‡Peligroso Omega‡[KOOKJIN]

Epilogo

Seokjin

Un mes después

"¿De verdad vamos a hacer esto?" Sin siquiera intentar mantener el escepticismo fuera de mi voz, le pregunté a Kook. Me cogió de la mano y me empujo hacia arriba por los anchos escalones de mármol. Ronen estaba envuelto en su otro brazo, y Matty estaba a nuestro lado.

"Realmente vamos a hacer esto". Manteniendo la puerta abierta, salimos del frío aire de diciembre. Había empezado a caer una ligera nevada que apenas cubría el suelo. La nieve de noviembre que había caído el día que Ronen había nacido se había derretido, pero ahora parecía que el invierno estaba decidido a hacer su aparición antes de Navidad.

"Tu madre se va a cabrear cuando se entere de que hemos hecho esto sin decírselo".

"Ya se le pasará".

Consultó en la pared el piso que necesitábamos y pulsó el botón del ascensor.

"Se le pasará", murmuré, siguiéndoles a él y a Matty hasta el coche pequeño. "Para ti es fácil decirlo. Ella te dio a luz; tiene que perdonarte. Yo, en cambio..."

Kook me levantó la mano y me besó los nudillos. "Ella te adora, y lo sabes. Estará bien".

Mirando a Matty, que se estaba mirando los zapatos, comenté: "Estás muy callado, Matthew. ¿Estás seguro de que te parece bien?".

Levantó la vista y luego miró hacia otro lado. Señal inequívoca de que tramaba algo.

"Me parece bien que os caséis. Ya era hora".

Kook y yo intercambiamos una mirada sobre la oscura cabeza de Matty. Le pasaba algo, pero tendríamos que resolverlo mas tarde.

Después de casarnos.

El juzgado estaba bastante tranquilo para ser viernes por la tarde, pero tal vez no pasara mucho en Sweet Alps. Kook nos condujo hasta una puerta cerrada y dijo: "Esto es".

Sonriendo, le dije: "Hagámoslo".

Al abrir la puerta, los dos nos detuvimos en seco al encontrarnos con todo el clan Sinclair, los Raffertys, Gigi y Becks.

"¿Quiénes?" Me pregunté en voz alta. 

"¿Cómo?" preguntó Kook al mismo tiempo.

"Fui yo", admitió Matty en voz baja, y los dos nos quedamos mirándole.

Apartándolo, me arrodillé, para que estuviéramos al mismo nivel, y Kook hizo lo mismo.

"No estaba bien que no estuvieran aquí. Son de la familia". Me miró con ojos implorantes. "Son nuestra familia, y deberían estar aquí. Así que puedes enfadarte conmigo después. Me parece bien. Puedes castigarme, quitarme la tele, lo que sea. Pero, por favor, no me quites los libros, porque sería muy aburrido".

Lo abracé contra mí y respiré en su pelo. "No estoy loco". 

"Y tienes razón, Matty", le dijo Kook. "Deberían estar aquí".

Kook y yo compartimos una sonrisa sobre la cabeza de Matty. "Vamos a casarnos."

Asintiendo, me ayudó a ponerme en pie con la mano libre. Ronen, que dormía plácidamente en el pliegue del brazo de Kook, era ajeno a la agitación que ocurría a su alrededor.

Los votos que leyó el juez no podían ser más tradicionales. Me gustaría decir que fue porque era lo que habíamos elegido hacer, pero la verdad era que cada vez que alguno de los dos se había sentado a escribir los votos, se había quedado dormido. Hacía apenas una semana que habíamos decidido casarnos, una decisión tomada en un momento de falta de sueño y borrachera.