Enchanted | FreenBecky

Sad Beautiful Tragic

Éste capítulo es muy movilizante, asi que recomiendo que tengan a mano pañuelos y agua
A modo de recomendación personal, pueden leerlo escuchando esta canción
https://open.spotify.com/intl-es/track/14rZjW3RioG7WesZhYESso?si=74bf89b4c73a4b8d

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¿Qué?
¿Dijo...mató?
¿Escuché bien?

Rebecca...no estás soñando ¿verdad?

Esto es...¿es real?

No sé por cuánto tiempo me quedé inmóvil, tratando de procesar lo que Freen acababa de gritar.
Millones de preguntas se agolparon en mi mente, y no podía hacer foco en ninguna, era como escuchar el zumbido de un enjambre de abejas asesinas, y en cualquier momento atacarían cada una de mis neuronas dejándome sin consciencia. Sentía que me movía en cámara lenta, ni siquiera vi donde estaba Freen, mi vista estaba como nublada, como si no pudiera enfocar las formas, era todo sombras.

Cuando pude reaccionar, vi que ella estaba en el patio trasero, fumando.

¿Debería acercarme?
¿Debería irme ahora?

Yo escuché bien...dijo que mató a su esposo. ¿Estoy en la casa de una asesina? Extraño...

Una asesina que acaba de confesar su crimen, y en vez de matar al testigo, se va al patio a fumar. Algo no cierra. Necesito entender qué mierda pasa, porque claramente esta historia es mucho más extensa de lo que puedo llegar a imaginar.

Me acerqué con cautela, intentando decidir cuál sería mi primera pregunta de todas las que gritaban en mi cabeza. Al estar más cerca, pude apreciar su mano temblorosa sosteniendo el cigarrillo. Con suavidad, lo tomé con mis dedos y lo dirigí a mi boca para tomar una fuerte aspirada. El humo inundaba mis pulmones, y la nicotina empezó a tocar los puntos de placer en mi cerebro, dándome un breve momento de calma antes de iniciar la que posiblemente sería la conversación más extraña de toda mi vida.

-¿Cómo te golpeaste?- fue lo primero que salió de mi boca.

La escuché resoplar una risotada incrédula antes de responder.

-De verdad, ¿eso es lo primero que quieres preguntar?- dijo, mientras recuperaba el cigarrillo de mi mano.

-Al fin y al cabo es lo que desencadenó todo esto- respondí quedamente, encogiéndome de hombros -¿No habías dejado de fumar?- le pregunté mirándola.

-Si, pero hoy es necesario- respondió resignada, resoplando -Me golpeé con la punta de la mesa. No calculé la distancia con mi rostro al inclinarme. Me suele pasar cuando tengo insomnio, me vuelvo torpe- explicó mirando al suelo, casi avergonzada.

-¿Por qué tienes insomnio?-

-¿No escuchaste lo que dije antes?- me respondió irónica, mirándome.

Mis ojos se dirigieron a los suyos, y por primera vez logré identificar ese sentimiento extraño que siempre vislumbraba en su mirada pero no podía describir: culpa.

Tomé aire, sin apartar mi mirada de la suya, suspiré y asentí lentamente.

-Si, te escuché. Y no me malentiendas, no quiero llamarte mentirosa, pero no tienes aspecto de asesina. Así que, si no te molesta decirme, ¿cómo es que mataste a tu esposo?- le pregunté.

Definitivamente nunca creí que usaría esas palabras en mi vida.
Cualquier persona que nos escuchara realmente se alarmaría y se asustaría, pero hasta parecía que estuviéramos hablando de cómo se rompió la batidora.
Freen miró hacia el suelo, intentando encontrar las palabras para empezar su explicación, mientras tomaba otro cigarrillo para encenderlo.
Por un momento pensé en impedirlo, pero al mismo tiempo consideré que la charla iba a ser muy intensa, y quizás en este momento de verdad fuera necesario.