Lo único que podía hacer Caster, era pensar. Era un individuo poderoso, sin lugar a dudas, pero aún así, algo de la información dada por el Grial lo ponía nervioso.
Los servants Saber, Lancer y Rider tendrían la habilidad de clase Resistencia Mágica. Lo cuál, a un mago como él, podría ponerlo en jaque.
Si bien era posible dañar estos servants con algún hechizo con el suficiente poder, corría el riesgo de quedarse sin maná.
Las otras tres clases serían más fáciles de lidiar, por lo que él y su master, Waver Velvet, idearon un plan de acción: buscar a los servants enemigos para identificar sus habilidades. En caso de dificultad, contaba con un hechizo perfecto para escapar.
El sol ya se había ocultado hace algunas horas. Waver y Caster, este último siendo el doble de alto que su Master, recorrieron Shinto por algunas horas. En el parque, cuando se disponían a volver a casa, una voz arrogante los detuvo.
—Es una sorpresa verte en la Guerra del Santo Grial, querido Waver.
Aquella voz no venía de ninguna dirección clara, pero el joven master agarró la capa de su servant con temor. Parecía un conejo apunto de ser devorado por un depredador, sin poder hacer nada más que temblar.
—Es una oportunidad perfecta para darte una lección especial —continuó el mago—. Te enseñaré lo que implica una batalla de magos. Tanto el temor como el dolor serán parte de la lección.
—¡Será mejor que guardes silencio! —interrumpió Caster—. Una rata cobarde, no tiene derecho hablar ante mi presencia. Mi master es mucho más digno de participar en esta guerra que tú.
Las palabras de su servant alegraron lo suficiente a Waver como para dejar de temblar. En cuanto al mago oculto solo lo hicieron enfadar.
—¡Archer, mata a ese insolente!
En ese momento, una lluvia de balas se dirigió directo hacía Caster. Este último alzó su pequeño bastón oscuro y convocó un circulo mágico a modo de escudo, el cuál resistió fácilmente ante los ataques.
Cuando desvió su mirada hacia la fuente de los disparos pudo ver a su atacante. No había nada destacable en su apariencia, tenía rasgos asiáticos y su cabello era negro. Incluso su ropa no era nada fuera de lo común, vestía un par de zapatillas, un pantalón azul y un buzo con capucha del mismo color. En sus manos llevaba dos pistolas negras.
—Master —dijo Caster—, ¿qué tan fuerte es nuestro enemigo?
Waver al ser un master tenía la capacidad de revisar los parámetros de cualquier servant. Se concentró un poco y logró medir las capacidades de Archer.
—¡Qué suerte! —dijo el joven con alegría—. Archer es bastante débil, no logra superarte en ningún aspecto.
Eso era, sin dudas, una buena noticia. Este era un enemigo que Caster podría derrotar. No obstante, no lo subestimaría. Seguramente tenía algún truco bajo la manga.
Caster colocó una barrera alrededor de su master y se acercó a Archer para iniciar el duelo.
—Hoy tendrás el honor de morir a manos del único y verdadero Rey Demonio —proclamó Caster—. Si tienes unas últimas palabras que decir, las escucharé.
—Perro que ladra no muerde —se burló Archer—. Recuerda que, en las historias, los demonios siempre mueren a manos de héroes.
—Te mostraré la diferencia entre un cuento y la realidad. —Levantó su bastón, el cristal del extremo brilló con un tono rojo sangre, y apareció un círculo mágico en el aire que al instante se multiplicó hasta llegar a la docena— Burst Rain.
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Fate/Zero Isekai
FanfictionLa Cuarta Guerra del Santo Grial reúne siete héroes legendarios. Cada uno ha sobrellevado las adversidades y salido triunfante. Sin embargo, estos guerreros tienen una cosa en común: nacieron en una Tierra como la nuestra, pero acabaron en un mundo...