Capítulo 6: Primer Llave

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Narrador

Un año después de seguir las pistas de Templarios e informantes por todas las islas del archipiélago Hipo y Chimuelo llegaron a la isla donde se creía que se encontraba la primera llave que los llevaría a la Lanza de Odín.

La isla estaba custodiada por barcos templarios, pero Hipo notó una oportunidad: no había nadie vigilando el bote. Con cautela, se acercaron y desembarcaron sin ser detectados.


A medida que exploraban la isla, Hipo usó su habilidad natural para comunicarse con los dragones para mantener a raya a los Nadders Mortales que acechaban en la oscuridad.

Chimuelo, como siempre, demostró ser una parte invaluable de su equipo.


Sin embargo, cuando llegaron a una antigua tumba en la isla, Chimuelo mostró signos de inquietud. Se detuvo en la entrada de la tumba, reacio a avanzar.


Hipo sabía que algo debía estar interfiriendo con los dragones, ya que normalmente no tenían miedo de ningún lugar.



Hipo: (preocupado) ¿Qué pasa, amigo? ¿Por qué no puedes entrar?



Chimuelo emitió un gruñido bajo y retrocedió, dejando claro que no podía seguir adelante.

Hipo entendió que debía hacerlo solo y le dio un reconfortante apretón en el cuello a su fiel amigo antes de entrar en la tumba.


La tumba era un laberinto de pasillos oscuros y trampas mortales. Hipo confiaba en su destreza en el parkour para sortear las trampas, saltando, esquivando y rodando con agilidad. Cada paso lo llevaba más cerca del objetivo: la llave que lo llevaría a la Lanza de Odín.



Finalmente, llegó a la cámara principal de la tumba. La llave estaba en el centro de un pedestal antiguo, rodeada por un resplandor misterioso.


Hipo se acercó con cautela y la tomó en sus manos, sintiendo una extraña energía que parecía fluir a través de ella.

Hipo: (maravillado) Esto es increíble...

Pero su asombro fue interrumpido por la súbita aparición de templarios. Habían estado siguiendo los pasos de Hipo y lo habían atrapado justo en el momento en que encontró la llave.

Líder Templario: (condescendiente) Así que eres el ladrón que se atreve a entrar en nuestro territorio.



Hipo: (serio) No vine aquí para pelear. Solo quiero evitar que usen esta llave para fines destructivos.


Líder Templario: (burlón) Los asesinos siempre con su moralidad. No nos importa tu causa. La llave es nuestra.



Hipo sabía que no podía dejar que los templarios se llevaran la llave. Con determinación, se lanzó a la acción, desenfundando sus Hojas Ocultas y enfrentando a los templarios.

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