I'm Midoriya | BNHA (Vol.1)

[XXVIII] Mentalidad / Patrulla.

Vamos, otras 100 sentadillas más", le dije al mocoso, notando que había frenado su ejercicio con las sentadillas. Él me miró con molestia por haberle pedido otras 100 repeticiones. "Si no duele, no funciona", añadí, tratando de motivarlo a mi manera.

Mientras tanto, yo continuaba estirando mis piernas, abriéndolas y torciendo mi cuerpo para mejorar mi flexibilidad. Mi mente estaba inundada de preguntas sobre cómo entrenar a este chico.

Las bases ya las tiene. Su habilidad de combate no es para nada mala; tiene un excelente juego de piernas, especialmente en su taekwondo, que se asemeja mucho al de un maestro experimentado. Su boxeo también es prometedor, aunque no está tan pulido como sus patadas.

El problema principal es que necesita acostumbrarse a su propio estilo de combate. Entiendo que quiera alcanzar la grandeza como yo, ¡haha! Pero su manía de contenerse me irritaba, aunque dejó de hacerlo después de que casi lo echara de mi casa. A pesar de haber superado esa limitación, todavía siento que está restringido de alguna manera.

Según lo que me contó, su Don se trata de la acumulación de poder, pero mis propios instintos me dicen que no me está contando toda la verdad. Cuando comenzamos a pelear en serio, él no estaba simplemente anticipando mis movimientos; parecía saber exactamente lo que iba a hacer.

¿Podría ser un segundo Quirk oculto o me mintió?

Tenía mis teorías al respecto, pero cada vez que sentía que él realmente estaba anticipando un ataque mío, su nariz comenzaba a sangrar, como si estuviera forzando algo. Además, sus movimientos se volvían erráticos. ¿Había usado su poder en exceso? Solo lo utilizó unas cuantas veces, y después de eso, casi no pudo mantenerse en pie, lo que me llevó a detener el combate por su propia seguridad.

Otra cosa que me daba curiosidad era su propio poder, es como si su propio quirk no fuera compatible, tal vez el no lo esté notando, pero yo al ser más mayor lo noté.

El calor que irradia junto con el vapor de su cuerpo no es normal. Parece como si estuviera quemando grasa por sí mismo, y también noto que su propio poder le está causando daño. A pesar de que me dijo que solo usa el 10% de su capacidad porque no puede ir al máximo sin romperse los huesos y debe mantener muchas cosas bajo control para mantener su poder, todavía siento que su propio poder le está afectando, aunque él no lo note. El calor que emana es como si estuviera quemando su propia piel, o al menos eso me parece.

Pero, si continuaba priorizando su seguridad, el chico no serviría para aprender. Tal vez sea hora de mostrarlo al mundo exterior. La mejor forma de entrenarlo que tengo es a base de combate, pero también sé que no soy la mejor maestra, y mi enfoque podría llegar a lastimarlo gravemente.

A pesar de eso, tengo que ser honesta. El chico era bueno para aprender y tenía una mente analítica. Siempre sentía una conexión con él. Obviamente, compartía mi misma naturaleza combativa, al menos cuando estaba en una pelea. Podría sacar provecho de eso.

Otra cosa que noté es que evita imitar mis movimientos especiales cuando estamos frente a frente. A pesar de dejarle claras señales para que utilice mis propias técnicas en su contra, él trata de evitarlas, como si se avergonzara de usarlas.

Le dije con firmeza: "Mocoso estúpido, déjame ver qué estás haciendo mal".

Pero él intentó protestar, y lo interrumpí: "Nada de peros, muéstrame. Voy a instruirte yo misma para que lo hagas mejor, porque tienes muchas fallas al utilizar mis propias técnicas".

A regañadientes, él asintió y comenzó a demostrar sus movimientos.

Terminé de estirarme y me puse de pie, reflexionando sobre aquella conversación. Miré sus piernas temblorosas, casi no podía mantenerse en pie. Dudé un momento sobre si debía decirle que era suficiente.