Siempre son malas decisiones (2da temporada)

37. No es amistad

Julio se fue y agosto llegó con su tiempo frío y neblina mañanera. Durante esos días, Neji salió a correr como acostumbraba con Lee, pero ahora se les unía Tenten. Como hacía mucho, mucho tiempo cuando los tres eran amigos y no había conflictos de ningún tipo. ¡Qué gran grupo eran!

Tenten, junto a él, exhaló y una suave voluta de vapor salió de su boca y ascendió hasta su cabeza. Neji tuvo el impulso de darle un beso, pero se contuvo porque justamente estaban yendo lento. Eso quería ir, a paso lento. Como las relaciones normales y tradicionales, primero ser amigos, conocerse, sentir esa tensión y luego lanzarse. Y es que él, en verdad, quería iniciar desde cero por completo.

Si bien en el pasado Tenten lo había hecho sufrir al tener una relación con Deidara, Neji había perdonado tal situación a pesar de que, en ocasiones, ella sentía aún vergüenza. Eso era lo que él quería dejar atrás, cualquier sensación de culpa.

Lee se detuvo en seco y revisó su teléfono. Neji y Tenten pronto lo dejaron atrás.

– ¿Qué pasó? – gritó Neji volviéndose a verlo.

Lee meneó la cabeza y volvió a trotar.

– Ya nos fuimos al diablo otra vez– se quejó alzando los brazos al cielo.

– ¿Qué pasó? – preguntó Tenten aún trotando en su lugar.

– Naruto y Suigetsu reventaron una tubería y...

Neji hubiera soltado una grosería.

– Ahhhh no me digas– Tenten se detuvo y se llevó las manos a la cabeza.

– Sui me lo acaba de contar– dijo Lee estirando los brazos hacia atrás para contraer los músculos de su espalda. – Todo el segundo piso está inundado.

– ¿Puede este par de idiotas dejarnos estudiar? – gruñó Neji enojándose. – Si siguen con esa tontería de boicotear el sistema, ¿cómo nos vamos a graduar?

– Sí, porque de todas formas nos dejan clases virtuales– comentó Lee torciendo la boca. – Prefiero mil veces las presenciales... No se aprende nada por la computadora...

– Esperen... – Tenten meneó la cabeza. – Pero no creo que nos envíen a casa... Debe ser una simple tubería, no son tan inteligentes como para...

– No, no– Lee suspiró compungido. – Shikamaru los ayudó...

Neji se mordió la lengua porque casi se le escapó un insulto. Tenten al verlo, soltó una risita.

– Con tal de no hacer nada, Shikamaru los apoya– espetó Neji amargado.

– Uhmmm... Dice Sui que Asuma nos llama al Comedor...

Neji maldijo por lo bajo y los tres se encaminaron hacia el Comedor, comentando y comentando lo que ahora podría pasar. En el camino se cruzaron a muchos chicos en sandalias que venían chorreando y chapoteando, tiritando de frío.

Los tutores varones observaban a sus tutoreados como si intentaran buscar al culpable. Asuma los observó durante varios segundos, pero al verlos con ropa de correr, decidió que ellos no tenían nada que ver.

– ¡Acérquense! – llamó Ibiki alzando los brazos. Parecía más serio de lo habitual. – Alguien fue muy gracioso de malograr una tubería, pero las clases no se cancelan. Solo se suspende el segundo piso del pabellón de varones. Sigan con sus actividades. Vamos a encontrar al culpable o culpables.

Neji sonrió ampliamente, muy complacido. Ojalá, Naruto caiga. Eso sí que le alegraría el día.

Unas chicas alzaron el volumen de su teléfono para oír las noticias. De soslayo, Neji se enteró de que había habido un motín la noche anterior en la prisión de máxima seguridad de la ciudad lo cual había provocado dos muertos. Hasta el momento, el motín no había sido controlado y todos los efectivos policiales estaban siendo requeridos en el lugar.