Older-Rhaenyra Targaryen

Capítulo 4: ¿Targaryen o Velaryon?

❝¿Targaryen o Velaryon?❞

Los siete reinos estallaron al enterarse de la noticia. "Rhaenys Targaryen se divorcia de Corlys Velaryon". La noticia se regó más rápido de lo esperado. Rhaenys era señalada por todos, pero a ella no le importaba. Lo que le importaba era divorciarse y quedarse con sus hijos, ella sabía que Corlys pelearía por los niños, en especial por Laenor y Laena, él necesitaba un heredero.

"Ella no valora" "Apuesto que no ganará el juicio" "Los niños lo merece Corlys" "El único niño con el que debería quedarse es con su bastardo".

Rhaenys escuchó el último y casi le arranca la cabeza a la mujer que dijo eso. ¿Cómo se atrevían a llamarla así? ¿No tenían empatía o no podían tener al menos discreción? A ella no le importaba lo que los demás dijeran de ella, lo que realmente le importaba a Rhaenys eran sus hijos.

Aemon tenía la misma edad que Laenor, pero Aemon a veces parecía que él era el mayor de sus hermanos. Siempre buscando la forma de protegerlos, decirles que no importaba lo que dijeran de ellos, siempre protegiendo a su madre y siempre llevar la frente en alto, pero al final Aemon era un niño.

Un niño tomando el puesto de un adulto.

Aemon estaba ahí para su madre, sus hermanos, su tíos Viserys, Daemon y Aemma, pero sin que nadie lo viera o escuchará en sus aposentos dejaba de ser un adulto y volvía a ser un niño. Un niño sensible, al que le afectan las palabras "bastardo" y que se permitían llorar solo. Nunca ante nadie más, solo él.

Cuando Aemon tenía mucho estrés e irá acumulada iba con Daemon y ambos practicaban con las espadas, el pequeño Velaryon lograba sacar todo lo que tenía, solo así estaba tranquilo al saber que sacó su ira en algo bueno. Él niño odia la idea de desquitarse con alguien quien ni siquiera tiene la culpa, a él no le gustaría que le hicieran lo que le hicieron.

Aemon camina de regreso a sus aposentos, algunos Lores y Ladys pasaban a su lado y murmuraba cosas de él. "A los Targaryen no nos debe importar lo que digan los demás, ellos hablaban, pero cuando ven al dragón callan, le había dicho Daemon"

Cada que alguien tocaba el tema de su bastardía era un tema muy sensible para él y su punto débil, pero tenía que ser fuerte y no importarle lo que le dijeran. Siguió caminando hasta llegar a sus aposentos y se dió un largo baño. Al acabar se vistió y decidió quedarse un rato aún.

Estaba ansioso y nervioso por el juicio, su tío Viserys le había dicho que no se preocupará él haría todo lo posible para que ganarán y Aemon le creía después de todo su tío era el rey. Su palabra era ley, nadie podía romperla ni siquiera Corlys Velaryon, pero aún así Aemon no estaba tranquilo. Tener que ver de nuevo a su padre no le tranquiliza ni un poco, tenía miedo de verlo de nuevo y que los recuerdos lo atormentan más de lo que hacían.

«Todo estará bien, se prometió»

—Voy a estar bien—se dijo a sí mismo.

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El día había llegado, el juicio había llegado. Los más grandes señores de los siete reinos habían llegado, Aemon se cuestionó el por qué. Su madre le había dicho que era por apoyó, su madre tenía casa que los apoyaban. Cómo los Baratheon (con quién compartían sangre además) y los Stark, eso tranquilizó un poco a Aemon.