21

317 45 7
                                    

—¡Buenos días Purpled!

Tommy le saludó emocionado, había aprendido mucho acerca de las vacas y se moría por comentarle sus descubrimientos.

"¿U-Uh...? Oh... Tom... bu-buenos... buenos días..."

—¿Purpled...? ¿Está todo bien?

"¿Qué...? ¡Ah! Sisisi... es-estoy bien... si... lo... l-lo estoy."

—Bien mis pelotas, dime que te pasa. Ahora.

"Eh... no es... b-bueno si... no... un poco...  solo... t-tengo frío... j-joder..."

Tommy abrió los ojos, eso sonaba como fiebre y por lo debilitada que se oía su voz, era bastante alta.

—Purpled, debes estar ardiendo. ¡Quítate tanta ropa como puedas y colócate algo húmedo en la frente!

"N-No... no... tengo... t-tengo frío..."

—¡No es una pregunta! Hazlo YA.

"...E... so... n-no, no... n-no quiero..."

—PURPLED REACCIONA.

"N-no... n-no..."

Horrorizado, Tommy cayó en cuenta de la dura realidad. No había absolutamente nada que pudise hacer.

Purpled no estaba en condiciones para seguir sus consejos y a medida que los días pasaban, su salud solo se iba deteriorando más y más. No había comido, no había bebido, pronto ya no pudo formular nada que no fuesen torpes balbuceos incoherentes.

Tommy lloró cada noche, gotas resbalaban por sus mejillas mientras le relataba a Purpled historias de finales felices para que, al menos, fuese capaz conciliar el sueño.

Al otro lado del océano [Goldenduo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora