Shooting star ;; Keria x Gumayusi

✧ Capítulo II ✧

Minhyung llegó exhausto a su pequeño apartamento, las luces titilantes apenas iluminaban el espacio, sumiendo todo en una atmósfera sombría. Cerró la puerta tras de sí, sintiendo el peso de la soledad que habitaba en aquel lugar diminuto. El silencio solo acentuaba su sensación de aislamiento, recordándole cuán solo se sentía la mayor parte del tiempo. Sin embargo, esta noche era diferente, no podía quitarse de la cabeza las palabras de Minsung sobre las estrellas y los deseos. Cada palabra resonaba en su mente, como si Minsung estuviera tratando de enviarle un mensaje desde algún lugar más allá de la vida. Minhyung se dejó caer pesadamente en el sofá, sus pensamientos revoloteando como mariposas nocturnas alrededor de la luz de una lámpara.

Sus recuerdos volvieron con intensidad, revivió el último momento que compartió con su amigo, el brillo en los ojos de Minsung mientras hablaba sobre las estrellas y los deseos. El dolor en su pecho se volvió palpable, y por primera vez en mucho tiempo, permitió que las lágrimas fluyeran sin ninguna clase de restricción. La tristeza que había estado acumulando, la pérdida que lo había atormentado, lo venció en ese momento. El peso de la culpa que había llevado consigo desde aquella fatídica noche se volvió aún más insoportable, se sintió atrapado en un ciclo interminable de tristeza y autodesprecio, culpándose a sí mismo por no haber sido capaz de hacer nada para evitar el accidente. Y por ello había cerrado su corazón al mundo y se había obsesionado con cumplir el sueño que compartía con Minsung como una forma de penitencia.

Mientras Minhyung se perdía en sus pensamientos, el agotamiento finalmente lo venció. Su mente, cargada por el peso de la culpa y la tristeza, cedió ante el sueño. El sofá se convirtió en su refugio, y lentamente se hundió en un profundo letargo. No obstante, su sueño no sería uno de descanso tranquilo. En medio de la oscuridad de su mente, Minhyung se encontró caminando solo en un lugar extraño y sombrío. La luna, llena y plateada, iluminaba un paisaje cubierto de niebla, donde sombras danzantes se retorcían en la distancia. Cada paso que daba lo acercaba a un bosque oscuro y misterioso, donde los árboles parecían susurrar secretos y sus hojas crujían con una risa burlona. El viento soplaba gélido, enviando escalofríos por su espalda.

En medio de la niebla, Minhyung escuchó una risa, una risa que le resultaba extrañamente familiar. Siguió el sonido y se encontró cara a cara con una figura que se asimilaba a Minseok, quien lo miraba con ojos oscuros y enigmáticos. El corazón de Minhyung dio un vuelco, y trató de dar un paso atrás, pero sus pies parecían estar pegados al suelo. Minseok se acercó lentamente, sus labios curvados en una sonrisa ambigua.

—Minhyung... —susurró Minseok, su voz un eco siniestro en la oscuridad—. Has estado buscando algo, ¿verdad? Algo que crees que solo puedes encontrar cumpliendo ese sueño que compartías con Minsung.—Minhyung asintió con cautela, su voz atrapada en su garganta. Había algo en la mirada de Minseok que lo hacía sentir vulnerable y expuesto.—Ese sueño... —continuó el ser que cada vez se parecía menos a Minseok—. ¿Crees que cumplirlo te redimirá por lo que pasó aquella noche? ¿Crees que encontrarás la felicidad al final de ese camino?—Minhyung luchó por encontrar palabras, pero su voz seguía siendo prisionera de su cuerpo. Los ojos del otro brillaban en la oscuridad, como dos luciérnagas maliciosas.—Pero, Minhyung, hay algo que no sabes —añadió, su voz tomando un tono más oscuro y amenazador—.Cuando uno persigue algo con tanta intensidad, cuando lo coloca por encima de todo lo demás, a veces puede perderse a sí mismo en el proceso.

Minhyung sintió un nudo en el estómago mientras aquellas palabras lo envolvían en una espiral de miedo y confusión. Quería huir de ese lugar oscuro y de la mirada penetrante de la figura, pero seguía atrapado, incapaz de moverse. De repente, la niebla se espesó más a su alrededor, y los árboles comenzaron a cerrarse sobre él como garras afiladas. Lo que a ratos parecía a aquel chico que acababa de conocer se acercó aún más. La risa de Minseok llenó el aire, retumbando en la mente de Minhyung. Justo cuando la desesperación comenzó a apoderarse de él, una luz brillante y cálida apareció en medio de la oscuridad, era la misma estrella fugaz que Minhyung había visto en la vida real antes de encontrarse con Minseok. La estrella se elevó en el cielo nocturno, arrojando una luz dorada que despejaba la niebla y disipaba las sombras. El ser aterrador retrocedió, su rostro retorcido en una expresión de dolor. La estrella fugaz envió un resplandor protector a Minhyung, liberándolo de su parálisis. Se encontró corriendo lejos de aquel lugar oscuro, mientras la luz de la estrella fugaz lo seguía envolviendo.