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IGLESIA. 9:45 AM.

— Que Dios te bendiga —una mujer anciana toma mi mano y la sacude.

— Amén, hermana.

Decidí ir a la iglesia después de unos días para ver a Louis. Y ahora aquí estoy, recibiendo bendiciones de ancianas y diciendo amén. Irónico.

— Que la paz esté con ustedes —habla alto un sacerdote.

— Y con su espíritu —repiten todos.

— Vamos a orar —Louis hace aparición con una túnica larga y luciendo su ojo morado. Veo como todos se ponen de rodillas y hago lo mismo.

Me he puesto de rodillas para otras cosas, no para esto.

Mientras todos oran, decido ver la decoración de la iglesia. Me fijo en una pintura de un Jesús semidesnudo con una larga túnica alrededor de su cuerpo con una mujer arrodillada acariciando su mejilla.

Raro.

Al otro lado, veo otra pintura de Jesús. Esta vez, no lleva nada y hay una mujer que está besando su cabeza y bañando su cuerpo. Dejo de mirar aquella pintura y poso mi mirada al frente.

No puedo evitar fijarme en una gran estatua en la pared de un Jesús crucificado. Una tunica pequeña cubre su parte baja, su torso al descubierto el cual brilla por la luz que entra, la sangre cae por su rostro y...

Bien, esto me perturba.

— Amén.

Todos se ponen de pie y copio tal acción. El coro de canto hace su aparición cantando una canción que no se el nombre, pero suena bastante angelical.

¿Soy yo o Louis luce demasiado sexy con la ropa de sacerdote?

— Por favor —Louis habla por el micrófono del púlpito— Tomen asiento.

— Y también con usted —al parecer no lo dije en voz baja porque todos me miran, incluso Louis.

Hacemos contacto por un segundo, y le sonrío nervioso mientras me siento. Me da una sonrisa de boca cerrada y vuelve su mirada biblia.

— Ehm – lo siento – eh —suelta una risa nerviosa— Estaremos dando las clases para preparar a los de la comunión. Hay más información en el tablero con las últimas novedades. Eso es todo por hoy.

•••

Camino hacia la fila para despedir al sacerdote. Lo observo sacudir su mano con los miembros de la iglesia cuando ellos le dicen "Gracias, padre" y lo escucho responder "Bienvenido, te veré la próxima semana" y otras palabras mas que no escucho por una señora estar hablándome.

— Espero que se mejore de su ojo, padre —la anciana acaricia su mano.

— Gracias. Salúdeme a sus nietos.

La señora se va. Ahora es mi turno. Estoy temblando.

— Hola —me saluda con un brillo en sus ojos.

— Encantador —hago un gesto a su vestimenta.

— Gracias. Pensé que estarías en la cárcel.

Suelto una risa y sacudo mi cabeza, haciendo desacomodar mis rizos. —Bueno, trato de que me atrapen, pero ellos no me quieren.

El se ríe haciendo que aparezcan unas lindas arrugas a los costados de sus ojos.

— Perdón por lo de tu ojo.

— No te preocupes, me da algo de rebeldía. Les dije que fue por una mierda heroica.

Una mujer anciana me pide permiso, y le cedo el paso. Se detiene frente a Louis y el sacude su mano.

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