EXPEDIENTE 0234

tal vez

Despierto en mi cama, totalmente desnuda, desorientada y sudorosa, ¿Qué había pasado?, me levanto de un salto y apenas acciono la palanca para bajar al sótano el olor metálico de la sangre llega a mí paralizándome por completo, una solitaria mosca sale a mi encuentro y se posa sobre mi brazo, confirmando lo que el aroma me hace solo sospechar. Un escalofríos sacude mi cuerpo espantándola y tomo un par de bocanadas de aire antes de bajar, bajo la escalerilla con todo mi cuerpo temblando y camino hacia el agujero iluminado por la luz de las velas tanteando el suelo negro con mis pies descalzos, no sé lo que encontrare, porque no sé lo que paso en el aparente desmayo que tuve; mientras voy avanzando y mis ojos se acostumbran a la oscuridad siento que las cosas parecen estar como las deje, excepto... me acerco aún más al altar y puedo ver el gnagna desbordado de sangre, las paredes están salpicadas, y el suelo es un enorme charco caliente y pegajoso, me acerco aún más para descubrir al menos una docena de corazones pequeños e irregulares dentro de las marcas... ¿ qué ha pasado aquí?

"por primera vez pero no por ultima, tu ambición acabo contigo...te fuiste con eeelllaaaaa" llega un susurro débil y ronco detrás de mí y me giro instantáneamente con el corazón a punto de estallarme ... escucho los tambores retumbar en mi interior y cierro los ojos intentando no desmayarme de nuevo.

- ¿Qué quieren decir? .-

"perdiste la batalla por segunda vez" ahora lo escucho mucho más cerca y fuerte. "pero aprovechamos la oportunidad de mostrarte el camino correcto"

- ¿ que? – un gato blanco cubierto de sangre ronronea de dolor al pie de la escalera, lo veo trotar cojeando hasta posarse en frente del altar y tumbarse esperando morir, corro escaleras arriba y enciendo el ordenador en busca de las cintas de las cámaras de seguridad y todo llega a mí con claridad, veo a la pequeña entrar aun con sus coletas de pompón rosado a casa con una caja chorreante de sangre, todo tiene sentido, yo había muerto cuando Lisa había muerto, porque en ese momento estábamos conectadas, por que quise ser lo último que viera y poseerla mientras daba su último aliento y la vida dejaba sus ojos. Mientras, las sombras habían hecho el trabajo sin mí, habían manipulado a la niña para que trajera lo que ellos querían, me habían usado, habían hecho un ritual sobre ella y no habían necesitado ni mi permiso, ni mi presencia para vivir a través de mí, me habían poseído. Ahora pretenden que entienda la mediocridad en la que planean vivir, ahora quieren que les tema, y que les de lo que desean que los alimente de la basura en la que prefieren arrastrarse, pero si me arrastrare no será para ser gusano sino para ser serpiente, jamás permitiré que mi poder sea menos que grandioso, bajo de nuevo al sótano, pero como por lo general sucedía, no había muerte que no tuviera significado en este mundo, me arrodillo para meter la mano en el caldero chorreante y viscoso y mis ojos se agrandan.

Lo dejare pasar, tomo la pulsera de acero entre mis manos aun chorreante y la llevo arriba para lavarla y pulirla.

Mi ambición de ser lo último que Lisa viera me llevo a la muerte momentánea, y los muertos aprovecharon de beber todo lo que sus asquerosas almas quisieron, al final lo he logrado, aunque ellos no lo quisieran admitir, les gustaba lo que les daba, tuvieron que asesinar a lo que supongo son la mitad de los gatos del vecindario para poder equiparar la satisfacción que la muerte de lisa había provocado en ellos, eso sin contar que la muerte de lisa no causaría tanto revuelo como la desaparición de los estúpidos gatos... las sombras son imprudentes y toscas, no puedo permitir que me posean así, porque me hacen perder el control, y arruinan mis meticulosos planes, pero lo hecho esta hecho, y no hay vuelta atrás, saber que se equivocaron los vuelve locos, los vuelve maleables y manipulables... por eso me ofrecen este acuerdo de paz, eso es lo que representa este brazalete... tregua, miro el reloj 10:35 aun no es demasiado tarde, me visto con otra ropa ya que la que traía puesta está hecha girones en el sótano y parto en búsqueda de la única persona a la que le puedo dar semejante regalo, la única persona a la que ahora no puedo dañar.