❝El juicio comienza❞
Habían pasado unas semanas desde que la princesa Rhaenys había llegado a King's Landing con su familia. Aemon había estado mejorando poco a poco, ya no lloraba por las noches, pero se había mantenido lejos del mar.
Pasaba tiempo con su tío Daemon, él lo entrenaba junto con su hermano Laenor, después de entrenar, se daba un baño, continuaba con sus clases de Valyrio e historia y al final pasaba ayudaba a su madre y su tía Aemma con las niñas.
Pero lo mejor que había en el día era cuando su tío Daemon lo llevaba a montar a su dragón Vaelys. Aemon había perdido el miedo al montar al dragón, pero ahora Daemon quería enseñarle algunas acrobacias y trucos con él.
Caraxes era su dragón favorito, claro después que Vaelys. Daemon le había dicho que Caraxes perteneció a su abuelo, Aemon I Targaryen, el padre de su madre. Resultaba algo gracioso. Daemon tenía a Caraxes, el dragón que le perteneció a su abuelo, pero su madre tenía a Maelys, el dragón que le perteneció a la madre de su tío.
Laena y Rhaenyra crecían juntas como dos hermanas. Su tía Aemma le hablaba de su niñez en el valle de Arryn dónde creció antes de que se casará con su tío Viserys. Su madre cuidaba de él y sus hermanos, pero a veces la notaba preocupada. Aemon no sabía por qué, pero quería descubrirlo.
Todos comían felices en el comedor, si tío Daemon no regresaría a Piedra de Runas, no por ahora. Y si se podía nunca.
—¿Cómo han estado sus lecciones?—les preguntó Viserys.
—Bien —respondió Laenor llevándose un pedazo de carne a la boca.
—¿Y para tí Aemon?
—Bien, el tío Daemon nos enseña cosas nuevas.
—Espero que no les pongas muchas fuerzas, hermano.
—Por supuesto que no, hermano.
Aemon y Laenor soltaron una pequeña risa.
La pequeña Rhaenyra comenzó a llorar, Aemma iba a levantarse, pero Viserys lo hizo primero.
—Yo lo hago—dijo Viserys.
Aemma asintió.
Viserys comenzó a cantarle una canción en valyrio a la pequeña y su llanto cesó. Aemon observó a su prima quien era cargada por su tío.
—¿Ya terminaste Aemon?
—¿Por qué?
—Quiero ir a jugar.
—Ya casi—dijo Aemon y se metió el último pedazo de carne.
—Con cuidado—le dijo Rhaenys.
—Si mamá—dijeron ambos niños y se despidieron.
Laenor y él se dirigieron al cuarto de juegos. Jugaban con algunas espadas de madera—regalo de su tío Daemon y Viserys—y dragones. Todo iba bien hasta que encontraron un caballito de mar.
Velaryon.
El mar.
Su padre.
—¡Ayuda! ¡Mi hijo! ¡Un maestre! ¡Por favor!
Las olas lo habían arrastrado lo suficientemente para hundir su cuerpo. Cuando Rhaenys se dió cuenta de que su hijo no estaba comenzó a buscarlo como loca. Entró a cada habitación y fue por la ventana que vió como el mar se llevaba a su hijo poco a poco, aun no estaba tan lejos, sin importarle salió a toda prisa. Fue eterno no llegar a él. El castillo de Driftmark estaba algo lejos del mar y Rhaenys temía que llegara demasiado tarde.
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Older-Rhaenyra Targaryen
Fanfiction"Estás en aire yo, en el agua El hijo de nadie La hija de nadie" El fuego y el agua creaban una reacción exotermica, ambos desprenden energía. Los dioses lanzaron una moneda al aire y esperaron a ver en que lado caía: Grandeza o locura.