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"Narra Yuki"

Me había llegado una notificación de Jun. Me invitaba a la fiesta de su amigo.
Esta mujer solo sabe ir de fiesta.

Estaba un poco cansada de la conversación que tuve por la noche con mi hermano. Eran bastantes cosas que procesar en tan solo unas pocas horas.

No sabía qué responder ante la invitación de Jun, realmente quería ir, pero mi lívido estaba por los suelos, desde la noche de Halloween que Hanma y yo nos acostamos, ha estado más distante conmigo, siempre trata de ignorarme, y cuando no puede, sus respuestas son más cortas que de costumbre.

Esto se lo comuniqué a Jun para que me dijera que hacer, aunque me imaginaba su respuesta.

-Pues ven a la fiesta, a lo mejor son celos-

-Está bien, iré- Jun me abrazó fuertemente.

Llegué a casa después del instituto y de la conversación con Jun, y Hanma, sorprendentemente, estaba cocinando, probablemente solo para él.

-Tienes tu comida en la nevera- era ramen precalentado, aunque mejor que nada...

-Oye, pasado mañana hay una fiesta...-

-¿Me estás pidiendo permiso?-

-No, imbécil, que no vengo a cenar, y probablemente a dormir-

Hanma solo asintió centrándose en su comida.

Ese día estuve preparando la ropa para la fiesta, vaqueros anchos, un top negro y una chaqueta negra.

También me fui con Jun a ayudarla a escoger ropa, se acabó decantando por un vestido floral.

Desde que le dije a Hanma que iba a ir a una fiesta se ha comportado más distante que antes.
A veces es un alivio, pero, a pesar de todo, ir andando a la zona de reuniones es una mierda, prefiero ir en moto.

Horas antes de la fiesta, quedé con Ren.

-Así que... ¿Una fiesta?- se cruzó de brazos.

-Si, ¿Qué pasa?-

-Que mayor es mi hermana, la última vez que te vi, tenías una sonrisa enorme todo el día-

-Ay Ren-  reí molesta.

-Si necesitas que te lleve o te recoja, avísame- dijo acompañándome a la puerta.

-No te preocupes, no estamos tan lejos de donde vivo, adiós Ren- le abracé.  -Dile adiós a tus mujeres- él asintió sonriente.

Jun estaba junto a dos chicos en un restaurante de comida rápida cogiendo la cena.

-Esta es Yuki, el rubio es Kon Mito y el pelinegro es Shinsato Seiji-

Saludé con la mano mientras repartía los pedidos ayudando a Jun.

Estuvimos caminando 10 minutos hasta un local abandonado. Allí había más chicos de pinta extraña. Y en el centro del círculo, había una cachimba.

En cuanto nos sentamos nos ofrecieron una calada. Jun aceptó sin pensar.

-¿Desde cuándo fumas?-

-Desde que los conocí- levanté mis cejas, impresionada, pero para mal.

Después de que Jun terminara, me pasó la manguera.

Le di una calada, y casi me ahogo.

-Prefiero las hamburguesas- Mito me pasó la bolsa con mi pedido.

A lo largo de la noche, Jun comenzó a besarse con la mayoría de chicos que había allí, y yo, como una imbécil, solo pensaba en Hanma.

-Vamos Yuki, diviértete- habló Jun.

Seiji se me acercó, y pensé: bueno, Hanma y yo no somos nada. Y nos besamos.

Su boca tenía un sabor extraño, era como la mierda esa que estaban fumando y pepinillos.

En medio del beso, escuché un cristal rompiéndose y a los chicos gritando "¿¡Quién coño eres!?"

De repente noté una mano agarrando mi pelo, tirando hacia el exterior, arrastrándome por todo aquel local.

Intenté soltarme, pero el extraño me tiró al suelo con una patada en las piernas.

Entramos a un callejón, y yo ya me esperaba lo peor.
Cuando el encapuchado se destapó.

-¿Hanma?-

Él, como respuesta, me dió un puñetazo en la mejilla.

-¿Qué cojones hacías?- no respondí.
-¡Habla!- ordenó.

-¿Qué mierda te importa si no somos nada?-

-Me importa una mierda, ¡Desde que follamos en Halloween me perteneces!-

-¿Qué?- Hanma volvió a pegarme, está vez en el estómago, sacándome todo el aire y dejándome con ganas de vomitar.

-Yuki, mírame- me levantó la mirada.

-Eres tu la que ocasiona que le haga esto, yo en parte te quiero, pero no me lo pones fácil-

-¿Qué tú... Qué?-

-¡A LA MOTO!- Me asestó otro golpe en la cara, consiguiendo que mi nariz sangrara.

Con la cabeza agachada ocultando mis lágrimas subí a la moto. Todo mi conjunto se llenó de sangre.

Al llegar a casa quise ir al baño a limpiar la sangre de mi cara, pero Hanma me abrazó.

Fui a apartarle, pero él me empujó, tirándome al suelo, y tan tranquilamente se fue al salón a fumar y ver la tele.

Cuando me cambié quise enfrentarle.

-No entiendo por qué te pones así si te avisé-

-Me dijiste que no vendrías a cenar, no que ibas a ser una zorra y follarte al primero que se te cruzara-

-¿Y qué más te da? Realmente no lo entiendo-

-Ya está- Hanma se levantó y me volvió a agarrar del pelo, le arañé, de verdad que intenté defenderme, pero no podía. Su rabia superaba la fuerza de cien hombres.

Me llevó hacía mi habitación y me encerró.

Pasé toda la noche llorando, deseando haberme quedado con mi hermano, o no haber ido a aquella fiesta.

Me quedé dormida media hora después de haber escuchado a Hanma apagar la televisión.

Estaba en un parque, más concretamente en un columpio, vi que mi hermano corría del banco donde estaba sentado y venía a columpiarme.
Miré hacia el cielo y vi como casi podía tocar las nubes, cómo el sol, cada vez que me acercaba, se sentía más cálido, aunque de repente me caí.

Caí en una nube negra, y me sentía atrapada, no podía moverme, cuando de pronto escuché la risa de Hanma.
"¡No!"
Trataba de soltarme de aquella nube oscura, pero no podía, cada vez que trataba de liberarme, me apretaba más, eran como arenas movedizas.

𝐀𝐩𝐚𝐠𝐚 𝐭𝐮 𝐜𝐢𝐠𝐚𝐫𝐫𝐢𝐥𝐥𝐨 𝐞𝐧 𝐦𝐢   ||Hanma x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora