No sabia que serias tu quien me salvaria

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Pronto los días que pasaron se sintieron como segundos. Luego, las semanas y los meses y, antes de que se dieran cuenta, Vegas y Pete estuvieron juntos durante poco más de 6 meses. 

Y honestamente, esta relación trajo casi nada más que felicidad a sus vidas.

Tanto Vegas como Pete decidieron llevar esta relación a pasos agigantados. Ambos tenían la certeza de que siempre querrían permanecer al lado del otro y de aquí en adelante, cada problema e inseguridad que enfrentaran, acordaron que juntos lo superarían.

Era justo decir que Vegas y Pete estaban en una especie de fase, luna de miel. Intentaron pasar cada segundo de cada día juntos y si no estaban muy cerca uno del otro, llenaban la mente del otro.

Honestamente, las cosas parecían volverse más fáciles para ellos. Las primeras semanas, trabajar juntos fue un desafío. Definitivamente no era agradable saber que tu amante estaba cerca de ti, pero no había nada que pudieras hacer o decir que te diera la oportunidad de pasar tiempo juntos. Tanto para Vegas como para Pete, la medicina era su pasión y su vocación. Ambos amaban sus trabajos, casi tanto como se amaban el uno al otro, por lo que sabían que no debían negarse mutuamente las cirugías, las interacciones con los pacientes y los seminarios.

Pero pronto encontraron un equilibrio viable y una rutina de trabajo. Sus turnos lograron alinearse e hicieron un esfuerzo consciente para reunirse de vez en cuando solo para motivarse mutuamente a lo largo del día.

Sin embargo, eso fue solo el comienzo de estos hitos bastante grandes en su relación. No mucho después, Vegas había invitado a Pete a cenar con Macao y, de manera similar, Pete le presentó al otro a su familia. Y pronto se convirtió en un acto común cenar y salir juntos en familia.

Para Vegas y Macao, que habían perdido a sus padres hace muchos años, tener a los padres y abuelos de Pete los hacía sentir cómodos y seguros. Pete hizo que Vegas se sintiera cómodo y seguro. Y esta relación no era nada que ninguno de ellos hubiera experimentado antes. Era tan fácil amarse el uno al otro. Se entendieron y se entendieron como nadie más podría hacerlo. Para ellos era más que tener sexo y una pareja atractiva, Pete se sentía como en casa. Finalmente estaba en paz y su vida se hizo más lenta. Las cosas eran simplemente... perfectas. Pero no hace falta decir que Vegas ayudó a Pete de muchas maneras. Cuando su familia se dio cuenta de lo importante que era Vegas para él, incluso sus padres lo aprobaron y abandonaron toda la demanda de que se esperaba que Pete los mantuviera.

Los padres de Pete incluso se sintieron tan inspirados al mudarse a una nueva ciudad que abrieron un negocio con sus abuelos que se volvió bastante popular. Y así como Vegas sintió que todo estaba en el lugar correcto, Pete compartió una creencia similar de que su vida era lo más perfecta posible.

Era bastante esperado cuando Kinn y Porsche anunciaron que se iban a casar. Incluso antes de que Pete entrara en la vida de Vegas, estos dos eran la pareja 'it' de este hospital y eran prácticamente inseparables. Dondequiera que estuviera Kinn, también estaba Porsche y viceversa. No solo era muy claro su amor mutuo, sino también cuánto se necesitaban.

Por lo que Vegas entendio, Porsche hizo de Kinn una mejor persona. Se volvió menos agresivo y no se sumergió en el trabajo como antes. De hecho, se cuidó a sí mismo y a otras personas a su alrededor.

Y desde que Pete había regresado, Vegas y Kinn de alguna manera comenzaron a llevarse bien. A menudo pasaban tiempo juntos hablando después de las reuniones sobre sus vidas personales. Kinn estaba realmente feliz por Vegas, pero Vegas sentía lo mismo por su primo. Comprendió por qué Kinn amaba tanto a Porsche y por qué estaba tan dispuesto a sacrificarlo todo si eso significaba que Porsche nunca se apartaría de su lado. Fue porque él haría lo mismo. Podía y haría cualquier cosa por Pete y su familia si eso significaba que podrían estar juntos por el resto de sus vidas.