Mientras me dirijo al almacén cerca de la heladería, reflexiono sobre cómo, a pesar de mi turbio pasado, a veces las pequeñas acciones de bondad pueden iluminar incluso los días más oscuros, me pongo a la par de mi hermano y le doy una palmada en su espalda.
— Sabes que no puedes fumar — le digo quitándole el encendedor y extendiéndole la mano para que me dé uno —.
— ¿Quién es el hermano mayor aquí? — dice expulsando el humo que tenía retenido y dándome un cigarrillo —.
— No me vengas con eso — enciendo el cigarrillo para inhalar el humo y luego expulsarlo — ¿Cuál es el problema que tenemos aquí?
— Primero, la pelea que tuviste en el bar, y segundo, te robaron 20 kilos de cocaína — dice mientras camina hacia el almacén —.
— Sabes que nadie puede faltarme al respeto, solo tenemos que deshacernos de ese imbécil y sobornar a los testigos para que no vaya a la prensa y listo — digo dando la última calada al cigarrillo — ¿Y quién fue el maldito que me robó la cocaína?
— Sé más precavido, hermano, nuestra madre no se puede enterar de esto y sobre la cocaína no sabemos quien fue — dice golpeándome la cabeza —.
— Maldito, sabes que nuestro padre se alejó por nuestra madre y yo solo quiero seguir con el poder que tenía nuestro padre, pero seré más fuerte que él, vamos a corregir la historia y hacerla más interesante y investiga al maldito que me robo — sonrió —
Mientras caminaba por las estrechas calles de Venecia, la ciudad parecía teñida por las sombras de mi turbio pasado, reflexionaba sobre mi ascendente en el oscuro mundo de la Camorra, a pesar desde mi temprana edad y mi apetito por el poder y la intriga que me habían llevado a la cima, había sido un camino duro, pero cada obstáculo, cada desafío, solo había servido para forjar mi determinación y mi deseo de controlarlo todo.
Mi madre, ajena a mis actividades criminales, seguía creyendo que yo había seguido los pasos de mi padre, quien había renunciado a todo vínculo con la mafia para centrarse en la familia. Lo que ella no sabía era que, desde los 15 años, había estado construyendo un imperio clandestino bajo la sombra de una red de empresas legítimas que se extendían por todo el mundo. Las lecciones de mi padre sobre el lado oscuro de la vida habían sido un legado que yo había abrazado por completo.
Ese conocimiento me había llevado a desarrollar mis habilidades en el manejo de negocios ilegales sin que el FBI pudiera siquiera sospecharlo. Incluso había llegado al punto de tomar vidas cuando había sido necesario, una realidad que había aprendido a aceptar con frialdad. Sin embargo, mi madre comenzaba a sospechar algo oscuro en mi vida, por lo que continué mis estudios y me convertí en el niño prodigio que ella siempre había deseado. Detrás de la fachada de un joven brillante se escondía un líder de la mafia en ascenso.
Junto a mi hermano Abel, a quien no nos unía la sangre, pero sí una profunda complicidad, habíamos ocultado la mafia detrás de una compleja red de empresas. Solo un círculo selecto de individuos sabía quién éramos realmente, y en todas las reuniones importantes usábamos máscaras para proteger nuestra identidad. Aquellos que habían intentado revelar nuestro secreto habían pagado el precio de su osadía.
En medio de mis pensamientos sobre el poder y el engaño, mi atención fue atraída por una joven que emergió de una pequeña tienda en la esquina, su cabello castaño oscuro caía en cascada sobre sus hombros, y su rostro estaba marcado por la preocupación, vestía un sencillo uniforme de camarera y miraba constantemente su reloj, como si estuviera corriendo contra el tiempo.
Mi corazón se llenó de intriga, esta joven era la misma que me había agradecido previamente por ayudar a su abuela, y algo en su presencia me intrigaba más de lo que habría imaginado. Aunque no era alguien a quien normalmente habría prestado atención, su mirada y su comportamiento me intrigaban profundamente.
Decidí seguir sus pasos, manteniéndome en las sombras, a una distancia segura. Mi mente comenzó a maquinar las posibilidades. ¿Qué secreto ocultaba esta joven? ¿Cómo podría su vida estar entrelazada con la mía? La curiosidad me impulsó a continuar observándola mientras la noche en Venecia guardaba sus propios secretos, sea cual fuera la razón, sabía que mi curiosidad me llevaría a descubrir más sobre ella y, tal vez, a entrelazar nuestros destinos de maneras que no podía ni imaginar en ese momento.
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Secretos Oscuros en el Corazón
De TodoQuien diría que ese tipo iba a ser un empresario muy reconocido en todo el mundo y tras de toda esa fachada era el mafioso más despiadado del mundo y que una simple chica iba a ser su debilidad y su miedo más profundo si descubre quién es en verdad...