Volviendo de las clases, Yuki andaba bajo el frío ambiente y las miradas de los sucios obreros ya que sus padres se habían olvidado de recogerla, otra vez, aunque no la disgustaba ese "detalle", solía haber un chico alto y pelinegro en una esquina del instituto, siempre estaba allí apoyado.
Parecía una acosadora observándole desde lejos, pero nunca se atrevería a acercarse y ha hablarle.
Al llegar a casa no había nadie, sus padres no estaban, tampoco había nada de comer, y dinero tampoco.
Salió otra vez de su casa y se dirigió a la de su vecina, era una señora mayor, de pelo ya blanco, pero a pesar de su edad, a la señora le sobraban energías para distintas tareas.
-Soy Yuki, otra vez- dijo después de dar tres golpes a su puerta.
-Ay cariño, ¿Otra vez?- la señora se hizo a una lado, indicándola que pasara -Siéntate con Takashi-
Los dos jóvenes se saludaron mientras que la señora Mitsuya terminaba de servir a Yuki.
Durante la comida, Yuki ayudó a dar de comer a las hermanas, ya que se negaban a comer.
Al terminar de comer, Yuki recogió la mesa en agradecimiento por la comida.
Se dirigió a su habitación y con su MP3 comenzó a escuchar música a todo volumen mientras terminaba sus tareas de biología.
Frenó de golpe al escuchar a sus padres introduciendo las llaves en la cerradura. Volvió a concentrarse en su tarea. Hasta que se quedó dormida en sus apuntes.
Se despertó al oír la puerta cerrándose con un portazo, salió a la sala de estar y en la mesa encontró dinero, comenzó a contarlo, no había mucho, solo 2000¥
Decidió salir y comprar una pizza sabor barbacoa.
Cuando iba cruzando la calle, justo detrás del semáforo que indicaba a los conductores frenar, se encontró a este chico, el chico por el cual agradecía que sus padres se olvidaran de ella. Con esa luz roja iluminándole la cara parecía un demonio, el demonio del distrito fantasma, ya que nadie sabe de donde es.
Cuando regresó a casa puso la pizza que había comprado en el horno y agarró su cuaderno de positividad.
Era un cuaderno pequeñito en el que apuntaba todos los momentos felices de su vida, como para recordar el arcoiris en una vida tormentosa.
"Línea 12: hoy vi al chico en un cruce, tiene moto"
Guardó el cuaderno, sacó la pizza del horno y comenzó a cenar.
Casi al terminar de cenar, cuando le quedaban dos bordes de pizza, sus padres llegaron a casa
-Oh, pensábamos que estarías dormida-
-No, pero terminaré de cenar en mi cuarto, gracias-
No terminó de cenar. Puso sus auriculares en el máximo volumen de sonido y en lo que se quedaba dormida, imaginaba escenarios con el chico de la moto.
★
Yuki se levantó 56 minutos antes de que sonara la alarma. Y en vez de dormir otra vez, salio de casa ha andar un rato, despejar su mente y cosas así. Ella prefería cuando sus padres dormían en hoteles. Al menos no les veía.
Andaba distraída mientras tomaba un café recién comprado, cuando de frente se encontraba con el chico de la moto. Últimamente se encontraban mucho, y eso a Yuki le gustaba.
Pudo fijarse en que este chico fumaba, y que tenia dos tatuajes en sus manos, eran los kanjis de "castigo" y "pecado". "罰 罪"
Se sentó en una mesa de picnic ha escribir en su "diario" y a terminar de desayunar, cuando un chico de piel morena y cabello rubio le habló.
-¿Te importa si nos sentamos?-
-No tranquilos- ella se hizo a un lado y los chicos procedieron a sentarse.
El que se sentó al lado de Yuki era aquel rubio, y en frente el chico de los tatuajes.
Yuki se levantó dispuesta a irse, agarró su café y se marchó. Dejando su cuaderno.
-Kisaki, se ha dejado un cuaderno- Kisaki lo agarró. Al leerlo no aguantó la risa.
-Deberías leerlo, Hanma- Él lo agarró y comenzó a leer, riéndose cada vez más.
-Vaya bicho raro- musitó Hanma.
-Bueno, ignorando lo sucedido, a lo que veníamos, y escúchame-
Hanma miraba a la chica, y seguido, al cuaderno.
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𝐀𝐩𝐚𝐠𝐚 𝐭𝐮 𝐜𝐢𝐠𝐚𝐫𝐫𝐢𝐥𝐥𝐨 𝐞𝐧 𝐦𝐢 ||Hanma x OC
Fanfiction¡¡¡¡EDITANDO Y CORRIGIENDO!!!! Masaru Yuki, una joven de 15 años, se mete en peleas ilegales ya que necesita dinero para, prácticamente vivir, ya que sus padres parecen que se olvidan de ella. Su vida amorosa es un desastre, ya que el chico que la g...