El día estaba nublado y no se veía que fuese a salir el sol, no parecía ser un buen día para una boda pero aún así la ceremonia se realizaría. Se encontraban en el castillo del duque Ducktor en una recámara especial para la novia, donde se arreglaría antes de llegar al altar. La novia sentada en un sillón sin moverse, como una estatua, tenía los ojos rojos de tanto llorar, Cas su sirvienta personal se pasó la noche consolando y animando a su señorita por los días venideros pero ella parecía temerosa. Ahora está quieta mientras le arreglaban el cabello. Apuradas la s sirvientas para tener lista a su señorita llegó Dereck.
– Ali… se que no quieres verme ni hablarme pero si aún puedo hacer algo por ti no dudes que estaré ahí para ayudarte. —dijo con gran pesar, esperando aunque sea una mueca en su hermana pero nada la hacía moverse.— Espero que aceptes este gesto.
Tomó el collar que le había regalado y se lo puso. Dereck vió a su hermana como un muerto viviente sin rumbo, la vio una vez más antes de salir apretando su puño. Una vez se fue Alizée le pidió a Cas que le quitará el collar, a lo que ella obedeció rápidamente. Estaba lista, su vestido rojo era hermoso y con su cabello rubio recogido la hacían ver como una princesa si no fuera por la tez pálida que tenía.
El duque Homliord llegó y tomó a su hija de la mano para llevarla al altar en donde ya sé encuentra Enzo esperando. Los pasos de Alizée eran lentos, tal vez por el estado enfermo en el que se veía o porque no quería casarse, de cualquier forma llegó y vio a Enzo que se veía espectacular vistiendo elegantemente, si no fuera por las circunstancias de su casamiento, ambos se hubieran visto como la pareja perfecta. Los rumores de que el duque Enzo Ducktor estaba maldito se habían extendido y las señoritas le temían, el niño joven y risueño que era antes había desaparecido y en cambio quedó un hombre de mirada desconfiada y con amargura, también le seguían rumores de ser un mujeriego y tener relaciones íntimas con su prima por lo que nadie quería relacionarse con el. En cambio de Alizée se hablaba de su temperamento volátil, su extraña relación con su anterior prometido y de su ataque de irá contra la señorita Lecia que le seguiría por un tiempo. Los dos eran uno para el otro de acuerdo a los otros nobles; además de su apariencia que los hacía ver perfectos, era por qué nadie quería casarse con ellos y si ellos se juntaban a los demás les quitarían un problema de encima.
La ceremonia terminó rápidamente excepto para los novios, todos, tanto los invitados como la pareja pasaron al banquete que se hizo, el ambiente tenso del principio se fue aligerando cuando empezaron a bailar y hablar entre los invitados. La nueva pareja al fondo del salón se veían como estatuas de piedra con el mismo gesto en el rostro desde que empezó la ceremonia hasta cuándo apenas si probaban un bocado de comida. La noche llegó y con eso la primera noche de la desdicha pareja, la novia se encontraba en el cuarto principal preparándose para el momento, estaba sumamente nerviosa por lo que Cas le dijo unas palabras que la duquesa le había ordenado decirle.
– La duquesa Homliord me pidió que le dijera que “No olvide por qué se ha casado y por quién lo hace, si nunca olvida eso podrá encontrar un poco de felicidad y calma en su vida”. —dijo Cas viendo a su señorita temblar, tomó valor para decir— No se que es lo que hace que tenga miedo pero le prometo que está a su lado.
Cas había sido asignada como sirvienta personal en el ducado Ducktor por medio de su madre para no dejar sola a Alizée ya que le preocupaba que al ser tan sensible en estos momentos la soledad y la extrañeza del lugar le afectarán. Se terminó de preparar Alizée en el momento justo en el que entró Enzo, le dio una mirada y ordenó a las sirvientas salir para dejarlos solos.
Parecía todo ir bien hasta que unos minutos más tarde salió Alizée semi desnuda corriendo por el pasillo llorando y pidiendo por su sirvienta personal que no tardó en llegar para tranquilizarla, la situación era tan extraña que todos en el ducado hablaron de eso, “la señorita Alizée Homliord, no ahora Ducktor, había escapado de su marido en su primera noche”. Algunas personas pensaron que ella siendo tímida se asustó de su esposo que estaba maldito y con razón el hombre no parecía muy amable.

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Lo hice por ti
Proză scurtăDesperté en una novela que leí antes siendo la villana de la historia que muere a manos de los protagonistas masculinos, ahora trató de vivir sin seguir con el libro. Disfrutare de esta nueva vida con mi familia y me enfrentare con aquellos que me q...