Cap 9 "Corro"

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Dennise

Es él. Mi padre.

No importa que tantas ganas de salir huyendo tenga ahora, es tarde, porque él está en frente mío, en un carro que he visto cientos de veces, pero que todavía me resulta desconocido...igual que su conductor.

Saluda con la mano, más con incomodidad que con entusiasmo.

Me acerco al carro y cuando estoy a punto de abrir la puerta me doy cuenta de que una vez me siente dentro no habrá vuelta atrás, será como perdonar todo lo que hizo, como darle otra oportunidad.

"Por mamá"

Y solo ese pensamiento logra darme fuerzas para jalar la manija y sentarme junto a él.

Pasan 1, 2, 3, 4, 5, 6 segundos de silencio. Quizá parezca que 6 segundos no es nada, pero en mi situación fueron suficientes como para volver a plantearme seriamente salir de allí.

—¿Qué tal estuvo tu día?

"¿Qué tal estuvo tu día?" ¿En serio eso es lo primero que dices después de no verme en once meses? ¿Por qué tenía que ser una frase tan casual, tan rutinaria? A pesar de que había intentado mantenerme tranquila, estoy comenzando a enojarme de nuevo.

"Es por mamá, es por mamá" me repito para no decir nada que no debería.

—Bien —digo tan cortante como puedo.

En este momento es mejor ser cortante que decir más de la cuenta.

—Bueno, me alegro mucho.

Me vuelvo hacia la ventana para que entienda que, si es posible, prefiero no hablar en todo el camino, durante algunos minutos parece que entendió mi silenciosa petición, pero claro que no podía durar tanto como quería.

—Dennise, muchas gracias.

No, no, ya sé lo que va a decir. ¿Podemos saltarnos esta conversación? Pero por desgracia no se detiene.

—Se que todo esto ha sido muy duro para tí, pero te prometo, que me voy a esforzar mucho para recuperar tu confianza. Quiero que volvamos a ser unidos.

¿Volver? Nunca fuimos cercanos, es más, apenas y te conocía.

—Lo que pasó entre tu mamá y yo es completamente aparte de lo que sentimos por tí. No importa lo que pase serás nuestra hija.

Wow, ahora tenemos la conversación que debió haber pasado hace un año.

Nos estacionamos frente a un supermercado.

—Iré a comprar un par de cosas, ¿quieres ir?

Solo niego con la cabeza, si abro la boca sé que no podré tragarme todo lo que estoy pensando en este momento. Se aleja del auto y por fin suelto un gran suspiro que llevo reteniendo todo el camino.

Es curioso, antes cuando veía películas donde había algún adolecente llevándose mal con sus padres y pensaba que solo eran unos exagerados, inmaduros y malagradecidos...pero en esos momentos no podía llevarme bien o mal con alguien que apenas veía. Para mí eramos solo mi mamá y yo. Ahora entiendo perfectamente lo que es querer echar toda la culpa a alguien, sin pensar un solo segundo qué tan justo estás siendo al juzgarlo sin dejarlo explicar. Si le diera la oportunidad de hablar, si estuviera dispuesta a aceptar sus disculpas y por fin perdonarlo, ¿no sería como olvidarlo todo? Como si todo el daño que le provocó a mamá se esfumara. Por eso no puedo perdonarlo, no puedo dejar que olvide lo que le hizo. Jamás

Veo que vuelve con un par de bolsas y continuamos el camino con alguno que otro intento de iniciar una conversación, intento que destruyo a toda costa.

Pasa algún tiempo, más del que creí que soportaría, cuando nos estacionamos frente a una acogedora casa celeste, de pronto empiezo a sentir un creciente pánico, y las preguntas empiezan a surgir ¿Y si todo sale mal? ¿Y si no puedo soportar la presión? Intento calmarme sin llamar la atención de mi padre.

—Antes de bajarnos —dice tras unos segundos después de apagar el motor— entiendo que esto pueda ser difícil para ti, pero ellos son buenas personas que te tratarán como parte de la familia, digo, lo eres, claro, me refiero a que...

Suspira, y casi me compadezco de lo nervioso que se ve.

—Dennise, solo quiero aprovechar esta oportunidad y no estropearlo más de lo que ya lo hice.

Se baja del carro y luego de contar hasta tres decido salir sin pensarlo más.

A pesar de tener un aspecto tan acogedor, la casa celeste sigue pareciéndome muy imponente y en cierto punto tenebrosa.

Saca las llaves y entramos.

Es imposible no pensar que la casa parece sacada de una revista, cada mueble y cada adorno está cuidadosamente puesto. No hay nada que no parezca nuevo, ¿es posible mantener una casa así todo el tiempo? O quizá no sea más que una fachada para dar una primera buena impresión.

Al ir al comedor me encuentro con una familia sentada frente a una deliciosa comida. Hay dos chicos jóvenes, pero quien más llama mi atención es una mujer que lleva un vestido azul oscuro, el pelo oscuro atado en un moño alto, debe tener unos 45 años y aún así sus ojos prácticamente irradian juventud.

Al igual que la casa, quienes viven en ella también parecen de revista: perfectos y felices.

—Bienvenida, Denisse —saluda la mujer de moño impecable, levantándose de su silla —es un honor que hayas venido.

No deja de jugar con sus manos y aunque su sonrisa no parece falsa, si deja ver un claro nerviosismo.

No quiero parecer grosera, pero tampoco tengo ganas de fingir que estoy ahí por mi voluntad, así que me limito a agitar mi mano y mostrar lo que a lo mejor puede considerarse una ligera sonrisa.

—Por favor toma asiento, puedes comer todo lo que gustes. Lo preparé para ti.

Me siento en el otro extremo de la mesa, no lo negaré; todo se ve delicioso, pero una parte de mi no me deja disfrutarlo a gusto.

—Y, Dennise— dice la mujer—, tu padre me contó que tienes una banda, siempre me ha encantado la música, pero nunca fui buena tocando ningún instrumento.

—Ah, si —empiezo a comer para no tener que alargar de más mis respuestas.

—Y también dijo que escribes canciones. Espero poder escucharlas algún día.

No...

—¿Por qué no tocas algo para nosotros? —sugiere mi padre—, tenemos una guitarra en casa, puedo ir por ella si quieres.

Calmate...

—Quizá otro día —respondo y me meto una cucharada de comida de inmediato.

Respira...

—Dennise —solo quiero que se calle, pero la mujer sigue hablando—, espero que llegue el día en que podamos llevarnos todos bien, tú y tu madre pueden venir cuando quieran.

No puedo hacerlo. Ya no.

No, no quiero estar aquí, no quiero tener este tipo de conversación.

No estoy lista.

Y sin apenas darme cuenta...corro.

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2023 ⏰

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