🍥cap 2🍥

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"La mañana siguiente"



♡ Narrador omniscente ♡

Al día siguiente, el Japonés se despertó en la cama de Argentina. No recordaba bien si fué un sueño lo de la otra noche o producto del alcohol, a pesar de no haber tomado tanto.

Miró a su alrededor con una confusión que no podía con ella, dandose cuenta al instante que no, no fué un sueño. Tenía al argentino durmiendo a su lado y un gato en su rascador, mirandolo con curiosidad.
Casi se cae de la cama por la sorpresa, pero para no hacer ruido, solo se levantó con cuidado y acomodó su ropa. Mientras se quedaba mirando a Argentina avergonzado.

Pensó en qué debería hacer ahora, si despertar al blanquiceleste o irse sin más, tal vez indomodaría al argentino al saber lo que hizo con el estando en.. un estado no muy conciente. Pero también pensó que sería muy descortez si al menos no le dejaba una pequeña nota, así que se decidió por eso.

Se dió la vuelta, con la intención de buscar algún papel en donde escribirlo. Además de una lapicera, o pluma, cualquier cosa le vendria bien, solo quería apurarse.

-miaau~... -

- [¡uwah! ¡cállate!]- dijo Japón algo asustado, al gato el cual lo siguió hasta la sala. El gato solo lo miró sin más y caminó hacia un estante de la sala, en donde habían unos papeles y lapiceras que el Argentino solía tener. El felino rascó sus garras contra el estante, queriendo decirle algo al nipón.

Japón comprendió el mensaje y fué hacia el estante, tomando un pequeño papel y una lapicera. Miró con una leve sonrisa al gato y le hizo una pequeña reverencia

- [gracias, pareces un gatito muy inteligente] - le agradeció al felino y comenzó a escribir la nota, para así finalmente irse

-¿Japón? ¿qué estás haciendo?-

En el momento de que Japón escuchó esa voz, la lapicera salió volando de sus manos y el papel lo arrugó, mientras lo metia en el bolsillo de su pantalón.
Se giró como si su cuello estuviera oxidado y lo miraba con tal sonrisa nerviosa al Argentino, con la intención de disimular.

- [Solo estaba... em.. N-nada, solo ya me iba a casa] - Argentina lo miró curioso por lo nervioso que se lo notaba. Pero también le hizo gracia ya que se veía tierno de esa forma

- Está bien, igual creo que te debo una disculpa, creo recordar lo que hice- dijo algo avergonzado, pero tomandoselo con humor. Japón se sorprendió y lo apuntó con su dedo

- [¿quieres decir que estabas conciente?]

-Osea no mucho, pero... tengo vagos recuerdos de lo que hice. Aparte me pongo re confianzudo cuando estoy en pedo, Así que perdón por eso, seguro te incomodé- dijo, con una sonrisa sincera, que hizo palpitar el corazón del Japonés.

- [n-no te preocupes, Aruzenchin-kun, son cosas que pasan... Pe-pero ya debo irme..]- El japonés señaló con cuidado la puerta y Argentina asintió con una sonrisa. Lo acompañó hasta la salida y por fin pudo ser libre de la casa del Argentino.

Los efectos retardados aparecieron y la cara del Japonés se volvió tan roja, como haciendo un cosplay de China, otra vez. Recordando lo que acababa de pasar, junto con lo de la otra noche. No sabía si era mala suerte, o buena. Tener tan cerca a la persona de la cual probablemente estaba enamorado.

Caminó hasta su hogar otra vez, aún sabiendo que era un poco lejos de ahí.

Al llegar, sus pies dolían un poco, pero no le dió importancia, tenia peores problemas. Se quitó los zapatos al entrar y lo primero que vió fué a China y Corea sentados en la sala, mirando televisión o jugando con sus celulares, mientras comían snacks.

🍥¿ᴷᵃᵗᵃᵒᵐᵒⁱ?|| Japarg 🍥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora