Grábalo en sus memorias

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Hay muchas cosas que pueden matar a un hombre
Hay muchas maneras de morir
Sí, y algunas ya muertas que caminan a mi lado
Hay muchas cosas que no entiendo
¿Por qué tanta gente miente?
Bueno, es el dolor que escondo lo que alimenta el fuego interior en mí

¿Siempre me sentiré así?
Tan vacío tan distanciado.

Wulf estaba de pie en la colina, contemplando la pradera que se extendía ante sus ojos, en el horizonte. Con su majestuosidad y su hermosura natural, Vinland le daba paz y un escape de la realidad. La brisa le acariciaba la cara, y el ruido de los insectos y los pájaros se sentía en el aire. En ese momento, Wulf sintió que las preocupaciones se alejaban de su mente, y se sintió realmente en paz. Podía entender por qué Thorfinn quería venir aquí. Vinland era hermosa, una tierra que no había sido alcanzada por la guerra. Parecía ser el paraíso mismo, y por un momento Wulf se pregunto si Thorfinn había vivido lo suficiente para llegar aquí.

Esa pregunta lo hizo volver a sus preocupaciones.

Canute estaba muy, muy mal. Wulf no sabía qué hacer. El dolor del rey le afectaba, pues eran años de servicio que se convirtió en una amistad, amistad que luego se volvió familia. Nunca lo había visto así, había... no, estaba llorando tanto. Habían muchas maneras de matar a un hombre, muchísimas, pero Wulf nunca había presenciado algo así. Canute se estaba muriendo en vida. Le habían arrebatado lo que más amaba. Y Wulf temió, ¿Qué tanto sabían sobre la marca en su meñique? ¿Qué tanto sabían sobre las almas gemelas? ¿Qué pasaba con una cuando fallecía la otra?

¿Qué pasaría con Canute? ¿Era posible que muriera de amor? ¿Su corazón se rompería realmente?

Wulf no sabía qué hacer o decir. La impotencia lo tenía inquieto.

Uno de los guardias reales se acercó a Wulf y habló.

-Wulf. ¿Qué pasará ahora? El rey no ha dejado su tienda desde que se enteró. Y han pasado horas.-

Wulf dudó un momento para pensar en la situación antes de responder. -No estoy seguro de qué pasará ahora. Ni siquiera estoy seguro de cómo consolarlo en este momento.-

El guardia lo miró con preocupación, luego volvió su vista a la tienda de campaña. Era grande y del estilo militar, la habían alzado para el rey en cuánto Wulf dió la orden de instalarse en la orilla.

-Lamento que no pudimos encontrar a Thorfinn con vida.- El guardia le dijo a Wulf. -Todos estamos simplemente... estamos muy confundidos en este momento. Thorfinn sirvió al rey uniéndose a nuestras tareas, era un buen hombre, buen compañero. Estamos acostumbrados a tener pérdidas, pero eso no significa que no nos duela.- suspiró. -Espero que no sea su tumba.-

-Tal vez es un error.- Wulf dijo en voz baja. -Debemos tener esperanza.-

-Entonces... estábamos pensando que debemos buscar a las personas que lo despidieron, a los que construyeron la tumba. Pensamos que ellos debe tener una respuesta.-

Wulf empezó a pensar en ello y le pareció una muy buena idea. Si pudieran averiguarlo a través de las personas que prepararon la tumba de Thorfinn, tal vez podrían saber qué le pasó. Si ésto era real. Wulf también recordó el humo ardiendo que habían visto desde el barco, la pila de cadáveres, y se preguntó si podría haber una conexión.

Graba esa calidez en mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora