Tenía a un lado una lista de cosas que necesitaría si me quedaba allí más tiempo y al otro lado el saco de monedas no creía que con lo que tenía pudiera comprar todo primero de todo necesitaba vender sus productos para conseguir más monedas y así comprar más cosas.
Después podía ir a la gran ciudad a encontrar a M, pero se lo tendría que tomar en calma ya que esto no sería fácil, si era verdad lo que había dicho la niña ahora mismo no podría ir y se tendría que esperar a primavera.
También podría sacar información de los comerciantes, pero estos no volverían hasta primavera, así que estaba como el principio.
Guardo el saco de monedas y se fue al huerto para ver si podía labrar más terreno y plantar más cosas, mientras andaba por el camino escucho varios ruidos de caballos. El principio pensó que estaba escuchando mal, pero al llegar al final del camino donde se separa para ir al pueblo o al huerto vio varios caballos y caravanas, estaban quietos y un grupo de personas hablaban y señalaban.
Se quedo mirando a la gente y decidió acercarse tal vez no fuera la idea más brillante pero no podía ignorar a esa gente, ¿y si después se los encontraba en el pueblo? Era mejor ir y ver que querían.
El grupo se percató de su cercanía y esperaron.
- Hola. - Dijo. - ¿Puedo ayudar?
El grupo ser miro unos a otros sin decir nada y la más cercana se adelantó, era alta muy alta, musculosa e iba con ropas gruesas de piel.
- Perdón. - Dijo ella. - Pero queríamos saber si por aquí existe un pueblo.
- ¿Por qué querías saber?
- Nos dijeron que había un pueblo por aquí.
- Si, hay uno, pero...
- ¿Sí?
- No esperes a encontrar gente, solo vivo yo.
- ¿Tu?
- Si yo.
- ¿Cómo es eso?
- Es mejor que os lo enseñe, si queréis podéis venir conmigo.
Ella miro el grupo y después de unas señales no habladas decidieron seguirme.
Lo que vieron ellas era lo mismo que vi yo cuando llegué a este sitio, un antiguo pueblo que, aquedado en ruinas, algunas de las casas están destruidas y otras en suficiente trabajo se mantienen de pie.
- ¿Es todo lo que queda?
- Si, cuando llegue estaba así yo he ido arreglando el suelo, el pozo, entre otras cosas, pero las casas son más difíciles cuándo estás tu solo.
- Ah...
- Puedo preguntar por qué querías venir aquí.
- Queríamos ir a la ciudad, pero se nos ha hecho tarde, hemos tenido muchos problemas por el camino y el final nos quedamos aquí estancadas, preguntamos por quedarnos en algún hostal, pero somos muchas y no podíamos, unas niñas nos hablaron de este sitio... pero ahora que recuerdo ella menciona que había un chico viviendo aquí.
- Ah! Este soy yo y creo que ser a que niña te refieres.
- ¿Podríamos quedarnos?
- Si claro, el único problema son las casas.
- Tu es echo la tuya si nos das instrucciones nosotras podemos construir las casas.
- Entonces si podéis os ayudo, será más fácil que uno solo.
- Trato echo!
Deje las cosas dentro y cogí unos planos, ya había hecho unos de cómo debía ser el pueblo antes de que quedara misteriosamente destruido, según la niña, así que les enseñe los planos y les explique cómo debían ser la construcción, los canales del agua y como iba todo conectado, ellas se pusieron manos a la obra.
ESTÁS LEYENDO
El isekai que no quiere ser un isekai
FantasíaHistòria para ver de otro modo como puede ser otro mundo, otra alternativa y otra historia. Pero sobre todo e intentar que no sea el típico Isekai que sale en todos los animes y que siempre terminas rodando los ojos y diciendo: "¿otro?" Si habrá fa...