Shooting star ;; Keria x Gumayusi

✧ Capítulo XIV ✧

El tiempo continuó su marcha, y con cada día que pasaba, Minseok y Minhyung se sentían más cerca el uno del otro. Aunque el entrenador ya no los forzaba a pasar tiempo a solas, los dos jugadores seguían encontrando excusas para hacerlo. La razón oficial era mejorar sus habilidades y su sinergia en el juego, pero ambos sabían que había mucho más en juego. Después de las sesiones de entrenamiento, ambos solían quedarse en la sala designada, analizando partidas pasadas, revisando estrategias, discutiendo formas de perfeccionar su coordinación o simplemente jugando. Sus conversaciones eran cada vez más animadas y llenas de risas, como si hubieran redescubierto la alegría de trabajar juntos. Sin embargo, en medio de esas charlas centradas en el juego, siempre encontraban momentos para compartir sus pensamientos y sentimientos.

En una tarde soleada después de un largo día de entrenamiento, los dos se encontraron nuevamente en la sala. Estaban cansados, pero el deseo de pasar tiempo juntos los impulsó a quedarse. Minseok estaba inclinado sobre la mesa, señalando la pantalla con entusiasmo mientras explicaba algo sobre una de las tantas partidas que habían jugado ese día. Minhyung intercambiaba su mirada entre el menor y la pantalla, asintiendo de vez en cuando absorbiendo los detalles. La cercanía física entre ellos era inevitable, ya que ambos compartían la misma pantalla y se inclinaban hacia adelante para obtener una mejor vista. En tanto Minseok continuaba con su explicación, una sonrisa juguetona se formó en sus labios al notar como el mayor empezaba a lucir adormilado. La complicidad entre ellos estaba en su punto máximo, y él no pudo resistir la tentación de hacer algo que había estado deseando durante mucho tiempo. Sin previo aviso, se inclinó hacia adelante y besó suavemente la mejilla del mayor. El suave roce envió una corriente eléctrica a través de ambos. Minhyung, sorprendido pero complacido por el gesto inesperado, parpadeó y se volvió hacia Minseok con una sonrisa adormilada.

—¿Qué fue eso? —preguntó con una risa suave, mientras se acercaba aún más al otro.

Minseok rió suavemente en respuesta, sus ojos brillando con picardía. —Solo un pequeño incentivo para que no te duermas en medio de mis explicaciones.

El mayor fingió pensar en tanto una sonrisa se dibujaba en su rostro. —Parece un método interesante, pero todavía tengo sueño así que...—se inclinó un poco más, acercando sus labios peligrosamente a los del menor —creo que necesito otro incentivo.

Minseok no necesitó más invitación. Inclinó su cabeza lentamente hacia adelante, acercando sus labios a los de Minhyung con una agonizante lentitud. La anticipación creció con cada milimetro que se acercaban el uno al otro, y finalmente, sus labios se encontraron en un beso suave y apasionado. El beso fue como una chispa que encendió una llama ardiente de pasión. Aunque estaban sentados en sillas, la posición no disminuyó la intensidad de su conexión, Minseok inclinó su cabeza un poco más hacia un lado para lograr el ángulo perfecto. El beso comenzó de manera suave y tierna, como un susurro de amor compartido. Los labios del menor se movían con cuidado sobre los de Minhyung, explorando su sabor y textura con devoción. Los dos jugadores estaban completamente absortos en el momento, olvidando el mundo exterior mientras sus corazones latían al unísono. El menor tomó con suavidad el labio inferior del otro entre sus propios labios y lo mordió con ternura, provocando un suspiro de placer por parte del mayor. Era como si estuvieran descubriendo una nueva dimensión en su relación, una en la que no había espacio para las dudas ni las sombras acechadoras.

A medida que el beso se intensificaba, Minseok sintió cómo sus manos se aferraban instintivamente a los hombros de Minhyung, como si estuviera tratando de fusionarse con él en un abrazo apasionado. El mayor respondió al gesto, pasando su brazo alrededor de la cintura de Minseok y tirando de él más cerca. Los suspiros entrecortados se escapaban de sus labios, mezclándose con el sonido suave de sus bocas encontrándose una y otra vez, y a pesar de estar sentados aún en las sillas, la pasión entre ambos no disminuía en lo más mínimo. Se entregaron por completo al momento, sin preocuparse por la incomodidad de la posición o el entorno que los rodeaba. Los labios de Minseok exploraron los de Minhyung con una mezcla de dulzura y deseo, como si estuviera tratando de memorizar cada centímetro de la boca del mayor. Minhyung respondiendo con una intensidad igual, su lengua se deslizó suavemente sobre los labios del menor, pidiendo permiso para adentrarse en su interior. Minseok no dudó en darle la bienvenida, y sus lenguas se encontraron en un baile apasionado que parecía tener vida propia. El sabor del mayor era adictivo, y Minseok lo saboreó con avidez, disfrutando de cada matiz de su pasión compartida.