Season's House

MASQUERADE | Re_edit

Y donde existe sonrisas falsas, existe hipocresía naciente de un odio profundo, pero llamados a ser civilizados, la amabilidad y las máscaras ocultan la malicia que se ven en sus modales ensayados y susurros bajos. El baile por el equinoccio, es el único momento donde la casa del Invierno y la casa del Verano cruzan sus caminos, sus miembros se atavían con sus mejores trajes y obligados a usar una máscara para fomentar la sana convivencia. Como si solo el ocultar la identidad, logrará mitigar el rencor tan arraigado en los miembros de ambas casas, aún así la velada se lleva a cabo por orden y mandato del Rey, porque nadie puede negarse al mandato de la luz

La baile sigue siendo tan presuntuoso como siempre, después de todo cuando se habla de algarabía no se teme en despilfarrar, la comida es perfecta, la orquesta interpreta los balls de forma que la pista de baile siempre está llena de parejas, se escucha el tintineo de copas, algunas risas, cuchicheos y sonrisas burlescas, aún si todo parece una pantomima, todos cumplen con su papel en interpretarla hasta el amanecer.

Horacio, parece cautivado por la magnificencia del evento, ya que es su primera vez asistiendo a este, a pesar de tener 20 años y aunque todos son obligados a asistir desde los 18, este pospuso su porqué seguía en entrenamiento el primer año, y el segundo porque sucedió "El despertar". Mas ahora podía entender porque todos hacían tanto revuelo con los famosos Bailes de Equinoccio, sin duda era una noche mágica, él se había ataviado con colores más primaverales para poder esconder su origen aunque su piel que muestra un delicioso color bronceado delata de qué familia es, después de todo los pertenecientes a la familia directa de su casa, la piel tiende a mostrar un brillo sutil cuando la luz se refleja en ellos, como si el sol chisporroteaba sobre la superficie. Había llegado un poco tarde, su familia se adelantó, y era mejor, porque a diferencia de ellos estaba más predispuesto a cumplir con el objetivo del baile, deseaba pasarla bien. Así que su meta era disfrutar de esa velada, no tardó en tener una copa entre manos, el contenido que era de un dorado brillante lo atrajo, el burbujeo en su boca cuando dio un sorbo provocó una sonrisa y un asentimiento ante el sabor dulce y afrutado. La mirada se posó en la pista de baile, la perfecta coreografía lo intimidaba, pero no negaba que su corazón anhelaba ser parte de ellos, aunque temía ser aquel que no encaja, por lo que se concentró en lo que si podía hacer como beber y disfrutar del banquete, con algo de suerte quizá identificar algunos amigos de la casa de la primavera con los cuales había entablado relación en ese último año.

Se movió entre los cuerpos de las personas, tarareando la música hasta que sin saber cómo su caminar se desvió por un pasillo, este estaba vacío y fue reconfortante, porque por un momento se había sentido sofocado entre trajes, vestidos y plumas.

Fue entonces que percibió aquel murmullo, provenía al parecer de un balcón, y por el tono de las voces se estaba dando una discusión, lo propio era que Horacio se retirara, pero simplemente porque no tenía quizá algo más que hacer, recostó un hombro sobre la pared y agudizó el oído dando un sorbo entre tanto y tanto de la bebida que tenía.

— No lo puedes impedir.

— Claro que puedo ¿No sabes el problema que conlleva para ti?

— ¿Problema? - se escuchó como la voz femenina bufaba- Lo dices por la rivalidad entre las casas o es por la pureza de sangre, ¿Tan difícil es entender que no me importa todo eso? Yo lo amo, él me ama.

— No hagas esto más difícil, sabes de tu posición...

— No me importa, solo la obtuve por ser la hija del líder de la casa del Invierno, ¿Solo por eso no puedo amar a quien me plazca? Él es de la casa de otoño ... ni siquiera es de la casa que tanto odias. Además no me dijiste que tu mismo estabas tan cansado de todo eso del orgullo de la familia y de la pureza de sangre.