Prólogo

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La historia nace con un propósito, ser contada. Quizás para mostrar, enseñar o dar un mensaje, hacer reír, llorar o sentir empatía por alguien o algo. Lo que si está claro, es que no todos la vemos desde la misma perspectiva, la mente humana tiene la capacidad de ver unas simples líneas en mil ámbitos inimaginables. No preciso contar esta historia con un objetivo, hago el simple acto de escribir para desahogar así como ustedes lo leerán con el fin entretenerse.

La casa de Techos altos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora