Todos los sitios que nunca visitamos

1.

Rhea

Nunca pensé que agradecería que mi casa no estuviera en la primera línea de playa, pero esta noche, que hay fiesta, deseo que ojalá estuviera en medio de la isla para que así pudiera dormir tranquila y sin escuchar los gritos y canciones de reggaetón que resuenan por toda la casa.

¿Cuántos altavoces habrá?

Me doy la vuelta en la cama, frustrada. Llevo media hora dando vueltas sin poder dormir. Mañana es mi último entreno antes de los estatales y necesito aprovechar el día.

-¿¡Quién quiere fiesta!? - oigo a lo lejos.

¿Un micrófono? ¿Enserio?

Resoplando, me levanto de la cama y voy a por mi teléfono, que dejé en el escritorio. Entro en el chat de Oliver.

                                                                         bajad el volumen o llamo a la policía

Tres minutos después, me envía un mensaje de voz. Bajo el volumen, por si acaso, y le doy al play.

"Heeeeyyyy." Grita Oliver.

"Ya te había dicho yo que tenías que haber venido a la fiesta!! ¡Esto es flipante! ¡Hay de todo! ¡¿Sabes quién está también?!"

"Yooooooo" Grita Bryce. La verdad es que ni me sorprende, siempre están juntos. Además, que Bryce esté en una fiesta es lo más normal del mundo, rara fiesta sería una en la que no le veas. Por cómo habla tiene que tener ya unas tres cervezas encima.

Oigo risas y música después del saludo de Bryce, luego, puedo notar que Oliver se aleja de la multitud y, por muy increíble que parezca, se oye la música más de lejos.

"Hola Rhea." saluda amablemente. Y por la tranquilidad de su voz, estoy segura de que no ha tomado nada.

"Por aquí estamos bien, creo que nada importante. Solo gente bailando, cantando y charlando. No he bebido nada, si te lo preguntas, sabes que no me gusta nada."

Me confirma, y creo que se me relajan los hombros. La verdad es que solo se ha emborrachado una vez y le sentó terriblemente mal, tuvimos que llamar a la ambulancia.

"Cuando acabe de grabar esto iré a por mi chaqueta, que he dejado por ahí, aunque la verdad es que no sé ni para qué la he traído, hace calor. Bueno, la recogeré y me iré a casa, seguramente me lleve a Bryce conmigo. Esa es su cuarta cerveza. Bueno, en realidad es su tercera, la otra se le cayó al suelo. Le tenías que haber visto, casi se pone a llorar. Ah, ahora cuando vuelva les pido que bajen el volumen, aunque ya sabes cómo es todo el mundo, les encanta disfrutar antes de que lleguen los estatales. Bueno, duérmete, es tarde ya y mañana cómo no aprovechemos el día Dexter nos mata. Buenas noches Rhea."

Se despide. Le respondo con un "buenas noches" y dejo el móvil dónde estaba. Me vuelvo a meter en la cama y me cubro con las sábanas. No hace tanto calor cómo dice Oliver. Unos minutos después, la música baja su volumen hasta que se hace tranquilo tenerla de fondo, y antes de lo que me esperaba, me quedo dormida.