𝚃𝚑𝚎 𝙶𝚘𝚘 𝙶𝚘𝚘 𝙼𝚞𝚌𝚔

𝔓𝔯ó𝔩𝔬𝔤𝔬

Desde que el mundo tiene memoria, los seres humanos le han temido a lo que es diferente a ellos, y tratan de combatirlo con el odio y la violencia. Los monstruos solo son seres especiales, y los humanos aún no pueden entender eso.

Esa es la razón por la cual se escondieron durante siglos, empezaron a temerle a la gente y a lo que eran capaces que hacerles. Hasta que hubo un trato que iba a cambiar la historia de los seres mitológicos para siempre. Humanos y lo sobrenatural entablaron la paz con una sola condición, ninguno de los dos iba a pisar territorio ajeno. Así que la raza excluida se apartó y pudieron fundar su propia ciudad: Forgingville.

Y nuestra historia comienza mucho tiempo después, con la familia Stronghold. Jossie y Steve son un matrimonio que ha vivido en el territorio durante bastantes años, estudiaron en la escuela de la misma ciudad y trabajan como agentes inmobiliarios para monstruos. Lo más curioso, es que son la única pareja de lobos en la zona, por ende, la más respetable del territorio. La manada Stronghold no solo se compone por Josie y Steve, también está el hijo de la pareja que está apunto de empezar la secundaria en Dark Sky High.

Su nombre es Will, un chico de estatura baja y algo escuálido para ser hijo de una familia de lobos, cabello castaño rebelde y cejas despeinadas. Casi toda la ciudad conocía el apellido de la familia, pero hay algo que al Stronghold más joven le revuelve el estómago cada vez que se menciona algo respecto al tema.

Will nunca se ha trasformado en hombre lobo.

Cada luna llena es igual, no pasa absolutamente nada. Y la presión que tiene de su padre debido a la falta de transformación lo pone increíblemente enfermo. El chico es inmune a la luna, es débil, no tiene un olfato u oído agudo y porta la destreza de un humano normal.

Eso a Steve no le gusta nada.

Por lo que Will empezó a mentir.