacia el cielo y continuó con su trabajo normal, pero dentro de su petición continua para que se mantuviera congelada esa zona del planeta le pidió a Odín que le mostrara que es lo que pasaría en el futuro, qué es lo que le esperaba a Seiya y a su hijo Olaf y sobre todo que la guiara para poder cumplir el destino que él les tenía preparados a esos dos.

 

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Mientras tanto en el santuario todo el mundo estaba recluido totalmente en sus casas, nadie podía caminar en las calles y tampoco entrenar fuera de sus respectivos templos, Athena veía la lluvia que caía y la veía con frustración y angustia, había llagado de sorpresa igual que todos los males que habían nacido de esa sombra que mantenía al santuario en un estado de noche eterna.

Cada que tocabas el agua de la lluvia te empezaba a quemar la piel y te salían ámpulas bastante dolorosas que al explotar sangraban la mujer había logrado curar a todos aquellos que se habían visto involucrados en terrible dolor, pero no había logrado frenar la lluvia, había intentado disipar las nubes con su cosmos, pero había sido imposible.

Estaba tan frustrada que ya no sabía como alejar esa sombra del Santuario, lo peor es que no parecía querer destruirla simplemente parecía quererla hacer enojar, llevarla a su limite y de esa manera volverla loca, pero no iba a perder esa pelea, pero se volvía complicada su tarea, si seguía esa lluvia pronto habría escases de alimentos y el santuario y sus alrededores estarían en problemas.

Mientras pensaba eso sintió el cosmos de Aioria y Aioros cerca del santuario, pero al parecer ya habían notado que tratar de entrar a la lluvia era imposible, al menos si no quería acabar con las ámpulas en la piel que después sangrarían, la mujer pensó que si reunía a sus 12 caballeros podría alejar la sombra, pero dejando de lado que Death Mask estaba muerto y aun no contaban con un nuevo remplazo, además de que Aioria y Aioros no habían estado en el santuario no sabía si sería útil lanzar el cosmos dorado al cielo, pero necesitaba intentarlo, la gente que estaba a su cargo no podía simplemente dejarla morir de hambre.

Usó su cosmos para proteger a ambos caballeros y los llamó a todos a su presencia, una vez todos juntos le contó su plan a todos y estuvieron de acuerdo, por lo cual se acomodaron de tal manera que el cosmos se concentrara mejor en el centro del círculo que habían hecho y lanzaron el ataque hacía la nube que contenía la lluvia acida, para suerte de Athena el ataque fue lo suficientemente poderoso para disipar las nubes y hacer que la lluvia se fuera, pero la sombra que amenazaba el santuario.

-       Hasta que esta sombra que nos sumerge en la noche eterna no desaparezca no tienen permitido salir del santuario – los hermanos quedaron en shock e iban a renegar, pero Athena no permitió que hablaran – se que lo que hacen es importante, pero la gente de aquí nos necesita.

Con esas palabras la diosa se retiró y dejó a ambos hermanos callados, los demás caballeros les preguntaron como les había ido en su viaje, ambos confesaron que no había podido hablar con Seiya, pero que si sabían donde estaba y que su hijo estaba muy sano y poseía un cosmos impresionantemente brillante.

Todos se sentían feliz por ellos, pero al saber que Seiya aun no los perdonaba y no se enteraba de que habían hecho justicia en su nombre los ponía algo tristes, después de todo ellos no querían que el castaño les guardara rencor…

 
-       Si no vuelve no hay problema, pero quisiera que supiera que nos sentimos arrepentidos – decía Mu y sus compañeros lo apoyaban.

-       Esperemos que pronto las cosas se puedan reparar… - Dijo Shaka mientras caminaba a su templo y con ese pensamiento todos se retiraron a descansar después pensarían en como lograr que Seiya los escuchara aunque sea para disculparse.

Continuara…