ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 6: 𝔏𝔬𝔬𝔨𝔦𝔫𝔤 𝔣𝔬𝔯 𝔰𝔬𝔪𝔢𝔱𝔥𝔦𝔫𝔤

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A Will no le importó las advertencias (amenazas) que su padre le decía una y otra vez como un disco rallado, lo primero que hizo al llegar a la escuela en aquel inicio de semana tan soleado fue buscar a Warren Peace.

Revisó las aulas vacías, el patio y gimnasia pero no vio rastro de él, lamentablemente su primera clase comenzó antes de poder revisa el resto de la escuela. Aunque eso no sirvió de nada ya que a la hora del almuerzo en vez de ir a comer con sus amigos se la pasó buscando al vampiro y no había rastro de él. Ese día quizás no había asistido a la escuela.

Se empezó a sentir desilusionado de repente y arrastrando sus pies caminó lentamente de vuelta a la cafetería. La voz de su padre empezó a invadir su mente llenándolo de dudas y malestar, "¿y si realmente había venido y solo lo estaba evitando?", "¿qué tal si no asistió por culpa de Will?", "¿quizás se había arrepentido del beso y no quería verlo?", "es lo mejor que te alejes ya que ¿qué esperas realmente de todo esto?".

Su padre no sospechaba nada (aún) de todo esto pero era claro que no conocía a Warren, si hubiera pasado algo está seguro que se lo hubiera dicho de frente sin importar que eso le lastimara. Si le importara enserio esa estupidez de que no debían mezclarse las razas entonces desde un principio no habría estado jugando a quien cae primero.

O quizás solo estaba siendo un paranoico exagerado que es incapaz de mantener estable una buena autoestima.

—¿Estas bien, Will?

Preguntón Layla echándose a un lado para hacerle espacio junto a ella, Stronghold se sentó suspirando de forma dramática y colocó los codos en la mesa.

—Sí, estoy bien... ¿no han visto a Warren Peace, verdad?

Sus amigos le miraron confundidos, como si acabase de contar un chisto malo.

—¿Con este clima? Espero que nadie lo haya hecho.

Respondió Magenta señalando las ventanas y Will se giró a comprobarlo, el sol pintaba de amarillo todo lo que no estaba en la sombra, muy raras veces salía el sol en Forgingville así que no le daba mucha importancia.

—Hay sol afuera, a los vampiros no se les permite salir de su ataúd así que la escuela les da el permiso de faltar. No se si lo notaste pero no hay ningún vampiro aquí hoy.

De repente se sintió estúpido. Definitivamente era un paranoico exagerado.

Dejó de tensar sus hombros y exhaló aliviado, nunca antes se había sentido así de ansioso por alguien, quería correr hasta Warren para saltar a abrazarlo porque enserio, enserio se moría por verlo.

—Will, no es por ser entrometida pero, ¿sales con Warren o algo así?

—¿Qué? Oh no, no, él y yo solo somos... bueno. Realmente no estoy seguro.

—Viejo, por favor, hemos visto tu cara cada vez que pasa cerca de nosotros, estás tan enamorado que hasta Ethan se dio cuenta.

—Claro que no estoy enamorado.

Pasó un minuto de silencio antes de que sus amigos empezara a reírse hasta las lágrimas, esto a Will no le pareció gracioso, más bien vergonzoso. Magenta fue la primera en detenerse y luego miró con una sonrisa maliciosa a su amigo.

—Oh, sabes qué, olvídalo, ahí está Warren.

El cuerpo de Will se sacudió de pies a cabeza y miró por encima de su hombro causándose daño en el cuello debido a la rapidez con que lo hizo. Al ver que realmente no había nadie supo que estaba jodido.

—Okay, sí, me gusta Warren, pero no es mi culpa, él me besó de vuelta y ahora mismo es imposible que...

—Espera, ¿se besaron?

𝚃𝚑𝚎 𝙶𝚘𝚘 𝙶𝚘𝚘 𝙼𝚞𝚌𝚔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora