Baile

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El ciclo de la vida continua, así como existe la muerte existe el renacimiento, las estaciones se siguen una a la otra, marcando cada una de ellas un cambio. Así que nuevamente es el baile de Equinoccio de otoño. Y a diferencia de otros años, existe algo en el aire, como si las luces brillaran más, o tal vez sean las sonrisas, la pista de baile está más animada, el susurro de las voces parecen menos críticas. La noche parece más íntima, agradable y glamorosa.

O al menos así se lo parecía a Horacio, que no dejaba de sonreír a su pareja de baile, que con maestría lo estaba guiando en aquel valls. Volkov sostenía con firmeza la cintura del contrario mientras balanceaba ambos cuerpos al ritmo de la orquesta que se escuchaba a lo lejos, porque ellos nuevamente se encontraban en la misma situación que hace un año, solos, bailando en aquel balcón alejado, aunque en sí había muchos cambios significativos, ahora no eran extraños, ha decir verdad con el tiempo entendieron que significaba lo de "El despertar del don que complementa", comprendieron que ambos aprendían del otro, de lo bueno y de lo malo, se motivaban a despertar lo mejor de cada uno, en muchos aspectos, eran más felices, tenían una vida más equilibrada y saludable, así como sus dones parecían acrecentarse y fortalecerse.

Horacio giro con maestria en tanto Volkov sonreía al verlo disfrutar del baile, cuando volvió a posar la mano en la cintura, se acercó lo suficiente para dejar un beso en la frente del menor, y esta vez el balanceo era más suave, Horacio recostó su rostro sobre el pecho de Volkov, ahí donde estaba su corazón. Alguna vez le dijo que envidiaba no poder sentir aquel latir suyo, Viktor le había respondido que no se preocupara, porque su corazón tendía latir a la par del suyo. Casi como si fuera un solo latir, un solo corazón.

Volkov sostuvo la mano derecha del menor y la luna hizo destellar los anillos que ambos compartían, aquel compromiso se había dado hace poco, su relación solo se pudo oficializar después de que realmente encontrarán la manera de lidiar con sus responsabilidades, y es que Horacio, se le había signado por el Rey, descubrir a los seguidores de "La nada", porque pasado la purga de las casa, se descubrió, que muchos de ellos habían huido cuando se escuchó la derrota de la primera oleada. Ahora Horacio era parte de una delegación formada por diversos miembros de otra casa. Por parte de Volkov él lo tenía más difícil, vencer las antiguas tradiciones, reformar el sistema tan marcado que su padre construyó era más difícil, pero de a poco se logró, y el paso más grande sería en unos días cuando se celebrara el matrimonio de su hermana Alexandra con Nikolai.

El calmado baile fue interrumpido por los fuegos artificiales, esta vez Horacio se movió entre los brazos de Volkov, ambos por protocolo seguían usando las máscaras, pero estas iban a juego. Ambos disfrutaban de las luces en el cielo, mientras se sentían los más afortunados de la noche.

— ¿Viktor te das cuenta que cuenta que nuestro aniversario será siempre en el baile de Equinoccio?

— Cada año, estarás bailando entre mis brazos, con los fuegos artificiales brillando en la noche. No suena mal.

— Para nada mal.

Volkov se inclinaba para buscar la boca de su prometido, en tanto Horacio se abrazaba al cuerpo del mayor en tanto por un momento quedaba olvidado el mundo y solo quedaban ellos. 

Season's HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora