❝La reina que nunca fue❞
El joven Velaryon creció con mucho amor por parte de su madre, pero mientras más crecía, más rumores corrían. "El bastardo de Rhaenys" fue apodado. Al principio el pequeño niño si siquiera sabía que significaba la palabra "bastardo" con el tiempo las personas se encargaron de enseñarle que significaba.
Creció en Driftmark con su madre y hermanos. Rhaenys intentó de todo para divorciarse y llevarse a sus hijos, pero su abuelo, el rey Jaehaerys seguía vivo y nunca permitió ese divorcio. Rhaenys tomó su reclamo y dijo que cuando ella se convirtiera en reina ella se encargaría de divorciarse. Jaehaerys la amenazó y dijo que si lo intentará el regresaría y mataría a su bastardo, claro que cuando el hombre vivió la amenazó sobre eso.
A Rhaenys no le quedó de otra más que seguir con Corlys y años después tuvieron una hija, Laena, Corlys intentó conquistarla de nuevo y darse otra oportunidad y hubiera funcionado, si Corlys no mirara mal a su hijo. Y en susurros lo llamara bastardo.
Las preferencias se hicieron notar y el pequeño Aemon se dió cuenta de eso.
—¿Por qué papá no me quiere?—pregunto triste el niño al ver que su padre solo jugaba con Laenor.
Rhaenys sin querer responder se acercó a su hijo y le dió un abrazo.
—El único amor que te debería de importar es el mío. Yo te amo Aemon y siempre lo haré.
Aemon se aferró a su madre y agradeció siempre su amor, pero él siempre se preguntaría qué se sentiría ser amado por un padre. Por su padre. Su tío Viserys y su tía Aemma los visitaban, su tío siempre le traía regalos y en un viaje le trajo un huevo de dragón. Aemon esperaba ansioso a que su huevo eclosonara y poder montar su dragón, tal vez si su ya tuviera un dragón le mostraría a su padre que él era su hijo y solo tal vez el lo amaría.
El huevo eclosionó, pero Corlys nunca lo amo. Ni siquiera cuando estuvo montado sobre su dragón, ni siquiera cuando Aemon se mataba estudiando sobre la historia de su familia "Velaryon y Targaryen" cuando entrenaba para ser un buen guerrero y estar listo para una batalla, ni siquiera cuando aprendió a hablar Alto valyrio.
¿Eso no era suficiente?
Aemon intentó de todo, pero nada funcionó. Él nunca sería amado por su padre, tal vez al final lo que decían las personas era verdad. Él era un bastardo, alguien que debió morir, si él hubiera muerto todo sería más fácil.
Pero ahora no era momento de sentimentalismo, debía de ser fuerte por su madre y hermanos. Rhaenys estaba a lado de su abuelo el rey Jaehaerys y del otro estaba su primo Viserys y Aemma. Aemon tomó la mano de su madre en busca de darle paz, la mujer le sonrió dulcemente a su hijo, pero se mantuvo firme.
"El bastardo está ahí" "¿Cómo se atreve a poner a un bastardo a lado del rey?" "Ella no tiene vergüenza" "Los únicos que deberían estar ahí son Laenor y Laena" "Un bastardo creyéndose digno" "Ojalá ella no fuera reina" "Aemon el bastardo de Rhaenys"
Fueron uno de tantos murmullos que Aemon escuchó, pero no les hizo caso. Debía ser fuerte por su madre. Laena que estaba en medio de sus hermanos tomo la mano de ambos, intentando darles paz. En especial a su hermano Aemon, el chico le sonrió a su hermanita. Laenor hizo lo mismo y después miró a su hermano. Sabía sobre todo lo que le decían, muchas veces lo defendió y enfrentó a su padre sobre lo que le decían a su hermano, siempre Laenor estuvo ahí. Ambos hermanos se miraron y asintieron.
—El consejo ha tomado una decisión—anunció el rey Jaehaerys—. Y el nuevo rey será Viserys Targaryen.
Rhaenys, obviamente no sería. ¿A quién le gustaría ver a una mujer sentada en el trono de hierro? A los hombres les dolería en el ego al saber que son gobernados por una simple mujer. Una mujer ¡Por los dioses!
Todos aplaudieron, una parte de Rhaenys se quebró ese día. Su padre la había preparado para ser heredera, ella era la nieta mayor del rey, hija del hijo mayor (entre los varones) y su propio abuelo le usurpó el trono. El ser reina era una de las cosas que le dejó su padre, ella no se imaginó serlo, pero cuando su padre murió era lo que le dejó.
Rhaenys miró a su primo quien ahora sonreía, pero al ver a Rhaenys su sonrisa se borró. Ella asintio y le sonrió, no era una sonrisa de felicidad sino una sonrisa triste.
—Vamonos niños—les susurro.
Rhaenys bajó las escaleras con la cabeza en alto, al igual que sus hijos. Hubo un gran silencio cuando la reina que nunca fue se paró frente a su abuelo, el mundo se detuvo y los dioses lanzaron una moneda al aire "grandeza o locura".
—Los hombres como tú siempre tendrán miedo a que una mujer se siente en el trono de hierro y sea quien gobierne, pero lo juro por los dioses que algún día una mujer lo hará. Y lo hará por todas aquellas que no pudimos, entonces ustedes se revolcaran en sus tumbas al saber que una mujer gobierna. Y que en el mismo trono que tú te sientas ella se sentará. No sé si estaré viva o muerta cuando eso pase, pero juro que disfrutaré eso como no tienes una idea.
Las personas dice que nunca hubo tanto silencio en la fortaleza como lo hubo ese día. Rhaenys Targaryen se enfrentó al rey y lo dejó sin palabras.
—Suerte en su reinado primo—le dijo a Viserys y le sonrió a Aemma.
Y como la mujer que era no bajó la cabeza y salió del salón. Rhaenys estaba en lo correcto cuando dijo que una mujer se sentaría en el trono y claro que ella estaría ahí para verlo, ella no se sentó en el trono, pero su sangre lo haría.
"La reina que nunca fue"
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Older-Rhaenyra Targaryen
Fanfiction"Estás en aire yo, en el agua El hijo de nadie La hija de nadie" El fuego y el agua creaban una reacción exotermica, ambos desprenden energía. Los dioses lanzaron una moneda al aire y esperaron a ver en que lado caía: Grandeza o locura.