🍥cap 6🍥 (parte 2)

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♡Narrador omniscente♡

-[A-aruzenchin-kun-]-


Fue interrumpido.


-hey, ponja. Veni, me parece que trajeron una pelota, vamos a jugar voley, ¿a vos te gustan los deportes?-

-[...]-

Se quedó perplejo, quizás era cierto, era muy temprano para confesarse.

Argentina ya estaba parado para ir con los demás, extendiendole su mano para que se levantara
Aun un poco perdido en sus palabras, aceptó la ayuda, agradeciendole en el momento.

Miró una vez más el pequeño gran castillo de arena hecho con vasitos que habían creado y se dirigieron con los demás.

(...)


Fue una tarde entretenida, llena de juegos, bromas, risas, mini accidentes, y momentos divertidos, que seguramente, no sería la última vez que podrían tenerlos. O al menos eso deseaban todos los paises presentes.

El atardecer no se hizo esperar. Los edificios, la arena, el mar y todo al rededor teñido de un tono anaranjado, muy bonito, para sacarle foto diría mi mamá.

Japón, Argentina, Corea y México se encontraban buscando cangrejos cerca de unas rocas bastante grandes.
Los otros 3 estarían vagando por ahi, según ellos fueron a comprar comida para cuando vuelvan a casa.

-¿y decís que aca hay cangrejos? Más trucha esta playa boludo...-

-si hay wey, nomás que no le sabes buscar, cómprate lentes-

-en tu imaginación hay, esquizofrénico. 4 mogólicos con un palo buscando algo en unas piedras hace 1 hora, me cagaría de risa si no fuera yo el que anda buscando...-

-[quizás son tímidos...]-

Argentina soltó una risita ante el comentario de Japón y luego todos se quedaron callados, ya que se escuchó el sonido de algo caminando entre las rocas. Japón inconscientemente abrazó cual koala, el brazo del más alto, algo asustado y moviendo sus orejas para ampliar su audición.

-verga, no escucho por el sonido de las olas wey...-

-[creo que está detras nues-... WAAAAAAAAAAAAAAA, AUCH AUCH AUCH]-

Corea fue el desafortunado, un cangrejo le pellizcó una nalga con sus pinzas. El dolor le hizo salir corriendo asustado del lugar más rápido que flash, siendo perseguido de México quien intentaba ayudarle a quitarse el cangrejito de encima (de la nalga más bien)

-... bue.. ya fue, no creo que aparezca otro más.. ¿nos sentamos?-

-[um...uwah! LO SIENTO MUCHO]-

Japón se dio cuenta de que estaba abrazando el brazo del mayor, su rostro se volvió rojo e hizo una reverencia un poco exagerada. Argentina negó con su cabeza y le mostró sus palmas, con la intención de calmarlo.

-nonono, no te preocupes, es lindo. Mejor vamos a sentarnos un toque, estoy cansado, ¿te parece?-

Aun avergonzado, Japón asintió cabizbajo y se alejaron de las rocas, decidiendo por sentarse cerca de la orilla de nuevo, en donde sorpresivamente, aun estaba su castillito de arena intacto.

-EU, MIRÁ, NUESTRO CASTILLO... pensé que un pendejo insoportable lo habia roto ya-

-[wah, es cierto...]-

Se sentaron al lado del castillito, Argentina miró al cielo, sintiéndo la brisa fresca chocar contra su rostro. Japón lo observó disimuladamente, la piel blanca del latino, teñida de un anaranjado a causa del sol. Su corazón palpitaba fuertemente y las mariposas de su estómago revoloteaban desesperadas.
Era momento, era el momento. Nada podía arruinarlo esta vez.

Tragó saliva, antes de abrir sus labios

-[A-aru.. EJEM Aruzenchin-kun.]-

-¿qué pasó?-

Su sudor se apoderaba de su cara, junto con el rubor, cabizbajo, se aferró fuertemente a su traje de baño.

-[hay algo que... decir.. tú..gus..t]-

-¿qué? Perdón, no te escucho bien, de nuevo-

Las palabras eran tan complejas de entrelazar en ese momento.

Su corazón latía a mil por hora y el sonido de las olas agitadas se escuchaba de fondo. Quizás demasiado agitadas...

Mal momento para confesarse, menuda suerte, venía una ola gigante hacia ellos. No es que sea un tsunami pero facilmente podía derribar a alguien y arrastrarle a sus profundidades.

Argentina fue el primero en darse cuenta de esto, se paró de la arena, y corrió hacia el lado contrario, gritándole y haciédole señas a Japón para que saliera de ahi.

-JAPÓN, SALI DE AHI.-

El japonés bastante asustado, estaba a punto de quitarse del camino, cuando recordó que el castillito de arena seguía ahi y sería obviamente destrozado por la ola.
Era algo infantil, tenerle cariño a una montaña de arena decorada por él y su amor platónico.

pero no para el asiático.


Corrió hacia el castillo de arena, se abalanzó sobre este, cubriéndolo con su cuerpo cual guardaespaldas de presidente, pero con el cuidado suficiente como para no aplastarlo.
Argentina asustado y sin entender qué estaba haciendo, quiso correr hacia él pero ya era tarde, la ola había "engullido" el pequeño cuerpo de Japón.

Aterrado, el latino esperó esos tortuosos segundos a volver a ver el cuerpo del más bajo luego de aquella ola.

Obviamente, la corriente de la ola lo había arrastrado dentro del agua.

Pero nada grave, vio al asiático salir a la superficie luego de unos segundos, se lo veía algo exaltado, entonces fue corriendo hacia él, se metió al agua, aunque el más bajo ya estaba casi saliendo de ahi. Lo tomó del brazo y lo arrastró fuera de la zona que había sido golpeada por la ola

-JAPÓN, ¿ESTÁS BIEN?-

-e-etto... um-

Asintió el más bajo. Sentía tanta vergüenza en ese momento, haber hecho esa estupidez por un pequeño castillo de arena, que para colmo quedó hecho nada, la ola se lo había tragado por completo, ni un rastro de que habia estado ahi.

Y él lo hizo, protegió el castillo como si su vida dependiera de ello. Se veía épico en su mente, pero volviendo a la realidad, no lo fue, solo quedó como algo vergonzoso, estúpido, raro e irresponsable de su parte.

-...Japón...-

-[¿s-si?...]-

-¿sos o te hacés?-

-[soy...?]-

-CÓMO TE VAS A QUEDAR AHI TIRADO CUANDO VIENE UNA OLA ASI DE GRANDE, ¿SOS BOLUDO? MIRÁ SI TE MORÍAS, TARADO-

-[lo siento...mucho]-

Argentina entre la preocupación y el enojo, lo regañó durante 10 minutos. Japón aceptó esto sin contestar ni quejarse, oyendo todo con su cabeza baja. tenía razón después de todo, fue tonto.

Al encontrarse con los demás luego de un rato, ni Argentina ni Japón hablaron de lo sucedido. Se limitaron a todos juntos irse a casa en el auto de uno de los latinos.

Quería olvidar ese vergonzoso momento, quizás con el tiempo sucedería, pero el hecho de no haber podido cobfesarse, dolía más.

















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🍥¿ᴷᵃᵗᵃᵒᵐᵒⁱ?|| Japarg 🍥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora