Capitulo 2

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Las grisáceas nubes cubren por completo el cielo, siendo ocasionalmente iluminadas por los intensos rayos que saltan de nube en nube. La lluvia intensa golpea todo con fuerza haciendo que sea difícil escuchar.

En el techo del edificio se encuentra un hombre parado a un par de metros del helipuerto, portando una sombrilla gris en la mano derecha y sosteniendo una tableta de cristal en la izquierda, vistiendo un abrigo negro largo hasta los tobillos.

Un grupo de luces se hacen gradualmente presentes a través de las nubes, acompañadas del sonido estruendoso de motores a combustión fusionados con el sonido de la lluvia y el ocasional estruendo de los relámpagos hasta que las nubes son disipadas bruscamente por un enorme vehículo de color gris metálico con dos motores al frente y atrás, este aterriza en el helipuerto al mismo tiempo que una pesada compuerta trasera se abre.

El hombre se acerca rápidamente para recibir a 2 soldados que bajan del vehículo, el más viejo era alto, de pelo rubio peinado hacia atrás y de complexión robusta, vistiendo un uniforme militar de alto rango decorado con una numerosa cantidad de medallas. El más joven, por su lado, era ligeramente más bajo, de complexión más atlética, su pelo castaño casi negro contrastaba con sus ojos color azul claro, una diminuta y apenas notoria cicatriz en forma de relámpago acompaña su ojo derecho.

–¡General Leonard! –Exclamó el hombre con emoción –¡Gracias por venir! ¡Veo que trajo compañía!

–¡Dijeron que tendría noticias muy interesantes Dr Wallace!

–¡Así es señor! ¡Acompáñeme! ¡Esta lluvia está cada vez peor!

El hombre guía al General Leonard y a su acompañante dentro de las instalaciones hasta llegar a una amplia sala de juntas donde toman asiento menos el joven, quien se queda de pie recargado contra la pared y de brazos cruzados

–Me disculpo por la lluvia –añadió Wallace apenado –Control de clima no nos notificó sobre ello...

–No creo que haga falta disculparse –Dijo una voz femenina –Bienvenido General

Una chica de pelo castaño claro, recogido en una coleta y con un fino fleco partido en dos , tez blanca y complexión delgada, vistiendo un uniforme militar, camina hasta el comandante saludándolo de mano

–Es un honor tenerlo en estas instalaciones

–El honor es todo mío Capitana
La mujer se gira sobre sus talones volteando hacia el soldado más joven –Y por su puesto...

Ella se acerca al soldado y lo mira de arriba a abajo –Nunca falta el famoso Connor O'brien

–Deberías hacer el saludo ante un superior –Contestó sarcástico y con una ligera sonrisa burlona en el rostro

La mujer tuerce los ojos mientras se gira sobre sus talones y con una apenas notoria sonrisa dibujada en su fino rostro –Tampoco se sienta tanto... Mayor

–¡También te extrañé Sandra!
Sandra solo extendió ligeramente su sonrisa

–Muy bien –Dijo el General Leonard interrumpiendo el momento –Dr Wallace ¿Por qué no comenzamos?

El Dr. Wallace tomó una bocanada de aire y levantó dos dedos a la altura de su cabeza para deslizarlos por el aire rápidamente de derecha a izquierda. Al hacer el pequeño gesto, la pared de cristal se opaca y se aísla el sonido hacia el exterior de la sala

–Como usted sabrá –comenzó el Dr. Wallace –Hace 2 siglos se inició el proyecto Génesis, suministrando el suero GN_ 01 en 15 mujeres embarazadas. Y como dice en los archivos del proyecto, cada 25 años la alteración causada por el suero se manifestaría en algunos... bebés –Hizo una ligera pausa y con un discreto gesto le cedió la palabra Sandra

Powers: GenesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora