No sabia que serias tu quien me salvaria

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///De vuelta a la actualidad

Los siguientes días fueron un infierno para Vegas, especialmente porque Arm y Pete nunca parecían estar lejos del otro. Eran nauseabundos. 

¿Por qué Kinn tuvo que elegir a Arm entre todas las personas?¿Como si no hubiera gente menos atractiva y menos encantadora en este departamento que pudiera ser el mentor de Pete?

A todos les gustaba Arm. Más que Vegas de cualquier manera. Sabía exactamente qué decir y cómo decirlo. Hizo que todos se volvieran locos con su sonrisa perfecta y su físico musculoso. Sin mencionar que era mucho más alto que Vegas y que esos anteojos que usaba parecían ser amados por todos. Vegas sabía que no podía competir con Arm. A pesar de que definitivamente había sentimientos de odio hacia Pete por haberlo dejado ese día, Vegas no podía negar que todavía le gustaba mucho y que esperaba que de alguna manera le gustara a Pete.

Trató de mantenerse fuera del camino de todos después de su estallido emocional el día que llegó Pete. Solo trató de pasar desapercibido y hacer las cosas. Ni siquiera trató de trabajar más horas de lo habitual porque quería pasar el mayor tiempo posible lejos de Pete. No es que quisiera, solo sabía que si seguía viendolo, especialmente alrededor de Arm, haría algo loco e irracional que causaría un gran lío.

Después de esa conferencia, Vegas guardó la ropa que Pete le prestó y la escondió para que nunca la encontrara accidentalmente. Pero como Pete apareció de nuevo, los sacó y los dejó a un lado del escritorio.

Vegas sabía exactamente lo que quería, pero tambien sabia lo que sentia por el. Quería salir con Pete. Esas pocas horas que tuvieron juntos hace tres meses fueron mágicas y quería que todos los días de su vida fueran así. Pero también odiaba a Pete. Le frustraba saber que se fue sin decir nada esa mañana pero le gustaba tanto que estaba dispuesto a pasar toda su vida con él.

Había pasado un tiempo desde que trabajó en el turno de noche.
No había mucha gente de servicio, solo algunas enfermeras, los médicos más jóvenes y, por supuesto, Pete. Durante la mayor parte de la noche, se quedó en su oficina, organizando los archivos de los pacientes, pero ahora era el momento de las visitas a la sala.

Como esperaba, Pete y Arm estaban de pie en la mesa del departamento central, con el café en la mano y riéndose. Vegas se preguntó por qué Pete nunca se molestaba en venir a visitarlo o traerle archivos; nunca trató de crear un momento en el que pudieran estar solos para poder disculparse. Pete realmente tomó en serio su arrebato que hizo que Vegas se arrepintiera de la forma en que actuó. 

¿Por qué Pete no lo perseguía? 

¿De verdad no le gustaba?

Las alarmas se activaron y los monitores de las computadoras emitieron un pitido: "¡Código azul!"

Dejo todo y corrio hacia el paciente en la Sala 4 con las enfermeras siguiéndolo detras. Salto a la cama y junto las manos, empujando hacia abajo con fuerza mientras comenzaba las compresiones torácicas del paciente. 

"Por favor", dijo repetidamente, "¡Por favor, despierta, despierta!"