Capítulo 8

1 0 0
                                    

La luz de luna de medianoche acariciaba los tejados de París, las luces amarillentas de las calles contrastaban con la obscuridad nocturna de la ciudad, era una noche cualquiera, silenciosa, pacífica, con el cielo tan despejado que permitía ver hasta la estrella más pequeña. Una joven pareja paseaba con tranquilidad por uno de los parques cercanos a La Torre, ambos vestían de forma elegante, como si acabaran de salir de alguna fiesta importante. Se hallaban observando el increíble edificio de mil metros de altura apenas alumbrado por las pocas luces encendidas en distintos pisos. Los drones de seguridad de La Torre identificados por sus luces parpadeantes rojo y verde, entraban y salían en el delgado anillo flotante alrededor del mismo, como pequeñas abejas cuidando el panal las veinticuatro horas.

La pareja disfrutaba del parque nocturno paseando hasta que decidieron acostarse en el frío pasto observando la punta del enorme edificio. Hasta que, el hombre de la pareja, advirtió como uno de los drones se apartaba del edificio, miró extrañado, pues estos no se alejaban más de sesenta metros de La Torre. Lo observó mantener una línea recta por más de cinco minutos, alejándose más y más del edificio hasta que dió una vuelta en U y aceleró a máxima velocidad. La pareja se puso de pie consternados y sin despegar la vista del cielo hasta que el dron impactó contra uno de los pisos del edificio, una bola de fuego se expandió por todo el piso iluminando gran parte de los edificios de color naranja.

Treinta y cinco minutos y trescientos kilómetros después, un enorme H-50 ingresó en el espacio aéreo de la ciudad a gran velocidad. Los cuatro motores resonaron sobre los edificios a medida que se acercaba a La Torre. Connor se hallaba en el área de carga observando por la ventana, a la distancia, logró advertir el fuego que ya se hallaba consumiendo tres plantas enteras del edificio. Las llamas rojas brillaban con fuerza, iluminando la base de la espesa columna de humo negro que se fundía con el cielo nocturno. Se giró sobre sus talones para mirar a su escuadrón, que se hallaban terminando de preparar su equipo.

acercándose a la zona de descenso –Sonó una voz automatizada

Ante esta señal, Connor se dirigió a una de las estaciones de carga y se retiró el suéter militar, revelando un traje de lycra negro que permitía ver cada musculo de su cuerpo ejercitado, en sus hombros se hallaba impreso el logo Ranger, el halcón con las alas extendidas. La estación de carga se abrió revelando un espacio a la medida de su cuerpo, dio un paso al frente y el espacio se cerró con un chirrido mecánico sobre su espalda dejando su cabeza descubierta, la estación se separó y un hermoso traje militar de alta tecnología de color plateado tomó forma. No era tan robusto como otras versiones anteriores, este era el más ligero hasta el momento, teniendo solo tres centímetros de espesor, pero aún así, era capaz de detener balas sin siquiera dañar al portador. El traje de lycra actuaba como un sistema de enfriamiento y aislamiento térmico, pues, a pesar de todo, utilizar un exo traje era como estar dentro de un horno portátil, por lo que el traje aislaba el calor en un noventa por ciento, además de utilizar el mismo sudor del soldado como líquido de enfriamiento corporal.

La aeronave aterrizó en El Jardín de las Tullerías, a tres kilómetros y medio de La Torre. El escuadrón descendió con rapidez y sacaron seis vehículos terrestres en forma de moto. El Stinger, estaba diseñado para ser transportado con facilidad, una moto flotante plegable, para Connor, era una obra maestra de la ingeniería militar, capaz de ir a casi trescientos kilómetros por hora en condiciones ideales

–Por Dios –Dijo Lia que observaba el edificio en llamas

–Eso explica por qué nos llamaron a nosotros –Dijo Cooper, arrastrando un Singer fuera del compartimiento –La Torre se está yendo al carajo

–Bien –Dijo Connor. Su tono se volvió frío –Sandra, Gale, ustedes se quedan abajo –Ordenó –Ayuden a los heridos y apoyen con la evacuación. Lia, evalúa la estructura de La Torre y sus puntos debilitados por el impacto

Powers: GenesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora