Enchanted | FreenBecky

Safe & Sound I

La fina línea de luz que entraba por la ventana cae sobre su rostro.
Su perfecto rostro, esculpido a mano, que ahora está totalmente relajado, con los ojos cerrados.
Puedo ver su ojeras. Puedo ver el sufrimiento en sus rasgos, pero mientras la veo dormir identifico un atisbo de sonrisa en sus labios.

Estas semanas que estuvimos distanciadas yo sentía que me moría por dentro.
Algo muy profundo parecía sollozar de angustia y dolor, aunque no entendía muy bien el por qué.

Ahora lo sé.
Extrañamente, creo que estaba sintiendo el dolor de Freen.
Es difícil de explicar la conexión que tenemos. Es casi instantánea, como una polaroid.

Veo su pecho subir y bajar mientras respira, su perfil hacia mí, como si se hubiera dormido mirándome. Me cuesta creer el torbellino de mariposas en mi estómago en este momento.

Aún me cuesta creer que hicimos el amor anoche, porque no hay otra forma de describirlo.
Puedo sentir el cosquilleo en mis labios por el placer de haber probado su piel.
Sonrío satisfecha.

Exultante.

Feliz.

Sé que aún tenemos mucho por hablar. Sigo sin entender el por qué de su distancia cuando volvimos de la playa.

Pero por ahora, sólo quiero disfrutar de su calor.

Quiero saborear la dulzura de este momento. Ambas compartiendo la cama, envueltas en las sábanas con sólo nuestra piel vistiéndonos, dejándonos la puerta abierta para sentirnos. Puedo inclusive contar los lunares que se asoman en su pecho y sus hombros, como constelaciones con las estrellas más hermosas.

Mi teléfono suena en alguna parte de la casa interrumpiendo mi entretenimiento. No recuerdo donde lo dejé anoche.

Me levanto con sumo cuidado para no despertarla, persiguiendo el molesto sonido, y colocándome una camiseta grande que encontré en el armario mientras guardo la ropa que dejamos esparcida en la noche.

Encuentro mi cartera en la mesa del comedor, pero la llamada termina antes de llegar a atenderla. Veo la llamada perdida de Non y ya la molestia me invade.

Aunque es cierto que ahora nos llevamos mejor, sigo sintiéndome totalmente distanciada sentimentalmente. Él está más atento, se muestra menos malhumorado, aunque por momentos lo noto muy pensativo, casi como si estuviera decidiendo algo, también recibe algunas llamadas que le generan estrés, se le nota en la cara. Estoy casi segura que es su familia, que sigue presionando con el bebé, que claramente después de anoche, no pienso tener.

Antes de responderle, envío un mensaje a Nam, ya que si la voy a usar de coartada, primero necesito confirmar que puede cubrirme.

De: Becca
Nam! ¡Espero que estés despierta!

De: Nam

Si no lo estaba, ya lo estoy.

De: Becca
Dime que estás en tu casa.

De: Nam

Ehh, si. Pero, estoy algo ocupada.

Si quieres que nos veamos, puede ser por la tarde.

De: Becca
No es eso, necesito que seas mi coartada.
Espera, ¿en qué estás ocupada tan temprano?

De: Nam

¡Eso no importa!

Seré tu coartada.