El último año del colegio va a comenzar y nuestros personajes, ahora más grandes, se encontraran con nuevas aventuras. Algunos intentarán regresar con esa persona especial y otros buscan olvidarse por completo del pasado.
Esta es una continuación d...
Quedaba pocos días para que el primer período del año escolar se termine y la mayoría de los chicos estaban muy preocupados por subir sus puntajes. Sakura estaba entre ellos. Sabía que durante los últimos meses no había hecho más que distraerse en tonterías y pensar y pensar en otras personas en vez de ponerse a estudiar.
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Asuma tenía razón de enojarse con todos y demandar notas más altas.
Se compró una lata de limonada en el Comedor y fue directamente al patio, en donde la estaban esperando sus amigas, para distraerse un poco pues ya estaban en la semana de exámenes finales.
Ino le estaba haciendo los moños en la cabeza a Tenten mientras Hinata las escuchaba conversar muy atentamente. Por el gesto que hacía Ino, Sakura pensó que nada bueno podría ser.
– Por finnnnnn llegas, Frente– suspiró Ino cansinamente. – Shizune se hace la buena y su examen de Biología resultó una cagada total...
– Si no repasábamos las notas al pie de página nos íbamos al diablo– suspiró Tenten muy derrotada.
– Nunca he visto a Neji preocuparse– comentó Hinata acongojada. – Es que fueron muchos datos.
– Solo estamos en séptimo grado– se quejó Ino irritada. – No nos vamos a la NASA.
– Ahhhh y ayerrrrrr– se desinfló Sakura bebiendo su limonada. – Qué examen de mierda el de Baki y Trigonometría.
– Si tu, que eres la inteligente de nosotras, dices eso... – siguió Ino con un gesto de desgracia. – Imagínate como me siento yo... Ayer me dieron ganas de llorar al ver esas fórmulas.
– Yo quería matarme– añadió Tenten meneando la cabeza. – En pleno examen no podía sacarme de la cabeza la canción de Naruto... "Si me das un seno, te doy mi tangente..."
– Aghhhh no la cantes, estoy harta– chilló Ino tapándose las orejas.
Hinata se rió entre dientes y luego, al ver que Ino alzaba una ceja, se sonrojó intensamente.
– Mucha risita con Narutonto, ¿no? Muy amiguitos ahora, ¿verdad?
– No-no... Bueno sí...
– Wuuuuuuuu– se rió Sakura sonriendo con amplitud.
– ¡Hinataaaaaaaaaaaa! – dijo una voz aguda al otro lado del patio.
Todas se volvieron a ver hacia la misma dirección y ahí estaba Hanabi, llamándola con una manito. Hinata se puso de pie y salió corriendo hacia ella.
– Ahora que se ha ido quiero decirles algo– dijo Sakura aclarándose la garganta. – Hinata no sabe que Naruto sabe que le gusta...
– ¿Narutonto sabe que le gusta? – soltó Ino perpleja.
