Capítulo 9

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Merodeamos por nuestro nuevo hogar, pero llegó un momento donde pude sentir la presencia de alguien más, cosa que me preocupa mucho. Sin hacer mención sobre mi inquietud me dirigí al primer piso con la tonta excusa de querer bañarme, tuve miedo por un momento, ya que Jake pudo haber detectado mi mentira, pero no estaba, se encontraba jugando con Layla en el jardín. Entré a una habitación con cerradura dorada encontrándome con un hombre de espaldas, era alto sin duda, pero ¿qué hacía en el castillo? Nunca escuché nada, con miles de preguntas y pocas respuestas me acerqué al individuo con cautela, toqué su hombro y cuando se dio vuelta sentí como se me iba el aire. 

 Era un Dios, creo que un Dios sentiría envidia de su belleza, tenía la piel tan pálida y lisa como una porcelana que a simple vista se veía suave, sus hermosos labios rosados y carnosos por naturaleza y sus ojos, esos ojos que eran capaces de guardar hasta mil destellos en cada uno de ellos, tan preciosos como la luna misma hacían que una ola de sentimientos totalmente nuevos me golpeara fuertemente dejándome aturdida por unos instantes.Al recordar que no lo conocía y que estaba en el castillo sin invitación solté un carraspeo con nervios, acomodé mi postura frunciendo un poco mi ceño y hablé. 

 — Quién eres y cómo entraste? 

 — Entrar es sencillo, con un simple hechizo de transportación logras pasar desapercibido. 

 — Y entonces, ¿quién eres? 

 — Irene no te dijo que venía? — negué, de qué hablaba? — Entiendo, en ese caso, soy Choi Soobin, tu mentor y el más poderoso de los nuevos originales, hasta tu llegada, un gusto conocerte, _______.— Mi mentor? — Oh no, no puedo, no debo pasar mucho tiempo con él, sobre todo por lo que me hizo sentir y pensar.

— Ah, Irene mencionó que a usted no le gustaría para nada que mis novios vivieran conmigo.— Es así, por eso, ellos volverán a su hogar mientras aprendes a gobernar como Irene y yo, sin objeciones, no funcionan conmigo. 

 — No puede hacer es— Ya lo hice, su equipaje está en su casa, mientras que ellos te están buscando, te recomiendo que salgamos o pueden malinterpretar. 

 Le hice caso y salimos de aquella habitación para dirigirnos a paso rápido hacia el piso de abajo donde ellos se encontraban con el ceño fruncido. 

 — _______, ¿dónde estabas? — Preguntó Sunoo con preocupación — Quién es él? 

 — Es mi mentor. 

 — Él es Soobin? — Asentí.

 — Dónde estaban? — Pueden hablar de ello más tarde, ahora tenemos un tema más importante. 

 — Cómo cuál? — Inquirió Jay con seriedad, está celoso — 

 — El hecho de que ustedes no pueden vivir con ella en su época de aprendiz. 

 — _______ lo dejó muy claro, ella no iba a ser original si nosotros no la acompañamos en el proceso. 

 — No permitiré que sean una distracción para ella.— Nunca seriamos una distracción, al contrario, seríamos su apoyo — Musitó Sunghoon levantando su voz — 

 — Su apoyo? Ahorita mismo está preocupada porque se les nota los celos a Kilómetros, ¿es esa la clase de apoyo que le darán? 

 — No la conoces, no sabes nada sobre ella — Dijo Niki por primera vez en toda la conversación. 

 — En eso te equivocas, conozco cada cosa de ella porque me dediqué a hacerlo desde que supe de su destino, sé que no le gusta el queso, pero ama el ramen con queso, sé que la primera vez que probó el soju vomitó más de tres veces — Los chicos me miraban, eran cosas que ellos no sabían porque nunca se los dije y tampoco hubo un interés de parte suya.

— Sé que ella en este momento está confundida porque yo sé más de ella que ustedes, que son sus... sus novios. Ser su novio no se trata solo de darle cariño o de consentirla, se trata de saber cosas de ella para que no solo con las palabras o gestos sepa que es importante, apuesto a que no saben que es alérgica al durazno, ¿lo saben? — Los miro a todos y ellos negaron, por alguna razón en vez de sentirme triste, sentí decepción — No, no lo saben, entonces, denle se espacio para que aprenda cómo sobrellevar su nueva realidad, yo no sé la voy a quitar a menos de que ella quiera algo conmigo, pero eso es apar— ¿Te gusta? — Soltó Heeseung sin anestesia — Es eso, ¿no? Te gusta.  

— Si, me gusta, me gusta desde que me enteré de que ella era mi destinada porque créanlo o no, su hilo rojo está unido al mío — Levantó su meñique y en ese instante los hilos rojos de cada uno se vieron y nos dimos cuenta de que mi hilo estaba unido al de Soobin y al de los chicos. 

 — Cómo es esto posible? — Murmuré alzando mi meñique mostrando mis hilos. 

 — Tampoco sé cómo es posible, pero sé que en este momento deberías concentrarte en aprender, tus situaciones amorosas pueden quedar para después por aho— Aguarda — Musitó Sunoo — _______, él te gusta? 

 Todos pusieron su atención en mí, maldición. 

 — Me confunde la idea de los hilos, pero yo los quiero a ustedes. Sí, es raro, pero en este momento no estoy para pensar en eso, tengo responsabilidades por cumplir, así que olvidemos el tema por ahora, tú — Señalé a Soobin — No te metas conmigo, sé profesional se supone que eres mi mentor. Y ustedes — Señalé a los chicos — No sean tan celosos, saben que yo jamás les haría nada malo.

 — Entonces nos vamos o nos quedamos?— Yo quisiera que se quedaran, pero Soobin ya envió sus cosas a casa, por lo tanto, no se pueden quedar. Piensen de esta manera, cuando pueda, viviré con ustedes y los visitaré siempre. 

 — De acuerdo — Dijo Jungwon — Pero también podemos visitarla? 

 — Si, por supuesto — Dijo con un suspiro al final — 

 — Gracias, Soobin — Dije con una sonrisa de lado —— En fin, la primera lección es en tres días, hasta entonces, _______. 

 Soobin se fue. 

 — Están enojados?

Vampiros [ENHYPEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora