Epílogo: Bésame mucho

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—Ángel cantor, ¿Podrías pasarme un poco de agua, por favor?— Jorge extendió con tranquilidad su brazo, sintiendo el frío vidrio llegar a sus dedos casi de inmediato — ¿Te gusta el huerto? Creo que las zanahorias no tardan en darse.

Pedro sonrió con genuina felicidad, acercándose hasta Jorge, dejándole un beso en la frente.

—Es precioso, más porque lo hiciste tú— agregó — ¿Vamos a comer o esperarás otro rato?

—Debo hacerle una llamada a Ismael, necesitamos saber cómo va todo.

Jorge aún recordaba con claridad cómo toda la prensa había estallado en gritos y fotografías cuando con una enorme sonrisa en su rostro dijo a los cuatro vientos que estaba en una relación con el ídolo del pueblo. Todos los periodistas casi se abalanzan contra él, preguntado si ambos como alfas no tenían ningún problema en su amorío.

Negrete estaba a punto de responder, pero cuando vió llegar a Pedro, decidió solamente disfrutar de como el rostro de todos los presentes se volvía un poema cuando Infante sin ninguna pena confesó que su verdadera casta era Omega y que recientemente había sido mordido por Jorge.

Gritos e incluso golpes se hicieron presentes dentro y fuera de la sala, al principio creyeron que eventualmente los presentes se calmarían, pero al ver que el alboroto no hacía más que aumentar, Ismael había tenido que sacarlos del lugar con ayuda de casi toda la policía de la ciudad de México, que a duras penas si podían contener a la gente que intentaba detener las camionetas dónde iban.

En definitiva la gente no hablaría de los malos manejos que había en la ANDA, pero en eso Jorge sabía que tenía algo de culpa. Si no se hubiera emocionado con todas las propuestas que le había hecho Pedro, quizá, hubiera podido aguardar un poco más para revelar su relación con Infante.

Aunque ¿a quién engañaba? Él se moría de ganas por decirle al mundo que un Omega cómo Pedro, era solamente suyo.

—¿Puedo quedarme contigo a escuchar? Yo también quiero saber cómo está mi familia.

Jorge asintió y ambos entraron a aquella cabaña en Guanajuato que pertenecía a la familia de Negrete.

—¿Ismael?

Al ver que la casa de Negrete e Infante estaban rodeadas de prensa y fans, Ismael decidió que lo mejor sería que ambos estuvieran alejados de la ciudad durante un par de semanas, en lo que ambas confesiones dejaban de ser novedad.

Aunque estaba claro para todos que tratándose de dos estrellas como ellos, los sucesos serían difíciles de olvidar.

—Jorge, Pedro ¿cómo están? ¿qué tal la vida en el campo?

—Ya hasta tenemos un huerto — respondió Pedro dejándose abrazar por Jorge— ¿cómo va todo por allá?

La pareja apenas si había tenido tiempo de despedirse de Irma y María, quiénes para facilitar la despedida, estaban juntas en la casa de Ismael.

Aunque para ninguno de los dos hombres pasó desapercibido las miradas que ambas se daban cuando creían que nadie las veía.

—Irma ya ha firmado los papeles de divorcio, oficialmente eres un hombre libre Pedro — la sonrisa de Jorge se hizo más grande— Pero si su pregunta es por cómo va la noticia con la gente, tengo que decirles que no todos se lo han tomando muy bien, ha habido algunos intentos de detener el lanzamiento de la película, pero un amigo y yo hemos estado moviendo algunas influencias en los medios para que hablen bien de ambos, verán que en poco tiempo ya podrán regresar — Ismael evitó decir que había sido Luis quién como regalo para Pedro decidió cobrar algunos favores, logrando que algunos programas de farándula, alabaran la relación que tenían Negrete e Infante, tratando de alguna manera, convencer a la gente para que los aceptaran.

Bésame mucho | InfagreteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora