PROLOGO

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Me encontraba volviendo a mi pequeño barco después de cenar para poder dormir. Callejeaba como podía por estrechas calles para no ser vista por la Marine, ni por nadie más. Si se dan cuenta que estoy aquí no dudaran en matarme incluso sabiendo que la recompensa por mi cabeza es muy baja.

Escuche unos leves murmullos por lo que me escondí lo mejor posible entre las sombras, el hecho de que fuera de noche me ayudaba bastante. Los murmullos aumentaron y fue cuando vi pasar a dos hombres con el uniforme de los Marines. De todos los sitios donde pude acabar llego a parar en Shells Twown, un lugar tan lleno de Marines que podrían montar un pueblo ellos solos, pensé.

Aguardé en la misma posición más tiempo y, al estar completamente segura, salgo de mi improvisado escondite y sigo mi camino. Mientras más me acercaba al puerto menos casas había, si no era sigilosa me verían. 

Vi mi barco en la lejanía y con algo de emoción acelere el paso cuando un hombre en sus treintas se puso delante mía, cortándome el paso. Paré en seco pero no me alteré, con buena suerte lo engañaría.

Tú cara me suena, ¿te he visto en algún lado? preguntó el hombre dando una sonrisa cínica.

No te he visto en la vida dije bruscamente. Déjame pasar intenté rodearlo pero se movió impidiendo que avanzara.

Ya me acuerdo, te vi en un cartel de "se busca". Eres la niña asesina su sonrisa se agrando.

Te estas confundiendo mantuve mi rostro serio. Seguramente estas borracho.

Me di la vuelta para evitarlo cuando oí una espada ser desenvainada a mis espaldas. Rápidamente esquivé su ataque y alcé mis puños a modo de defensa aunque con una espada delante poco me serviría.

Tu cabeza vale un puñado de berries, lo que parece imposible. ¿Qué podría hacer una niñita como tú? soltó una carcajada como si hubiese hecho el mejor chiste del mundo. Ni siquiera pareces una asesina.

Volvió a arremeter su espada contra mi mientras yo solo me dedicaba a esquivar. Harta de la situación saqué la daga de su funda, que tenia enganchada al cinturón, y en un rápido movimiento le corté la garganta, manchándome en el acto.

¿Ahora si parezco una asesina? Dije con burla hacia el cuerpo inerte del hombre.

Escuché un ruido detrás mía y al girarme me encontré con un Marine. Hoy es mi día, pensé, debería sacar la lotería por si me toca. El hombre me miraba expectante. 

Quiso sobrepasarse conmigo, no tuve otra opción mentí. Atento contra mi vida, es lo mismo. La única culpa que tengo es ser mujer y caminar sola por la noche.

Lo has matado dijo como si no me hubiera dado cuenta. Debes ser arrestada.

Se acercó a mi pero yo no tenía ninguna intención de que me llevara. Ya cerca mío y sin dejarle ninguna opción le clave la daga en la parte superior del abdomen. Al sacarla cayó de espaldas en seco.

Me dispuse ha irme cuando vi más Marines llegar. Eran bastantes, no podía pelear. Con tranquilidad guarde la daga y me giré hacia ellos.

Vosotros indicáis el camino  —hablé conforme me acercaba a ellos.


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Ya habíamos entrado en la base. Tenía un Marine enfrente, uno a cada lado sujetandome los brazos y unos cuantos detrás. Llevábamos andando un buen rato cuando de un momento a otro entramos en una habitación. Era el despacho de Morgan, y no lo sabía porque lo tuviese delante, sino porque había un montón de cuadros sobre él.

Me daba la espalda, tenia sus manos por detrás dándome la oportunidad de ver su hacha. O me inventaba algo rápido o no saldría de esa habitación de una pieza.

Vaya sorpresa, la niña asesina no solo se aventura a venir a Shells Town, sino que mata a un cazarrecompensas y a uno de los míos hablaba mientras caminaba alrededor del cuarto. Dime una razón para no matarte aquí mismo paró de golpe delante de mi con el rostro totalmente serio.

Usted lo ha dicho, mato cazarrecompensas. Mientras menos halla, menos piratas cazarán y usted no tendría que dar tantas recompensas —expliqué. Ni siquiera yo me tragaba mi propio argumento. A parte de que no soy una pirata, yo también los mato y no busco mi recompensa por ello.

Se notaba la tensión en el aire. No paraba de mirarme sin ninguna expresión en el rostro, como se estuviera pensando la respuesta. Pasó su mirada por todo mi cuerpo, de arriba a abajo, juzgándome.

Sorpresivamente Morgan sonrío Muy buena razón tras decir eso volvió a dar vueltas en círculos. Sin embargo, has matado a un Marine y eso tiene sus consecuencias. Siete días colgada en el patio, sin comida y sin agua. ¿Qué dices? Me miró, esperando mi respuesta.

Bueno suspiré. Tengo mi barco bien amarrado.

Sin esperar un segundo más los Marines me cogieron de nuevo para arrastrarme hacia el patio. Sin duda sería una larga semana.


Aquí esta, el prólogo, una pequeña introducción

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Aquí esta, el prólogo, una pequeña introducción.

Sin duda tengo ganas de seguir escribiendo, asique espero que apoyéis votando.

Nos vemos en el primer capitulo, ¡que emoción!




𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓 𝐌𝐄 | 𝙍𝙤𝙧𝙤𝙣𝙤𝙖 𝙕𝙤𝙧𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora