✧ Epílogo ✧

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Minseok se encontraba en un lugar donde la realidad se fundía con los sueños, donde los recuerdos eran un delicado tapiz que se tejía en su mente. La conciencia se movía lentamente hacia la superficie, como un barco que emerge de las profundidades de un océano infinito. Poco a poco, la oscuridad se disipaba, y Minseok comenzó a tomar conciencia de su entorno. Parpadeó, tratando de enfocar la luz tenue que se filtraba a través de las cortinas de una habitación familiar. Se encontraba en una cama, y la sensación de suavidad bajo su cuerpo le era extrañamente confortable. Con lentitud, giró la cabeza hacia un lado, y lo que vio lo dejó sin aliento: allí, tumbado junto a él, con una expresión de paz en el rostro, estaba Minhyung. Sus rasgos eran suaves y despreocupados, como si estuviera teniendo el sueño más apacible. La habitación estaba llena de calma y serenidad, y el mundo exterior parecía distante y olvidado.

Minseok parpadeó varias veces, incapaz de creer lo que veía. Había estado seguro de que lo había perdido para siempre, que había dado su propia vida en un acto desesperado de amor. Pero allí estaba, junto a él, como si nunca hubiera ocurrido nada. Minseok extendió la mano con temor, casi con miedo de que su toque confirmara que esto era simplemente otro sueño. Pero al rozar la piel de Minhyung, sintió la calidez de su cuerpo, la realidad de su presencia.

—Minhyung... —susurró, como si pronunciar aquel nombre fuera una especie de conjuro. El mayor no respondió, pues seguía durmiendo plácidamente. Minseok se estremeció por un momento, un miedo irracional lo invadió. ¿Era esto una ilusión? ¿Un regreso efímero de su amado? El recuerdo de la lucha contra la sombra, la sangre derramada y el sacrificio final estaba fresco en su mente. Aún inmerso en la conmoción, siguió observando al mayor, tratando de encontrar alguna señal de que esto no era más que un sueño. Su mente luchaba por comprender lo que estaba sucediendo, y sus emociones oscilaban entre el temor y la esperanza.

Luego, con un suspiro sereno, Minhyung comenzó a despertar. Sus ojos se abrieron poco a poco, revelando la profundidad de su color, pero lo que más impactó a Minseok fue la expresión de asombro en ellos, como si estuviera viendo algo maravilloso por primera vez.

—Minseok... —murmuró con voz somnolienta, como si estuviera reconociendo la figura junto a él en la cama.

Minseok apenas podía contener la emoción que lo invadía. Extendió la mano temblorosa y acarició su rostro con suavidad, comprobando que era real.—Minhyung... Hola. —Las lágrimas llenaron los ojos del menor, y las palabras se le atascaron en la garganta mientras se inclinaba para besar a su amado.

El otro respondió al beso con ternura, saboreando la familiaridad de los labios de Minseok. Cuando finalmente se separaron, Minseok notó que la mirada del mayor se perdía en el techo, como si estuviera tratando de recordar algo importante.

—Minhyung, ¿estás bien? 

El mayor frunció el ceño, y Minseok pudo ver la confusión en sus ojos. Después de un momento de silencio, Minhyung sacudió la cabeza.—No... no estoy seguro. Siento como si... como si hubiera tenido un sueño extraño, pero no puedo recordarlo claramente.

—Es normal olvidar los sueños a veces. No te preocupes por ello —dijo Minseok, tratando de tranquilizar a su novio mientras acariciaba su cabello.

El mayor asintió, y una sonrisa suave curvó sus labios. —Tienes razón, no es importante. Pero lo que no puedo olvidar es lo hermoso que se siente estar aquí, contigo. —Extendió la mano y tocó la mejilla del menor con ternura.

—Eso es lo único que importa Minhyung. Estamos juntos, y eso es todo lo que necesitamos.—Susurró, sintiendo que no era el momento adecuado para hablar de sueños confusos. En cambio, deseaba disfrutar de este momento de tranquilidad, abrazar a Minhyung y asegurarse de que estuviera bien. Pero entonces, notó algo inusual en sus pechos, una pequeña cicatriz en el lado de sus corazones. Miró a Minhyung y vio la misma cicatriz en el mismo sitio. Era como un recordatorio de algo que habían compartido, algo que iba más allá de la memoria consciente.

Shooting star ;; Keria x GumayusiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora